Explorar Santander es sumergirse en una experiencia multisensorial que va más allá de sus magníficos paisajes y monumentos. Conocer esta región norteña implica también deleitarse con su rica tradición gastronómica.

En la capital cántabra, los bares y restaurantes no solo ofrecen la esencia auténtica de la cocina local, con platos tradicionales como el cocido lebaniego o montañés, exquisitas carnes, pescados y mariscos, y postres que despiertan los sentidos, sino que también invitan a descubrir una amplia variedad de pinchos y tapas.

A diferencia de otras ciudades, en Cantabria el tapeo es una experiencia única. Aunque no existe la tradición de incluir una tapa con cada bebida, como en el País Vasco o Madrid, podemos encontrar barrios y calles que son verdaderos paraísos para probar diferentes tapas y pinchos típicos.

Hoy queremos llevarte a descubrir una de estas zonas imprescindibles para los amantes del tapeo en España.

Si eres un auténtico amante de las tapas y los pinchos tradicionales, no puedes dejar de visitar la Plaza de Cañadío, la joya culinaria de Santander. Ubicada cerca del Paseo de Pereda y rodeada por calles emblemáticas como Hernán Cortés, Daoiz, Bonifaz, Santa Lucía y Peña Herbosa, esta zona es el paraíso de los paladares exigentes.

Aquí encontrarás una gran variedad de terrazas, bares y restaurantes que ofrecen la gastronomía tradicional cántabra, acompañada del clásico vermut y de esos deliciosos pinchos y tapas que tanto se disfrutan.

Una parada obligatoria en esta zona es el reconocido restaurante Cañadío, famoso por su amplia variedad de tapas y por tener una de las tortillas de patata más deliciosas de Cantabria y España. Ganadora del título en el año 2023, esta tortilla se distingue por utilizar la variedad de patata Monalisa y aceite de arbequina, logrando una jugosidad única que cautiva tanto a locales como a turistas.

Pero Cañadío no es el único lugar destacado en esta área de tapeo santanderino. Otros locales recomendados son La Conveniente, La Esquina del Arrabal, Mesón Rampalay, La Catedra y Casa Ajero, entre otros.

Además de la Plaza de Cañadío, Santander ofrece una amplia variedad de locales y zonas perfectas para disfrutar del arte del tapeo y de la deliciosa cocina cántabra. Entre estas destacan:

El Sardinero: Reconocida por su playa y la pesca de sardina, esta zona alberga una variedad de restaurantes frente al mar, establecimientos informales en la calle Joaquín Costa y propuestas gastronómicas dentro de los hoteles.

Calle Vargas y San Fernando: Ideal para tapear antes de disfrutar de la vida nocturna de Santander, ofrece opciones asequibles y auténticas.

Barrio Pesquero: Aunque no destaque por su belleza, este barrio ofrece una enorme oferta gastronómica de calidad, con opciones para todos los gustos y presupuestos.