Desde que escapó con todo el botín de El Sardinero en la primera jornada, el Villarreal B ha vivido en una realidad bien diferente a la que ha transitado el Racing. Ambos venían del mismo lugar, de Primera Federación, pero el filial amarillo ha caminado como si llevara toda la vida en el fútbol profesional. Ha coqueteado con las plazas del playoff y ha comenzado la jornada de este fin de semana en duodécima posición, pero sólo tiene cuatro puntos más que el conjunto cántabro. Las matemáticas son fáciles. Esto quiere decir que si los hombres de José Alberto son capaces de ganar, se pondrán a solo uno y se pondrán a la altura de un contrincante que parecía tener un coche mejor. Hoy puede ser un día propicio para, en definitiva, alcanzar un vagón intermedio donde, sobre todo, hay muchos equipos en pocos puntos. Y de ahí es siempre más fácil pescar algo positivo.

El partido es a las nueve de la noche. Otra vez que toca jugar con nocturnidad. Falta la alevosía. La primera vez que ambos se vieron las caras hacía un sol radiante, la afición acudió en manga corta y a unos metros del estadio había mucha gente en la playa. Han pasado seis meses de aquello. Caprichos del calendario asimétrico, pero el Racing está ante una buena oportunidad de dejar prácticamente cerrado el círculo y conseguir empezar de nuevo su particular baile con el Villarreal B. Está el conjunto cántabro, de hecho, ante una fase del calendario con tres partidos consecutivos que si es capaz de negociar bien tendrá mucho ganado.

El primero es hoy. Partido a partido. Así les gusta. El filial castellonense afronta el encuentro tras dos derrotas consecutivas tras perder 0-2 contra el Granada y 2-1 contra el Mirandés. Viene siendo un equipo un tanto irregular en cuanto a los resultados se refiere pero eso es algo que va con la juventud que caracteriza a su plantilla. De El Sardinero se fue con un 0-2 aquella lejana tarde estival pero no lo mereció. Lo justo quizá habría sido el empate pero acertó con dos golpes de calidad en el descuento que impidieron al conjunto cántabro comenzar con buen pie su historia. Aún tardaría en dar sus primeros pasos.

El Villarreal B se está comportando como lo que se puede esperar de un filial del club amarillo. No se ha arrugado a pesar de estar en la categoría de plata y propone un fútbol pelotero, de no rifar demasiado y encontrar la mejor manera de llegar a sus jugadores de más talento aunque haya que dar muchas vueltas para conseguirlo. En definitiva, puede ser un equipo que se le dé bien al Racing, que le permita sacar a éste el juego que más le gusta. El segundo equipo villarrealense es un gran equipo pero puede ser un rival propicio para el conjunto cántabro.

Cuando mejor están los hombres de José Alberto es cuando pueden sacar su presión adelantada y agresiva, con posibilidad de robar en campo rival y coger con el pie cambiado a su oponente. El Leganés también se lo permitió y de ahí los buenos minutos que llegó a acumular contra el conjunto madrileño. Por eso se pueda prever para esta noche una versión atrevida del Racing, una versión en la que salga a provocar que sucedan cosas cerca del área rival. Es cuando mejor se siente y cuando mejor le salen las cosas. Es fundamental actuar con personalidad.

El entrenador está de enhorabuena porque su listado de bajas está más relajado que la semana pasada. Entonces, llegó a acumular hasta siete ausencias y hoy al menos recupera a Jorge Pombo y a Juergen, que no jugaron contra el Leganés por sanción, y a Matheus, que no lo hizo por lesión. Son tres futbolistas que venían ocupando el carril central del equipo, hombres importantes en los planteamientos del entrenador ovetense. No hay duda de que los dos primeros van a ser titulares mientras que el delantero brasileño, con el que no se quiere correr demasiado riesgo, es posible que comience en el banquillo.

La vuelta de Pombo supondrá también la devolución de Iñigo Vicente al carril izquierdo. El vizcaíno se lució desde la media punta el pasado lunes pero ahora volverá a una posición donde cuesta más ser protagonista. Hay quien ha planteado la posibilidad de que se quede en la zona central para que juegue por dentro pero el entrenador lo tiene claro. A sus jugadores más talentosos quiere tenerlos en el campo y hay que encontrar la manera de hacerlo. Y sabe que el futbolista maño sólo puede ser media punta porque por banda ni le gusta ni es tan buen futbolista. Por su parte, el de Derio prefiere colocarse en la izquierda, por lo que hay poco que hablar. Lo importante es que ambos se encuentren y se asocien.

Hoy estarán los cuatro medio centros disponibles. Están todos a buen nivel pero parece poco probable que no vayan a ser Íñigo y Juergen quienes jueguen de partida. Aldaroso está también en un gran momento de forma y Fausto Tienza confirmó el lunes que está para lo que le pidan. Bendito problema, que diría todo entrenador, pero no les puede poner a todos, sino a lo su que en mejor medida puedan incomodar más el juego del Villarreal B.

El pasado lunes por fin volvió a marcar gol un delantero. El Racing lo necesita y por eso es probable que Roko Baturina repita en el once inicial por mucho que José Alberto le diera un pequeño palo en su rueda de prensa del pasado viernes. No quiere que se relaje, que piense que ya está y que los goles y las titularidades van a venir solas. No funciona así. De hecho, tiene una competencia feroz por detrás. Cuenta el técnico verdiblanco con cuatro delanteros para una posición que sólo ocupa un futbolista. Será importante acertar porque será complicado que no lo haga el oponente, que tiene mucha artillería arriba aunque está pendiente de lo que les deja Quique Setién, que suele echar mano del segundo equipo para completar el suyo. Cuantos más se lleve, pues mejor.