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El Diario de Cantabria

Romo y las competencias claras

Fernández romo explica cómo será el método de trabajo del área deportiva con la llegada de manu fajardo | Cada uno tendrá una labor definida dentro de un «trabajo de equipo»

Guillermo Fernández Romo, durante el entrenamiento. / ALERTA
Guillermo Fernández Romo, durante el entrenamiento. / ALERTA
Romo y las competencias claras

Guillermo Fernández Romo sabe que para competir en Segunda División, dentro de una categoría a la que ya llaman profesional, hay que hacer el club un poco más grande. Y eso conlleva aumentar el área deportiva de la que hasta ahora se ha responsabilizado él de manera prácticamente exclusiva junto a Víctor Alonso, que, sobre todo, era el encargado de poner los contratos encima de la mesa. Ahora llega Manu Fajardo, a quien el club concede el cargo de «secretario técnico» aunque nadie sabe muy bien qué significa esto o qué diferencia tiene con un director deportivo. El entrenador madrileño tampoco lo aclara porque, por encima de todo, pone en valor una labor de grupo en la que «cada uno va a tener unas competencias claras dentro de un trabajo que es de equipo».

Fernández Romo valora positivamente la incorporación de Fajardo porque entiende que, a estas alturas, «las estructuras tienen que crecer con recursos humanos y con gente que venga a ayudar a estabilizar y buscar lo que todos queremos en la misma dirección». Esto, en definitiva, va de sumar y no de restar. Como el discurso que suelen utilizar los futbolistas cuando les preguntan sobre su rol dentro de una plantilla. La labor del recién contratado tendrá que ver, sobre todo, con un «contenido en materia de jugadores» que prevé que será «bueno e importante» porque tiene un amplio bagaje en ello y se ha movido de manera habitual por las arenas de la Segunda División.

Lo que no descubre Fernández Romo es quién va a tener la última palabra a la hora de fichar a un futbolista o, en definitiva, quién va a ser el responsable de dar forma a la plantilla. No entra en ese juego porque considera que lo que busca el proyecto puesto en marcha «es unir y no dividir». «Todos somos responsables de las cosas que van pasando», sentencia. «Todos tienen sus competencias porque, al final, yo no le voy a decir al médico si un futbolista tiene una rotura o simplemente un golpe, pero es verdad que todos formamos parte de una misma organización», añade.

Esto no quiere decir que cada uno se esconda detrás del grupo porque Fernández Romo también deja bien claro que cada integrante del cuerpo técnico «tiene las competencias claras y la línea de trabajo a seguir». Todo ello, con el objetivo final obvio cuando hay una pelota de por medio, que es el de «ganar partidos porque, al final, es lo que marca la diferencia y en eso el entrenador sí que puede tener la última palabra». Y es que, además, el técnico verdiblanco aclara que no conoce a «ningún entrenador que esté en sitios relevantes o categorías altas a quien le pongan jugadores que no quiera o no valore». Aclaró así que, por supuesto, su visto bueno será importante porque es él quien debe marcar el juego y las maneras con las que quiere saltar a jugar en la categoría de plata y, en ese sentido, conoce las piezas que necesita. «Por eso es importante el trabajo de todos los implicados y responsabilizados más allá de cómo se llame el puesto de cada uno», subraya.

«Está costando mantener la mentalidad»

Fernández Romo es bien consciente de que su equipo no saldrá a jugar esta tarde en las mejores condiciones para competir. Lo hará mejor que hace dos semanas, pero muy lejos de cómo saltaba a los campos hace un mes. Así, anunció ayer que intentará hacer «la mejor alineación posible pensando en lo futbolístico», en ellos mismos y en que, sobre todo, no se pueden quedar «parados» si el objetivo es «llegar bien preparados al siguiente partido de competición», que será el del tres de junio contra el campeón del otro grupo. De este modo, su trabajo ha sido mantener, en la medida de lo posible, «la mentalidad» competitiva de sus hombres aunque reconoció que estaba «costando mucho». «Tenemos mucho vacío porque la gente ha llegado muy justa», anunció. Y es que, recordó que tras tanto tiempo «tensionado», una vez alcanzado el objetivo «empiezan a surgir los problemas» en forma de pequeñas molestias. Aún así, intentará competir lo mejor que pueda «para dar relación a lo que pasará después dentro de quince días». En el fondo, todos están ya con ganas de vacaciones, que comenzarán ese mismo día tres para volver a los entrenamientos, según anunció ayer, entre el cuatro y cinco de julio.

 

En lo que insiste Fernández Romo es en que él tiene «las ideas clarísimas» sobre lo que el Racing necesitaría para resultar competitivo la próxima temporada y poder salir a jugar con garantías de poder pelear por no pasar apuros. «Todos sabemos por qué los equipos ganan o están arriba», destaca. Y dice que es porque «tienen determinados jugadores importantes en determinadas posiciones». No parece haber más misterio. A partir de ahí, como a él le gusta decir, toca buscar regularidades, relaciones y procesos, pero el punto de partida es ese. Por eso sabe «perfectamente qué jugadores» le gustaría traer, «pero ejecutar esas ideas es mucho más difícil que plasmarlas sobre un papel». «Es ahí donde todos nos tenemos que poner a funcionar porque es verdad que es un mercado muy difícil, ya que ahí estará nuestra institución, pero hay otras igual de buenas o mejores y con mayor potencial», resume.

A la hora de hablar de altas, habitualmente también hay que hablar de bajas, ya que, como recuerda el entrenador del Racing, «para que alguien venga, otros deben salir». Cuando llegó, realizaron una «planificación con una visión a dos años» y por eso continúa buena parte del armazón que ha logrado el objetivo en el presente curso a excepción de Pablo Torre y Soko. A partir de ahí, no van a seguir todos los que le gustarían porque, para empezar, habría contado con los dos mencionados, pero también se felicita por quienes sí aceptaron renovar al considerar que pueden ser «importantes» la próxima campaña. Con todo, deja caer que todos tienen claro con quién se cuenta y con quién no, lo que se referiría también a los propios afectados.

En lo que no cree que vaya a ayudar demasiado Manu Fajardo es en un asunto que el mismo Fernández Romo puso sobre la mesa siete días antes a la hora de mencionar alguna cuestión a mejorar con vistas al próximo curso, que es la supuesta falta de comunicación entre él mismo y Ezequiel Loza, entrenador del filial. Lo duda porque cree que es una cuestión de ellos dos y de nadie más. «Si entre nosotros no hiciéramos por mejorarla, no lo conseguiríamos», reconoce. Con todo, asegura que están bien y que ayer mismo estuvieron juntos y que no ha captado jugadores las últimas semanas teniendo en cuenta lo que se está jugando el Rayo. «Lo llamé falta de comunicación por llamarlo de alguna manera, pero no hay películas, sólo cosas sin importancia ne las que ahora ponemos el foco porque, en el fondo, llevamos un mes ascendidos», apunta.

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