Esta noche llegan los Reyes, los auténticos, los Magos, los de verdad, pero el Racing decidió adelantar un puñado de horas el gran acontecimiento echando mano de sus mejores actores. Los elegidos no se vistieron de sabios asiáticos con larga barba que se desplazan en camello detrás de una estrella, sino que, tras el entrenamiento, se dividieron en dos para desplazarse al hospital de Valdecilla por un lado y a la Obra San Martín por otro para repartir regalos y, sobre todo, compartir buenos momentos que generaron más o menos ilusión entre los anfitriones en función de su grado de racinguismo y, sobre todo, de su conocimiento de los futbolistas que se les presentaron delante con la intención de dar una pequeña satisfacción en estos días navideños.

Es una tradición en el club verdiblanco al igual que en muchos otros clubes. Lo malo es que los dos últimos años no se había cumplido con ella por culpa de la pandemia y sus limitaciones, ya que apenas se podía acceder a hospitales o residencias de ancianos. De hecho, estas últimas tampoco contaron con la visita racinguista en esta ocasión, ya que la precaución en torno a ellas sigue siendo máxima. Sí encontraron la manera de ‘colarse’, con sus respectivas mascarillas, tanto en la sección de pediatría de Valdecilla como en el hogar de la Obra San Martín.

Fueron dos grupos de cinco jugadores los que dieron el paso al frente. En concreto, el capitán Íñigo, Cedric, Mantilla, Marco Camus y Pol Moreno se decantaron por dar una sorpresa a los niños a los que les ha tocado pasar hospitalizados unos días tan especiales y que, en la mayoría de los casos, incluso tenían ya asumido que les tocará pasar de la misma manera la Noche de Reyes. Los futbolistas pasaron también por urgencias infantiles generando alguna sonrisa y, sobre todo, una tremenda sorpresa entre quienes no habían sido informados de tamaña visita. Los hubo más animados y también más tímidos, a los que costó sacar una palabra al tener delante de sí, de manera repentina, a esa colección de jugadores del Racing. Eso siempre impone.

Fundamentalmente, los integrantes de la plantilla verdiblanca repartieron camisetas y bufandas y otros productos verdiblancos como huchas y lápices pero, sobre todo, también compartieron vivencias y se pusieron a disposición de todos los que se encontraron para sacarse fotos y pasar un buen rato. También tuvieron su momento para estar con los profesionales que atienden a todos esos niños y niñas y que incluso se encargaron de adornar la planta con algunos motivos racinguistas. Los futbolistas, por su parte, pusieron en valor su trabajo y profesionalidad.

Los había, pero ya no eran tan niños los agraciados que la segunda expedición racinguista se encontró en la Obra San Martín. En concreto, fueron Alfon, Bobadilla, Dani Fernández, Eneko Satrústegui y Jorge Pombo quienes, acompañados de Víctor Diego, director de relaciones institucionales y deportivas del club, pasaron también un buen rato entre los usuarios del mencionado centro con el que, de hecho, colabora el Racing desde hace años. Se toparon allí los emisarios de los Reyes Magos con algunos aficionados fieles que les esperaban con la camiseta para dejar clara su vinculación. Cuando entraron los futbolistas, fueron recibidos con un aplauso. Se colocaron en una tarima para mantener una pequeña charla y, tras regalar a cada uno una taza con el escudo y los colores verdiblancos, también se dedicaron a firmar autógrafos y sacarse fotografías con sus anfitriones. Fue otra pequeña manera, en definitiva, de llevar el racinguismo más allá de los ámbitos puramente futbolísticos y deportivos.