En el pintoresco municipio de Ampuero, Cantabria, se encuentra un auténtico paraíso para los amantes de las croquetas. En este encantador pueblo, donde la historia se entrelaza con la gastronomía, se alza un restaurante familiar que ha conquistado los paladares más exigentes con su exquisita propuesta culinaria.

Este restaurante, ubicado en una antigua mansión de estilo indiano y regentado por la cuarta generación de una familia dedicada a la cocina, es reconocido por servir unas de las mejores croquetas de Cantabria y de España. Desde su transformación en bar y restaurante en 1974, ha sido un punto de referencia gastronómico en la región, atrayendo a comensales ávidos de saborear sus delicias.

A la cabeza de la cocina se encuentra el chef con estrella Michelín, Nacho Solana, un apasionado culinario que se dedica a ensalzar la frescura y calidad de los ingredientes locales en cada plato que sale de sus fogones. Su hermana, Inma Solana, también forma parte del equipo, contribuyendo al éxito del restaurante con su dedicación y talento.

Un placer para el paladar

Entre las especialidades de la casa, destacan las afamadas croquetas de Nacho Solana, reconocidas en 2017 como las mejores croquetas de jamón del mundo en Madrid Fusión. Estas croquetas, disponibles en la carta del restaurante, son una verdadera delicia que combina el sabor ibérico del jamón con la cremosidad de la bechamel y la calidad de los lácteos regionales.

Pero La Solana no se limita a las croquetas; su carta ofrece una amplia variedad de platos que fusionan la tradición culinaria con la innovación. Desde anchoas de Santoña hasta chuletas de vaca vieja, pasando por buñuelos de bacalao y cocido montañés, cada elección promete una experiencia gastronómica inolvidable.