El PRC ha registrado sus propuestas para el segundo plan de acción turística de Santander, en las que plantea que la oferta de la ciudad se integre en la de la comunidad y que la capital de Cantabria se convierta en el "epicentro" de la estancia turística de la región. Pero también se ofrece a una posible moción de censura con el PSOE y sus posibles aliados. 

Además de lanzar esta bomba al tablero político, los regionalistas proponen una serie de "proyectos tractores" del turismo que, según su portavoz en el Ayuntamiento de Santander, José María Fuentes-Pila, están "ausentes" en el plan que ha presentado el equipo de gobierno.

A su juicio, este plan es más riguroso que el primero, que se lanzó en 2015 y era "marketing político", pero le faltan proyectos y una estrategia para romper la estacionalidad, uno de los principales problemas de la ciudad en este ámbito.

El PRC ha presentado, en rueda de prensa, sus sugerencias una vez finalizado, este mismo viernes, el plazo para presentar alegaciones al plan, que serán analizadas en 15 días por los grupos en comisión.

Una de sus propuestas es aprovechar "la palanca de la marca paleolítico" en Cantabria, una de las regiones con mayor oferta como destino rupestre de Europa, articulando lanzaderas que conecten la ciudad con el Pendo, la Garma, El Castillo, o Altamira.

Otro de los ejes para impulsar el turismo que plantean es el surf, aprovechando el auge de este deporte y la creación de un centro multifuncional en el edifico Rema.

Proponen también convertir la ciudad en un destino atractivo para el turismo de autocaravanas, dotándola de nuevas áreas bien conectadas, y fomentar el ecoturismo, partiendo de las potencialidades que ofrece el parque litoral norte y la bahía de Santander.

Entre sus sugerencias, está además la apuesta por el turismo familiar, haciendo una ciudad más accesible y poniendo en marcha el plan para cubrir parques que han propuesto los regionalistas.

En el ámbito de la cultura, propone dotar a la ciudad de un gran teatro municipal en el Casino, y plantea asimismo acciones para que Santander se convierta en referente del Camino del Norte y del Lebaniego, y para mejorar el posicionamiento de la ciudad como destino de negocios y eventos, bajo una estrategia adaptada a circunstancias de la pandemia.