El resultado cosechado el pasado domingo resultó decepcionante porque había una especial ilusión por empezar el año ganando y, sobre todo, enlazando una tercera victoria liguera consecutiva, algo que el Racing todavía no ha conseguido hasta la fecha. Esa incapacidad para encadenar triunfos es quizá lo que le haya alejado a seis puntos del Deportivo a falta de un partido para terminar la primera vuelta. Ha pasado poco tiempo para haber perdido tanto pero, por otro lado, queda también mucho para confiar en la remontada. A esto últimos e aferra Marco Camus.

Recordó el extremo santanderino que, a pesar del empate del domingo, la jornada no había sido del todo mala porque les habían acompañado «todos los demás resultados excepto los del Deportivo». Lo que sucede es que para cualquier racinguista ambicioso era el más importante. Asume el canterano que los gallegos se han «alejado un poco más» pero cree que aún se puede llegar a ellos: «Tenemos todavía pendiente un enfrentamiento directo contra ellos y, además, quedan muchísimas jornadas para poder acabar en primera posición, por lo que no hay que bajar los brazos porque, además, si jugamos de aquí al final como en las últimas semanas, podremos luchar con el Dépor hasta el final», destacó.

Reconoció el veloz extremo izquierdo que ante el Sanse no les había salido el partido que buscaban y que habían «preparado durante toda la semana». De hecho, el rival fue muy superior desde el punto de vista táctico y el conjunto cántabro no fue capaz de darle una réplica adecuada. Sobre todo, sucedió en la primera parte: «No estábamos cómodos, saltábamos tarde y siempre había alguno que se metía por dentro y que nos descolocaba un poco». Todo ello, a pesar de que conocían «la variante que tenían de jugar con cinco».

En su opinión, el Racing no tuvo «mucha fluidez en el juego». Reconoció Marco Camus que movieron el alón «de un lado a otro bastante lento» mientras que, en la «zona de arriba y de creación» también faltó «ese último pase para poder marcar». Se quedó con que, al menos, el conjunto cántabro había hecho «un partido serio en defensa» que, por desgracia, no resultó suficiente porque su intención fue conseguir «la victoria en El Sardinero para empezar bien el año». No pudo ser.