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Acusaciones mantienen peticiones de 24 años de prisión para el presunto violador de Beasain y la defensa su absolución

El acusado pide perdón y se muestra "arrepentido" en la última sesión del juicio, que queda visto para sentencia
Acusaciones mantienen peticiones de 24 años de prisión para el presunto violador de Beasain y la defensa su absolución

El acusado pide perdón y se muestra "arrepentido" en la última sesión del juicio, que queda visto para sentencia

SAN SEBASTIÁN, 1 (EUROPA PRESS)

La Fiscalía, la acusación particular y la acusación popular mantienen su petición de 24 años de prisión para el presunto violador de una joven en Beasain, 15 por un delito de agresión sexual, tres años más por lesiones y otros seis años por detención ilegal. La defensa, por su parte, solicita su libre absolución por defecto de forma o, en su caso, penas de un año y medio o tres años por un delito de agresión sexual leve con atenuantes. El juicio ha quedado visto para sentencia en la séptima y última sesión, en la que el acusado ha pedido "perdón" y se ha mostrado "arrepentido".

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha celoebrado este martes la última sesión dela vista oral por la agresión sexual a una joven que tuvo lugar el 13 de julio de 2019 en la localidad guipuzcoana Beasain, el primero contra el presunto violador en serie, al que se relaciona con otras agresiones sexuales en el Territorio cometidas desde 2012. Otras cinco están ya en los tribunales y el 14 de febrero comenzará la siguiente vista oral por una agresión de 2015 en Lasarte-Oria.

Tras la comparecencia como peritos de los facultativos que realizaron los informes toxicológicos de las muestras encontradas en la vivienda donde se produjo la agresión, que corroboran la presencia de cloroformo, benzodiazepinas, es decir, psicotrópicos como diazepam o lorazepam, así como alcoholes en la víctima, que "pueden conducir a coma en grandes cantidades", las partes han dado a conocer sus conclusiones.

La Fiscalía, la acusación particular y la acusación popular, esta última ejercida por la Asociación Clara Campoamor, mantienen sus peticiones de 24 años de prisión para el acusado, 15 por un delito de agresión sexual, tres años más por uno de lesiones y otros seis años por detención ilegal. Además, Fiscalía y acusación particular piden una indemnización por daño moral a la víctima de unos 40.000 euros y otros 18.870 por un delito de lesiones.

El Ministerio público ve "acreditados" los hechos a través de las declaraciones "coherentes y mantenidas en el tiempo" de la víctima, que en el momento de la agresión tenía 21 años, así como de los testigos y los forenses. También considera probado que la joven "opuso resistencia, siendo zarandeada y golpeada", así como el uso de "fuerza y agresividad" por parte del procesado.

También constata que hubo "violaciones anal y vaginal" y lesiones, por "excesiva violencia", en la zona vaginal, con "desgarro del himen" y "uso de cloroformo" por parte del presunto violador para dormir a la víctima.

También ha recordado que en el ordenador y los pendrives que se le ocuparon en su detención al acusado, en Lezo, donde se encontraba trabajando el 20 de abril de 2019, había vídeos y fotografías de otras agresiones sexuales y en su móvil una fotografía de la víctima, que borró 23 horas después de la agresión y que obtuvo a través de un pantallazo en una red social.

La Fiscalía ha destacado la existencia de huellas y ADN del procesado dentro del piso donde vivía la víctima y en la puerta de acceso. Respecto al consumo de drogas y alcohol, esgrimido por el encausado en su declaración el primer día del juicio, ha señalado que "no existe ninguna prueba" de ello, y su exmujer y su sobrina "no le vieron nunca consumir".

Por otro lado, ha incidido en las lesiones físicas y psicológicas de la víctima, con "daños morales, miedos no superados", así como el hecho de que no haya recuperado "una vida normal". De esta forma, considera "acreditado un delito continuado de agresión sexual con lesiones y detención ilegal".

"PREMEDITACIÓN Y ESPECIAL VIOLENCIA"

La acusación particular ha incidido en que el acusado actuó "con premeditación, especial violencia y buscando que lo que ideaba en su cabeza llegara a buen término, y sabía que la víctima estaba sola" en el momento de la agresión. "Esperó agazapado en la puerta hasta que saliera, escuchando; apagó la luz, la agarró con fuerza y la metió en la casa con violencia", ha señalado la abogada de la acusación particular, Malu Vallés, en relación a las manchas analizadas entre la mirilla y el pomo de la puerta de la vivienda, en la que habría apoyado la cabeza el presunto agresor para asaltarla cuando salía a trabajar hacia las dos de la madrugada.

También cree que ha quedado probado que "usó cloroformo" para dormirla. "Los testigos y los forenses quedaron impresionados de la violencia ejercida" por el acusado, con "contusión directa en la cara", mientras que la joven estaba "incapacitada para defenderse" y ha recordado que "la violó anal y vaginalmente de forma explicitamente violenta".

Además, ha aseverado que "no hay una sola prueba fehaciente del consumo de alcohol o drogas por parte del acusado", al que se puede ver en las cámaras de su trabajo accediendo al mismo en día de los hechos como "un hombre en plenas facultades". "Era consciente de lo que hacía y lo planificaba minuciosamente", ha afirmado.

Por otro lado, ha destacado las "grandes secuelas, cronificadas" de la víctima, que hasta ese momento tenía "una vida plena". La acusación popular, ejercida por la abogada de la asociación Clara Campoamor Cristina Ramos, ha insistido en que el acusado tenía "premeditado y preparado" todo y "sabía lo que hacía", así como que "lo recuerda" a diferencia de lo que aseguró en su confesión el primer día de juicio, cuando señaló que tuvo que hacerlo por las pruebas, pero bajo el consumo de alcohol y drogas, y que no se acordaba de nada.

Además, ha insistido en la "violencia brutal" ejercida por el acusado contra la víctima, en el uso de "grandes cantidades" de cloroformo para dormirla y en que "está acreditado que la agredió por vía vaginal y anal", así como que le suministró benziodiazepinas y alcoholes, lo que conllevó "riesgo para su vida".

Respecto a la agresión, ha recordado que la Ertzaintza "tiene sospechas de que incluso la pudo grabar", ya que el móvil del presunto agresor "estuvo en conexión" durante los en torno a 28 minutos en los que la geolocalización le sitúa en la casa de la víctima.

Por otra parte, ha subrayado las "secuelas físicas y psicológicas" de la víctima, con "fuertes convicciones religiosas" en lo relativo a la virginidad, con un "diagnóstico compatible con un trastorno por estrés postraumático grave", al tiempo que ha incidido en que "no hay pruebas, ni se ha acreditado" el consumo de drogas, alcohol o algún tipo de medicación por parte del acusado.

"No hay prueba de que padezca nada, ni de que no se acuerda", ha opinado, al tiempo que ha subrayado que éste "es consciente, conoce, poco a poco prepara y modifica su forma de actuar" a lo largo de los años "para no ser detenido", por lo que "además de premeditado sabe lo que hace y se acuerda".

La defensa pide la "libre absolución" del acusado, y ha criticado que se hable de él como "un ninja", cuando es "un hombre de 1,75 metros y complexión normal, enfermo, que no puede controlar sus impulsos y arrepentido", porque "no se ha contruido una acusación en forma", ya que "no hay atribución de hechos al acusado" en los escritos de las acusaciones.

No obstante, ha realizado una "calificación alternativa a la libre absolución", por si no tuviera recorrido, con una pena de seis años por "un delito de agresión sexual en modalidad básico, menos traumático por la sedación de la víctima", que quedaría reducido en uno o dos grados por atenuantes, es decir, penas de un año y medio o tres de cárcel y una indemnización por daños de "hasta unos 27.000 euros".

Al final del juicio, el acusado ha pedido "perdón", se ha mostrado "arrepentido" y ha asegurado que "indemnizará hasta el último céntimo" a la víctima. "No debería pasar por esto, que no lo pase nadie", ha concluido.

Acusaciones mantienen peticiones de 24 años de prisión para el presunto violador de Beasain y la defensa su absolución
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