El acuerdo con Sekou y el Valladolid, que es quien lo cede durante una temporada, se cerró durante el fin de semana. El delantero viajó el lunes a Santander, se hizo las primeras fotos en las entrañas de Los Campos de Sport y ayer por la mañana se presentó en sociedad. Son siempre horas intensas para un recién llegado porque se ha de instalar, encontrar un piso que se adecue a sus gustos y expectativas y, para colmo, debe estar en modo competición, ya que no ha aterrizado en el Racing en pretemporada, sino con la temporada ya lanzada y con la plantilla pidiendo socorro, auxilio y alguien que meta goles. Para eso ha llegado él. A sus nuevos compañeros los conoció en el entrenamiento vespertino mientras que es más que probable que el sábado por la noche debute en el Heliodoro Rodríguez López. Incluso podría hacerlo de titular. Son días intensos para él.

«Me encuentro muy bien y con mucha confianza», aseguró el espigado delantero de casi 1,90 nada más ponerse a disposición de los medios de comunicación. No dijo estar «bestial» como Mboula pero es probable que llegue incluso mejor que él porque viene de estar completamente integrado en la pretemporada de un equipo de Primera División como el Valladolid. No ha estado al margen y a la espera de que encontrara un equipo donde continuar con su carrera, sino que ha entrenado, ha jugado e incluso llegó a disputar media hora contra el Villarreal en la primera jornada. Si Fernández Romo quiere, le tendrá el primero en la fila para el partido contra el Tenerife porque, además, cuenta con toda la semana por delante para trabajar con él.

Esto último marca una diferencia con las últimas experiencias de Sekou, ya que diferentes problemas físicos le habían impedido realizar la pretemporada con normalidad, por lo que ya empezaba lastrado, con el gancho y a remolque. Él mismo explicó ayer que sus complicaciones fueron tanto musculares como óseas pero, al parecer, han desaparecido. «Me encuentro muy bien, con confianza en el apartado físico y con ganas de venir, empezar y aportar al equipo», resumió el ariete de ascendencia senegalesa.

Fueron muchos los que llamaron a su puerta una vez que se conoció la intención del Valladolid de cederle esta temporada. Él, sin embargo, se decantó por el Racing, «un club histórico», como gusta recordar a todo el que se presenta como nuevo futbolista verdiblanco. Aseguró que no necesitaron demasiados recursos de persuasión para convencerle porque, además, también le gustó «el proyecto» que le presentó Mikel Martija. «Ha sido fácil. La verdad que tuve muchas opciones para fichar por otros equipos pero he venido aquí con convicción», zanjó el nuevo delantero del Racing.

Lo cierto es que desde aquel arranque del curso 19-20 tan espectacular en el que incluso marcó un gol de última hora al Racing que le privó de una victoria que, quién sabe, quizá hubiera cambiado las cosas, su trayectoria ha sido un tanto extraña con un amago de venta a Arabia Saudí, el fichaje por el Valladolid o las cesiones en el Fuenlabrada y en el Málaga. Ha vestido muchos colores sin terminar de asentarse y sin encontrar puerta con tanta facilidad como lo hizo en aquellos meses de hace tres años. Sekou no le da muchas vueltas y se limita a recordar que son «circunstancias que suelen pasar en el fútbol». «Al final, no he tenido la oportunidad de tener continuidad por un tema de lesiones o de decisiones», explicó.

Tiene asumido el punta verdiblanco que el fútbol puede aportar material cargado de romanticismo pero «no todo puede ser un camino de rosas». Lo que espera es que la suerte cambie en el presente curso en Santander y que todo «vaya bien esta temporada para poder aportar» y «demostrar» que aún sigue siendo «ese jugador que puede ayudar al equipo». Éste le necesita, así que ojalá se cumplan sus mejores y más ambiciosos deseos.

competencia. Aterriza el delantero nacido en Granollers en un equipo que no ha sido capaz de marcar ni un gol en las tres jornadas que se han disputado ya en el presente curso, lo que podría añadir presión al último delantero en fichar, que siempre parece que va a ser el que va a resolver todos los problemas. Rara vez sucede porque el gol no es cosa de uno, pero, aún así, Sekou dice estar «motivado». Para empezar, conoce la plantilla y quiénes van a ser sus compañeros y ya prevé que se va a producir «una competitividad sana» por ver quién juega. En concreto, destaca que Matheus «viene de hacer temporadas buenas» mientras que recordó que Cedric ya fue «el máximo goleador» del curso pasado en el conjunto cántabro.

«Hay buena plantilla y buenos delanteros», arengó el último en llegar. Por eso no cree que haya que ponerse excesivamente nervioso por el mal arranque, en cuanto a resultados se refiere, que está firmando el Racing tras encajar tres derrotas en otros tantos partidos. Recordó Sekou, que conoce bien tanto la categoría de bronce de donde procede su nuevo equipo como la Segunda División, que es donde está ahora, que se trata de «una categoría nueva» para muchos. Por eso es tiempo de «adaptarse en estos primeros partidos». Tiene muy claro que el gol llegará porque, además, «ya sabemos cómo son los delanteros, que cuando metes uno todo te viene de cara». Todo es empezar. Lo que hay que hacer es eso: empezar.

Antes de llegar a Santander y cuando el jugador estaba deshojando la margarita para decantarse por alguna de las ofertas que tenía, ya pudo hablar con Fernández Romo. ¿Y qué le va a pedir? «Que sea yo, que explote todas mis virtudes y, de cara al equipo, que ayude en lo que me pida y con lo que pueda dar». Ya advierte de que está dispuesto a colaborar ya sea jugando o «en el banquillo». Lo que toque. Ese, al menos, es el mensaje que le toca dar a todo futbolista porque si algo han dejado claro los responsables de confeccionar el proyecto deportivo y los veteranos del vestuario es que los valores y el buen ambiente dentro del mismo no se negocian.

Son cuatro los delanteros con los que se va a quedar Fernández Romo y lo cierto es que cada uno tiene características diferentes. Matheus tiene poco que ver con Cedric y Peque con ninguno de los dos. Ahora llega Sekou, un tipo corpulento que añade la posibilidad, por ejemplo, de jugar un fútbol más directo. A este último le parece bien porque entiende que «en una plantilla hay que tener muchas variedades». Considera que «cada uno puede aportar algo diferente y eso es importante en una categoría que, sobre todo, es muy larga». «Se van a necesitar muchos tipos de jugadores», precisa. Con todo, incluso sin estar él todavía, ha visto «bien» al equipo en las primeras jornadas al haber habido partidos «en los que se ha merecido mucho más». Con todo, recordó que es Segunda División y que esta larga historia «acaba de empezar». Y tiene clara una cosa: «Lo vamos a sacar adelante».