Cuando se cumple un cuarto de temporada en LaLiga Smartbank, el Racing de Santander ha dejado una cosa clara: que es poco amigo del gol. El conjunto cántabro es el que menos tantos ha marcado, empatado con el Oviedo, pero también es uno de los que menos concede.

Cinco goles a favor y ocho en contra es el bagaje del equipo de Guillermo Fernández Romo en las once primeras jornadas, que le sitúan como decimoquinto clasificado.

Después de que el Burgos encajara ayer su primer gol en esta temporada, el Racing es el equipo que más tiempo lleva sin encajar, desde el 25 de septiembre.

Todo ello tras perder los cuatro primeros partidos, en los que además no anotó. Desde entonces, el Racing suma 12 puntos; el último lo pescó el pasado sábado en el Alcoraz con un empate sin goles, que de nuevo deja muestras de la solidez defensiva del equipo.

En los últimos seis partidos solo ha encajado en la derrota frente al Éibar (2-1) y ha marcado cuatro tantos, en las victorias frente a Sporting de Gijón (0-2), Levante (0-1) y Zaragoza (1-0).

No cabe duda de que los cántabros amortizan bien sus goles, ya que han ganado en todos los partidos en los que anotaron menos en el de Ipurúa.

En muchos partidos, además, al Racing solo le ha faltado acierto porque genera ocasiones y acumula hasta nueve disparos al poste.

A los problemas de puntería se suma además que Romo no tiene a su disposición a ninguno de los tres delanteros natos, Cedric, Sekou y Matheus, todos ellos lesionados, aunque los dos últimos podrían regresar para el próximo partido en casa contra la Ponferradina.

Otra buena noticia para el Racing es que el equipo siempre está en el partido. Sólo en los dos primeros compromisos, ante Villarreal B (0-2) y Granada (2-0) ha perdido por más de un gol, y en ambos casos los segundos tantos -en el del submarino amarillo también el primero- llegaron en el tiempo de descuento.

También es verdad que los santanderinos no saben aún lo que es llegar holgados al final de un partido, puesto que todas sus victorias se cimentaron en un 1-0, excepto la de El Molinón, donde hubo que esperar al último minuto para que Matheus rematara al Sporting.