El camarero de Santander acusado de agredir a un cliente con el que había iniciado una discusión ha reconocido este martes los hechos y ha aceptado un año y seis meses de cárcel en el juicio contra él, celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria.

En la vista, desarrollada en la Sección Primera con conformidad de las partes, también ha aceptado indemnizar a la víctima con 4.785 euros, y al Servicio Cántabro de Salud (SCS) con 165 euros.

El hombre ha sido condenado por un delito de lesiones pero sin aplicarse la circunstancia agravante de reincidencia como solicitaba inicialmente la fiscal, porque había sido condenado en 2017 por el mismo ilícito y ya no sería computable.

La representante del ministerio público interesaba al principio dos años de prisión y el pago de 9.932 euros al agredido, por las lesiones causadas, las secuelas, el perjuicio estético, el tratamiento odontológico -perdió dos dientes- y los desperfectos en las gafas.

La acusación particular, que ejerce el lesionado, pedía una indemnización similar a la de la Fiscalía, pero una pena privativa de libertad superior: cuatro años, es decir, el doble de tiempo.

Según la acusación pública, el enjuiciado se encontraba trabajando como camarero en un bar de la ciudad, en la zona de Cuatro Caminos, cuando, tras una discusión con un cliente, "le acometió violentamente con ánimo de menoscabar la integridad física".

En concreto, relata que le propinó puñetazos en el rostro que le rompieron las gafas y le causaron un traumatismo facial con contusión nasal y pérdida de dos incisivos superiores, así como una contusión en un hombro y herida en la falange de una mano.