Era un día para, por encima de todo, valorar la victoria y el hecho de haber culminado la primera vuelta con 37 puntos, que, en opinión de Fernández Romo, son «números de campeonato», lo que le deja «satisfecho». En cuanto al partido en sí, afirmó tras el mismo que no había visto al equipo «ni pastoso ni con fortuna» por haberse llevado la victoria con su único lanzamiento entre palos. «Ojalá tuviéramos más suerte porque en vez de 37 puntos tendríamos 46», precisó. Lo que había visto era «un partido muy difícil y muy disputado» que sus hombres habían conseguido sacar adelante.

«En la primera parte hemos estado incómodos, lo que también era resultado del buen hacer del rival», afirmó el entrenador verdiblanco. Recordó que el Logroñés les había «apretado arriba», algo que también había intentado su equipo para «jugar en su campo», lo que facilita que el rival «genere situaciones» de gol. Con todo, subrayó que en el segundo tiempo lograron cambiar la historia y los suyos dieron «un paso adelante en circulación y en posesión y también metiendo más gente por delante», lo que, por naturaleza, «supone un riesgo» como el que provocó el mano a mano de Sandoval: «Nos viene porque coge a todo el equipo en campo contrario intentando robarla».

Puso en valor Fernández Romo lo «muy bien» que entró al partido Manu Justo. «No sólo por el gol, sino porque también generó movilidad y consiguió que los centrales estuvieran más expuestos y que jugáramos más en su campo», precisó. Con todo, de Las Gaunas sacó más cosas positivas que el hecho de que uno de sus delanteros volviera a ver portería. «Ha habido muchas cosas», apuntó. Y una de ellas fue la gran actuación de Miquel Parera, que fue fundamental para que su equipo no encajara y siguiera metido en el partido.

«Estoy contento de que mi portero haya sido importante para la victoria porque siempre estamos destacando a los porteros de los otros equipos y hay que destacarlo», recalcó el entrenador madrileño. Éste también valoró muy positivamente «la voluntad» que habían tenido sus hombres para sacar adelante un encuentro «en un campo complicado ante un rival que venía de muchos partidos sin ganar, lo que les acelera». Ante eso, percibió a los suyos «muy voluntariosos y con intencionalidad».

Lo que sí echó de menos Fernández Romo fue «finura y acierto para que situaciones bien construidas acaben con un buen centro o un buen tiro». De hecho, no fue capaz ayer el Racing de terminar las jugadas y eso le lastró. Lo que pareció no gustarle demasiado es que se hable tanto de que su equipo vive de la inspiración de sus atacantes porque, en su opinión, es de lo que viven todos. Cree que no habría que interpretarlo «como si fuera algo negativo, sino todo lo contrario». «A partir de ahí -añadió-, lo que hay que conseguir es que a esos jugadores de arriba les llegue el balón en mejores condiciones para que tengan mejores situaciones de gol que generen más oportunidades».

No estuvo ayer Íñigo sobre el terreno de juego, lo que quizá se notó porque su propio entrenador reconoce que es el futbolista que «pega y complementa a todos». Con todo, valoró positivamente el partido de Fausto Tienza y Borja Domínguez. «No les he visto mal», afirmó. Recordó, a su vez, que ambos habían estado «muy acosados por el rival, ya que estaban en inferioridad al estar casi siempre tres contra dos». En lo que va a insistir es en «valorar cuando lo intentan». Sobre todo, en el caso del medio centro gallego, lo que puede suponer «algunas pérdidas» como las que protagonizó en el primer tiempo. «Queremos que sean las menos posibles», concluyó.