El Pleno del Ayuntamiento de Torrelavega ha sido escenario de un intenso debate en torno a la aprobación de una ordenanza que regulará la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. Esta medida, promovida únicamente por el equipo de Gobierno conformado por el PRC-PSOE, ha generado una división palpable entre los distintos grupos políticos representados en la Corporación Municipal.

La ordenanza en cuestión busca restringir el acceso a ciertas calles del centro de la ciudad a vehículos que no sean de bajas emisiones o residentes en el área delimitada, estableciendo excepciones específicas. Sin embargo, su aprobación ha suscitado críticas y desacuerdos por parte de la oposición, que ha manifestado diversas razones para su rechazo.

Por un lado, el Partido Popular (PP) y Vox han votado en contra de la ordenanza, argumentando la falta de negociación y participación ciudadana en su elaboración. Ambos grupos políticos han expresado su preocupación por las posibles repercusiones negativas que esta medida podría tener en los negocios del centro de la ciudad, así como por lo que consideran una «imposición» de la normativa sin un consenso adecuado.

Por otro lado, Izquierda Unida-Podemos (IU-Podemos) y Torrelavega Sí han optado por abstenerse en la votación. Aunque reconocen la necesidad de implantar medidas para reducir las emisiones contaminantes, han mostrado discrepancias con algunos aspectos concretos de la ordenanza. IU-Podemos ha abogado por una mayor amplitud en el alcance de la ZBE, argumentando que la zona delimitada representa solo el 11% de la población y abogando por un enfoque más ambicioso en pro de la calidad de vida y la salud de los ciudadanos. Por su parte, Torrelavega Sí ha calificado la normativa como «laxa», pero con posibilidades de mejora, y ha expresado su disposición a colaborar en la introducción de cambios que consideren necesarios.

En el transcurso del debate, se han puesto sobre la mesa diversas propuestas y sugerencias para mejorar la ordenanza, así como críticas hacia el proceso de elaboración y el grado de participación ciudadana en el mismo. La concejala de Movilidad, Jezabel Tazón (PRC), ha destacado la disposición del equipo de Gobierno a seguir dialogando con los colectivos y grupos políticos para introducir posibles mejoras o cambios en la normativa.

Además de la aprobación de la ordenanza, el Pleno ha dado luz verde a un anexo al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que incorpora algunas alegaciones presentadas, y se ha anunciado la apertura de un nuevo periodo de información pública durante 30 días para recibir más alegaciones sobre la medida.

Por otro lado, el equipo de Gobierno conformado por el PRC y el PSOE ha utilizado su mayoría absoluta para aprobar en solitario una modificación del Reglamento Orgánico y de Funcionamiento del Ayuntamiento de Torrelavega. Entre los cambios introducidos se incluyen la posibilidad de elevar la dedicación parcial de los concejales hasta el 75%, en contraste con el límite previo del 50%, y la elección del alcalde mediante votación ordinaria en lugar de secreta, entre otros aspectos.

Esta modificación del Reglamento ha generado críticas por parte de los grupos de la oposición, que consideran que dificultará su labor y reclaman un mayor consenso en los cambios que afectan al funcionamiento de toda la Corporación Municipal.

Además de estos temas, el Pleno ha debatido diversas mociones, incluyendo aquellas relacionadas con la igualdad y la violencia de género con motivo del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo). Sin embargo, ninguna de las mociones ha logrado ser aprobada, evidenciando la polarización y la discrepancia existente entre los distintos grupos políticos representados en el Ayuntamiento.

PRC y PSOE «reducen la calidad democrática» del Ayuntamiento

El equipo de gobierno PRC-PSOE ha aprobado con los votos de sus concejales la quinta modificación del reglamento orgánico de funcionamiento municipal, que la oposición (PP, Vox, Torrelavega Sí e IU-Podemos) ha rechazado porque limita la labor de control y supone una rebaja de la calidad democrática. La modificación incluye asuntos como permitir la elección de alcalde mediante votación ordinaria (mano alzada), dejando de ser exclusiva la votación secreta, además de regular los tiempos de participación de los concejales y reducir los plazos de entrega de la documentación.

Este cambio también afecta a los concejales con dedicación parcial, cuyo sueldo se establecerá “en función de su dedicación», además de permitirse la existencia de cargos en régimen de dedicación parcial hasta el límite del 75 %, frente al 50 % actual. Toda la oposición ha afeado al equipo de gobierno la falta de consenso hasta el punto de que Arturo Roiz (Torrelavega Sí) ha asegurado que con este cambio «baja la calidad democrática», además restringirse y dificultarse, a su juicio, la labor de los concejales.