En una reciente reunión entre las gerencias del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y representantes sindicales de ASUAP y de CISF, se discutieron las preocupaciones que rodean a los SUAP. Margarita Ferreras, portavoz sindical, expresó su descontento por la falta de respuesta de la Administración a las demandas que se vienen planteando desde hace tiempo.

Uno de los principales problemas que enfrentan los profesionales de los SUAP es la falta de planificación y medidas concretas por parte de la Administración para abordar la escasez de personal y la dificultad para cubrir vacaciones y permisos. Ferreras destacó que no se vislumbra ningún plan para paliar el déficit de profesionales, lo que genera incertidumbre y malestar entre los trabajadores.

En este sentido, los sindicatos han presentado propuestas concretas para resolver estos problemas. Entre ellas, se destaca la equiparación de las retribuciones por guardias entre los médicos de equipo y los profesionales de SUAP, ya que actualmente estos últimos reciben un pago inferior. También solicitan un plan para garantizar la cobertura de sustituciones y vacaciones, así como la implementación de compensaciones e incentivos económicos para los profesionales afectados. La falta de respuesta y planificación por parte de la Administración ha generado preocupación entre los sindicatos, quienes temen que esto afecte la calidad del servicio durante la Semana Santa, período en el que los centros de salud permanecen cerrados y los SUAP asumen una carga de trabajo adicional.

Ante la falta de avances, CSIF y ASUAP han establecido el 14 de marzo como fecha límite para que la Administración presente propuestas concretas y soluciones a los problemas planteados. En caso de no recibir una respuesta satisfactoria, los sindicatos consideran la posibilidad de convocar una huelga durante la Semana Santa para llamar la atención sobre estas cuestiones.

La situación se agrava aún más por la falta de información sobre cómo se va a cubrir el período festivo, lo que genera incertidumbre entre los profesionales de los SUAP. Ferreras advierte que no se puede castigar al personal impidiéndoles tomar vacaciones, y destaca que este problema es una preocupación de larga data que la Administración aún no ha abordado adecuadamente.