Manuel Mosquera, entrenador del Extremadura, advirtió en la mañana de ayer, durante su rueda de prensa semanal, de que el Racing es «muy buen equipo». Afirmó que había visto «un par de partidos» del conjunto pilotado por Fernández Romo y que le había gustado lo que vio. «Sobre todo, me interesaba el partido que jugó contra el Rayo y se ve que tiene una plantilla muy buena», añadió.

Destacó del equipo verdiblanco que, al igual que la UD Logroñés, a quien se midieron y a quien ganaron el pasado fin de semana, tiene «muy buenas transiciones» porque es «un equipo muy potente en banda y arriba». A parte de todo ello, también destacó la presencia de Pablo Torre, «que tiene 18 años y ya juega con un desparpajo tremendo». «Me ha gustado lo que he visto. Es un equipo muy fuerte, que, además, tiene una gran presión porque cuando el otro día el empató el Rayo le apretaron», destacó. Y, a pesar de ello, reaccionó bien. «Es obvio que están arriba por méritos propios y seguro que vamos a tener un gran partido», apuntó.

Respecto a la posibilidad de que pueda ser el último partido de la historia del Extremadura, él no lo cree. De hecho, tiene diseñada la vuelta al trabajo tras las vacaciones navideñas. Confía en los dirigentes del club porque «se están dejando la piel buscando soluciones en varios frentes y en varias operaciones». Recordó que él siempre es optimista aunque confesó que había pasado días en los que no veía mucha salida. «Sé que se están dejando la piel y yo aporto energías para que esas cosas puedan salir», apuntó.

Se felicitó también el entrenador extremeño por la buena semana de trabajo que habían tenido tras haber conseguido la victoria en Las Gaunas. Y era algo necesario porque tiene claro que el Racing les va a exigir mostrar «una medida altísima, como en Logroño». Recuerda que ya venían de «semanas muy buenas» pero lograr por fin la victoria es «un bálsamo que da alegría y que, en este caso ha funcionado».