En un emotivo mensaje que ha conmovido al mundo, Lyudmila Navalnaya, madre del difunto disidente ruso Alexei Navalny, ha exigido al presidente Vladimir Putin la entrega del cuerpo de su hijo para poder realizar un entierro digno. Navalny, quien fuera uno de los críticos más vocales del Kremlin, falleció en circunstancias misteriosas en la colonia penal "Lobo Polar", ubicada en el remoto norte de Rusia.

"Déjame ver por fin a mi hijo", clamó Navalnaya en un desesperado vídeo publicado el martes, frente a las puertas de la prisión donde su hijo colapsó y perdió la vida el pasado viernes. La tragedia ha desatado una ola de indignación internacional y pone en el punto de mira las prácticas penitenciarias y la represión política en Rusia.

Lyudmila Navalnaya no ha visto a Alexei desde su muerte y afirma que las autoridades se han negado a entregar el cuerpo de su hijo o a informarle de su paradero. Su petición directa a Putin refleja la desesperación de una madre por obtener cierre y justicia para su hijo, cuya condena ella y muchos alrededor del mundo consideran políticamente motivada.

Este caso ha captado la atención de medios internacionales y activistas de derechos humanos, quienes exigen una investigación transparente sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Navalny. La comunidad internacional observa atentamente, esperando la respuesta de Putin a este conmovedor llamado a la humanidad y la justicia.

La historia de Alexei Navalny no solo es la de su lucha contra la corrupción y por la democracia en Rusia, sino también la de su familia, que ahora busca despedirse de él con el respeto y la dignidad que merece. La respuesta del Kremlin a esta solicitud no solo definirá el legado de Navalny sino también la imagen de Rusia ante los ojos del mundo.