La Asociación Cultural Alfonso I llevó a cabo, un año más, su tradicional homenaje a los Caídos de la División Azul a través de una de las figuras más representativas de aquellos soldados españoles que fueron a combatir al comunismo en Rusia, el capitán Teodoro Palacios, explican por medio de una nota de prensa.

Más de ochenta personas se acercaron al cementerio de Ciriego para honrar al soldado que sobresalió en la batalla de Krasny Bor y que ganó el respeto de amigos y enemigos tras 11 años de cautiverio en el gulag soviético, llegando a liderar una huelga contra el sistema carcelario de Stalin, absolutamente incompatible con el Derecho Internacional. 

Para la asociación, Palacios «combatió con honor, cumplió su condena con honor y, con honor, volvió a su patria».

Los organizadores destacaron «los valores de los que siempre hizo gala él, en el momento de su fallecimiento, Capitán General del ejército español; su acendrado patriotismo, su cumplimiento del deber más allá de lo exigible y su heroísmo sin alharacas, sin postureo, no en vano fue ésa otra de sus más destacadas virtudes, la modestia». Para finalizar el acto, colocaron una ofrenda floral ante su tumba.

Acto de protesta. Al día siguiente miembros de la asociación y de Casa Pound Italia se acercaron hasta el puerto del Escudo donde llevaron a cabo un acto de protesta por la pretensión del gobierno español de destruir el monumento y reivindicaron la memoria de los muertos  de la batalla de Santander, desplegando una pancarta con el lema «La historia y los caídos no se borran», en español e italiano.

Casa Pound exige al gobierno italiano que haga lo necesario para preservar la pirámide que alojó los restos de casi 400 combatientes desde 1939 hasta 1975.

Desde entonces, la construcción, -dicen- ha sufrido la desidia y el abandono por parte de las autoridades a lo que añadidos el paso del tiempo y el vandalismo dan como resultado su actual estado.

Tras la decisión del gobierno de España de incluirlo en el listado de bienes a destruir con la excusa de la memoria hemipléjica y sectaria recientemente aprobada, la pirámide del Escudo ha llegado al mismísimo Parlamento Italiano donde el gobierno fue interpelado sobre este asunto por diputados del partido Fratelli di Italia.

Desde la asociación consideran que no solamente es preciso conservar monumento funerario, sino que, además, debe ser restaurado y ser punto central de una verdadera ruta de interpretación de lo que fue la batalla de Santander y la caída del Frente Norte durante la guerra civil española.

«Son innumerables los restos que aún sobreviven al paso del tiempo y que en manos de profesionales servirían para vertebrar una ruta cultural de primer orden que también relanzaría una zona muy castigada económicamente. La asociación apoyará cualquier iniciativa en este aspecto y brinda su colaboración para defender y preservar nuestro patrimonio histórico lejos de intereses cainitas y sectarios», explican por medio de un comunicado de prensa.