No habrá paz para los malvados es el título de una película de Enrique Urbizu, casualidades, protagonizada por José Coronado. Un título que podría ser el resumen de la vida del clan Pantoja tras los últimos acontecimientos, de los que lleva alimentándose varios meses Telecinco y que anoche, en Sábado Deluxe, tuvo su penúltimo capítulo. Y digo penúltimo capítulo porque este es el cuento -o más bien la tragedia- de nunca acabar.

70 días después de la entrevista que destruyó por completo al clan Pantoja, Kiko Rivera volvía a sentarse en un plató de Telecinco para dar la estocada final a su madre, a la mismísima Isabel Pantoja.

La rabia, el dolor, la impotencia, la venganza y el dinero sentaron de nuevo al 'niño del alma' para acabar de contar, o más bien, para acabar de rematar, a La Pantoja. ¿Qué más le puede quedar por contar? ¿Qué más miserias puede desenterrar? Pues todavía hay cosas que calla. Hay silencios que hacen temblar más que las palabras.

Te preguntarás qué podía contar nuevo Kiko Rivera sobre Isabel Pantoja después de las revelaciones en el programa Cantora: una herencia envenenada en que el hijo de Paquirri y la tonadillera destapó que su madre había estado años robándole la herencia de su padre.

Efectivamente, bomba tan gorda ya no podía contar, pero restos siempre quedan, secretos bien guardados para otra ocasión nunca acaban y parece que más con el clan Pantoja. Así que, aunque bomba que hiciera temblar de nuevo los cimientos no iba a caer, sí quedaba suficiente para darle la estocada final a Isabel Pantoja.

Y algunos os preguntaréis qué ha llevado a Kiko Rivera a sentarse otra vez a largar lo más grande sobre su madre. Pues aparte de lo obvio, hay que tener algo en cuenta, y es que no está siendo un buen mes para Telecinco en cuanto a audiencias. Antena 3 está arrasando con Pasapalabra, con las series turcas, ante la falta de realities de la cadena amiga, etc. y Telecinco necesitaba de un Kiko Rivera que iguale o decante la balanza.