José Alberto va a tener que alterar mañana su defensa por vez primera desde que llegó. Nunca lo ha dudado: sus centrales son Germán y Rubén Alves. En el segundo también confiaba plenamente su antecesor en el cargo, pero al primero lo recuperó para la causa después de pasarse varios meses en el dique seco. Ni siquiera algunos errores puntuales aunque muy groseros por parte de alguno de los dos elegidos ha alterado esa decisión por mucho que tuviera en la recámara un trío de solventes defensores esperando su oportunidad. Ha tenido que ser, de hecho, la baja de uno de los titulares la que conceda dicha oportunidad a alguno de ellos.

Alves no podrá jugar en Burgos porque el pasado fin de semana vio la quinta cartulina amarilla. Le va a venir bien parar porque no estaba bien. Ha entrado en un pequeño agujero que amenaza con no permitirle culminar a lo grande la mejor temporada de su vida. O no, ya que a buen seguro que volverá con la confianza de que todo quede un un bache y pueda ser, a partir del encuentro ante el Albacete, el que venía siendo hasta hace apenas un mes. 

Hay un dato que resulta significativo en este sentido: en 28 jornadas, el defensor hispano brasileño había visto sólo dos amarillas y en las cuatro últimas tres. Y ni siquiera han sido partidos en los que el rival haya sometido al conjunto cántabro y lo haya metido en su propia área. No estaba tan rápido, no llegaba tan pronto y, en definitiva, tenía menos confianza. Por eso ha sido el primer central en alcanzar las cinco amonestaciones.

No hay duda de que el elegido para jugar junto a Germán en sustitución de Alves va a ser Pol Moreno, ya que ha venido siendo el tercero en la fila para José Alberto. No hay buenos precedentes respecto a esta pareja porque sólo han coincidido en Granada y en Tenerife, donde al equipo no le fue nada bien. De lo que hay pocas dudas es de que son una pareja de centrales experimentados y solventes. Ninguno de los dos se caracteriza por su velocidad pero, sobre todo en el caso del catalán, tampoco se puede decir que sea lento. De hecho, hasta la llegada de José Alberto había aportado al Racing una temporada y media de rendimiento sobresaliente. En Burgos por fin podrá demostrar que no se le ha olvidado jugar.

Pol Moreno y Satrústegui para para mal y Saúl y Aldasoro para bien son los que más notaron el cambio de entrenador en diciembre. De hecho, el catalán pasó de jugar los 90 minutos en los primeros 19 partidos ligueros y de ser titular en las veinte primeras jornadas para, a partir de ahí, aparecer sólo a cuentagotas. Con José Alberto ha participado en media docena de encuentros pero, salvo en la visita del Tenerife a El Sardinero, cuando entró en el minuto ochenta, sólo ha aparecido en los descuentos para cerrar partidos con resultados favorables.

Mañana tendrá su momento. Para Fernández Romo, sus últimos equipos, también el Racing, eran Pol Moreno y diez más. Era, como se suele decir, la prolongación del entrenador en el campo, pero ahora le está tocando tener un rol que le habrá cogido con el pie cambiado porque había rendido a un gran nivel en la primera vuelta, en la que el equipo destacó, sobre todo, por su faceta defensiva. Sin embargo, José Alberto apostó por Germán por, sobre todo, su mayor teórica solvencia con balón.

Ayer el andaluz se tuvo que retirar del entrenamiento antes que los demás con algunas molestias, por lo que puede ser que el técnico incluso tenga que tirar del fondo de armario más de lo que había pensado. Desde el club afirmaron que dichas molestias no tendrían consecuencias pero el partido contra el Burgos es mañana mismo, por lo que será vital saber cómo se presenta hoy en La Albericia. Lo mejor de todo es que José Alberto cuenta con materia prima suficiente como para no llorar la ausencia de ningún central.

Más allá de Pol Moreno, el técnico asturiano aún tiene en la recámara a Eneko Satrústegui y a Álvaro Mantilla, que aún están esperando su oportunidad. El navarro sí ha jugado con José Alberto de inicio aprovechando una lesión de Saúl, pero después le tocó parar a él por la misma razón y apenas pudo disfrutar de la situación. Con todo, su actual entrenador siempre le ha considerado más un central que un lateral, pero no ha tenido la oportunidad de jugar en el centro de la retaguardia porque, hasta la fecha, sólo ha habido oportunidad para Pol Moreno, que era el elegido para cerrar partidos formando líneas de cinco. En el caso de que Germán no pueda jugar, quizá se podría ver una zaga formada por el catalán y el pamplonés, algo que no se ha visto desde septiembre de 2021.

Yeray, “muy contento y muy feliz”

Quien confía en mantener en Burgos un sitio en el once es Yeray, que fue el primer elegido para ocupar la vacante que dejó la lesión de Mboula. El canterano reconoció tras el entrenamiento de ayer estar satisfecho de cómo le van las cosas porque “poco a poco” va entrando “un poco más en el juego y en todo”. “Estoy muy contento y muy feliz y espero seguir para conseguir un poco más”, apuntó un jugador que le ha entrado por los ojos a José Alberto. Considera que van a llegar “muy preparados” al partido de mañana tras la buena semana de trabajo. Y en El Plantío confían estar a la altura de toda esa gente que se va a desplazar y a quien querrán “dedicar la victoria”. “Para nosotros es una locura que todo el racinguismo se desplace para apoyarnos y la mejor forma de agradecerlo será ganando”, insistió. Jugarán sin conocer los resultados de sus rivales directos pero cree que eso les debe “dar igual”, ya que están “centrados” sólo en sí mismos. “Nosotros tenemos que sumar nuestros puntos y ya está”, resalta.