La Plataforma ciudadana 'Salvar la Magdalena' cree que la recolocación estacional de las arenas --los conocidos 'rellenos'-- dentro de los límites de la playa es la "fórmula más eficaz, económica y menos dañina para el equilibrio medioambiental y la calidad paisajística" de estos enclaves.

Así lo ha reiterado, en un comunicado, este colectivo ciudadano ante la polémica suscitada entre la Demarcación de Costas en Cantabria con el Ayuntamiento de Santander sobre la reposición de arenas en las playas de la ciudad.

Para la plataforma, la "falta de diálogo" entre instituciones, la "disputa" sobre la fórmula de tramitar dichas actuaciones, la "tardanza" en su puesta en marcha y la "total falta de coordinación" pone en evidencia "una total carencia de planificación y de criterios para la conservación y mantenimiento de los arenales bajo las premisas de su salvaguarda ecológica y conservación paisajística".

El colectivo ha recordado que, desde su creación, viene manteniendo la necesidad de crear órganos de gestión general del estuario para coordinar las actividades que coexisten en todo el ecosistema y gestionar y planificar las acciones a lo largo del tiempo, con el asesoramiento científico adecuado y con la participación de colectivos ciudadanos, para defender su salud medioambiental y valores paisajísticos.

Este colectivo, que ha protagonizado varias protestas en contra de la construcción de los espigones de Peligros y La Magdalena, defiende que para el mantenimiento de las playas se debería continuar con la misma técnica utilizada durante décadas "de manera satisfactoria" con el fin de facilitar su uso ciudadano durante la temporada de baños, consistente en el movimiento superficial de arenas dentro del mismo arenal para equilibrar la arena que la mar desplaza durante los temporales de invierno.

Ha defendido que los movimientos de arena han de realizarse dentro de los límites del propio arenal, retirándose donde hubiera una excesiva acumulación para trasladarlo allá donde sea imprescindible, en favor
de la seguridad y el mínimo perjuicio a los usuarios.

En cualquier caso, ha aclarado su postura de que estos movimientos "han de limitarse a lo estrictamente indispensable y bajo asesoramiento científico, que vele por la mínima afección al ecosistema del arenal".

Para este colectivo, la instalación del espigón en La Magdalena ha probado "su total ineficacia" y ha advertido de que la pérdida de arena ha sido "notoria" aflorando muelles enterrados durante décadas que muestran cuál era el nivel original de la playa.

"Queda así en evidencia que la reposición estacional de la arena es la fórmula más eficaz, económica y menos dañina para el equilibrio medioambiental y la calidad paisajística de la ensenada, y la que mejor permite su sostenibilidad y mantenimiento periódico. Ello aliviaría la
precaria situación actual de la playa, hasta la próxima retirada del aberrante y dañino espigón", ha defendido.

También ha criticado que la paralización de los trabajos de ejecución de los espigones se ha realizado sin retirar los acopios, algo que, a su juicio, es una "muestra evidente del abandono y desidia" de una situación que sufren los ciudadanos y que --dice-- "además de ofrecer una imagen degradada y desagradable, dificulta el acceso a las personas, con rocas tiradas en medio del arenal que llegan a resultar peligrosas".

Respecto al resto de las playas de la ciudad, fundamentalmente en la Segunda del Sardinero, la plataforma advierte que la pérdida de arena es "notoria y compromete la seguridad de su acceso, debido a los efectos que provoca el propio muro del paseo que cierra la playa por el norte".

Por ello, considera que es preciso realizar un estudio científico
para contener la erosión del extremo del arenal, con la menor afección medioambiental y el mínimo impacto paisajístico.