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El Diario de Cantabria

El Obispado controlará el aforo en la celebración de la Bien Aparecida

El santuario, con un aforo de 86 personas, se abrirá a las 7.45 horas y habrá celebraciones a las 8.00, 10.00, 14.00, 16.00 y 18.00 horas  a misa mayor de las doce podrá escucharse desde el exterior

El vicario general, Sergio Llata, el obispo Manuel Sánchez Monge y el vicario de Pastoral, Ricardo Alvarado. / hardy
El vicario general, Sergio Llata, el obispo Manuel Sánchez Monge y el vicario de Pastoral, Ricardo Alvarado. / hardy
El Obispado controlará el aforo en la celebración de la Bien Aparecida

El Obispado de Santander controlará el aforo en la celebración, el 15 de septiembre, de la patrona de la Diócesis y de Cantabria, la Bien Aparecida, tanto en el acceso al recinto de Marrón como al propio santuario, donde será obligatorio el uso de mascarilla y la distancia de seguridad. Así se ha anunciado en una rueda de prensa en la que han participado el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, el vicario general, Sergio Llata y el vicario de Pastoral, Ricardo Alvarado.

Llata ha explicado que la nueva normalidad ha llevado a realizar algunos cambios en la celebración de la Patrona el próximo martes, como trasladar la misa mayor, que presidirá el prelado y será transmitida por televisión, del exterior al interior del templo, donde además se celebrarán Eucaristías cada dos horas, entre las 8.00 y las 18.00 horas. Así, el santuario, con un aforo de 86 personas, se abrirá a las 7.45 horas y habrá celebraciones a las 8.00, 10.00, 14.00, 16.00 y 18.00 horas. La misa mayor de las 12 podrá escucharse desde el exterior.

También se ha suspendido este año, de forma extraordinaria por la crisis sanitaria, la procesión de las antorchas que se celebra la víspera de la fiesta, mientras que la ofrenda floral que también realiza el día 14 el pueblo de Laredo se reduce a un «grupo simbólico» de personas, entre ellas la alcaldesa, Charo Losa.

vallado. El día de la festividad, vigilantes de seguridad privada controlarán las entradas y salidas a la explanada, que se vallará con el fin de garantizar el aforo. Será obligatorio llevar mascarilla y habrá gel hidroalcohólico para desinfectarse las manos. La comida de hermandad tampoco se celebrará. Dentro del templo, los voluntarios indicarán a los fieles dónde pueden sentarse. Entre misa y misa, hay dos horas durante las cuales se desinfectará la iglesia, a la que se podrá entrar a orar. Por otra parte, ante el inicio del curso, el obispo ha apostado por la actividad presencial y ha invitado a «todos a que se vayan incorporando», siempre manteniendo las medidas de seguridad.

Sánchez Monge ha destacado que la Diócesis ha venido trabajando en preveer cómo adaptarse a la nueva situación y ha subrayado que en este comienzo de curso «muy especial» hace falta «un suplemento de ánimo y esperanza», por lo que ha apelado a «echar mano de la creatividad» para adaptarse a los cambios. Tanto los saceradotes como la gente de pastoral tienen que volver a las actividades «sobre todo presenciales» porque «la Iglesia es la familia de los hijos de Dios» y para participar en la eucaristía, ha dicho, si bien ha apuntado la posibilidad de «combinar» lo presencial con la vía telemática, como ya sucedió en el confinamiento. Frente al «miedo al contagio» que tienen las personas mayores de volver a las iglesias, aunque «la gente se va incorporando poco a poco a la eucaristía», el obispo ha subrayado que la Diócesis de Santander «se está esforzando para cumplir todas las normas y que no haya peligro de contagio».

Medidas de seguridad en los centros parroquiales. Por su parte, el vicario de Pastoral ha explicado que se han adaptado las normas de vuelta al curso de la Consejería de Educación publicadas en el Boletín Oficial de Cantabria el 31 de agosto a la «peculiaridad» de los centros parroquiales, donde se garantizará la distancia de seguridad limitando el aforo, habrá medidas de higiene y será obligatoria la mascarilla.

Entre otras medidas, ya conocidas por la vuelta al colegio, para el nuevo curso pastoral las familias de los menores deberán firmar una declaración responsable.

Para las catequesis, donde prevalecerá la presencialidad, hay una serie de recomendaciones específicas, como grupos más reducidos. «Lo más importante es la atención; que las familias y los niños se sientan acompañados lo más posible», ha subrayado el vicario.

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