16.04.2024 |
El tiempo

ONCE RAQUEROS Y UN BALÓN

Tres puntos que se quedan en el camino

El Racing de Santander ha perdido, ayer domingo, 2-0 contra el Villarreal B, en un estadio desangelado y en un partido en el que los cántabros se adelantaron pero no supieron aguantar el resultado.

Varios racinguistas durante el partido contra el Villarreal en la Cerámica. / LALIGA
Varios racinguistas durante el partido contra el Villarreal en la Cerámica. / LALIGA
Tres puntos que se quedan en el camino

El Racing de Santander ha perdido, ayer domingo, 2-0 contra el Villarreal B, en un estadio desangelado y en un partido en el que los cántabros se adelantaron, pero no supieron aguantar el resultado.

Segunda derrota de la era José Alberto, que deja al equipo con la misma mentalidad de luchar por la permanencia en la división de plata del fútbol español.

Un encuentro en el que ha reinado la igualdad máxima de los dos equipos, que no han querido arriesgar mucho en sus jugadas. Tal vez los jugadores se estaban aguantando el juego para el segundo tiempo del partido, esos 45 minutos en los que se decide todo.

En cuanto a la primera parte, el balón estaba más en el campo racinguista, ya que el filial del submarino ha tenido más jugadas. 

Asimismo, eran solo jugadas, porque no ha habido prácticamente ninguna ocasión de gol por parte de los amarillos, salvo un tiro alto de un hombre de Miguel Álvarez que se perdió por encima del larguero. El ambiente era un poco raro. Se oía perfectamente a los jugadores de ambos equipos cómo se daban instrucciones o se pedía el balón. El estadio de La Cerámica, prácticamente, vacío. Es lo que tiene que equipos filiales se sumen a las grandes ligas nacionales.

Algo que es innegable este tipo de encuentros da un tanto de ambiente desangelado y huérfano. El estadio de La Cerámica, recientemente renovado y mejorado, con 23.500 butacas disponibles solo contaba con 1.552 espectadores en sus gradas.

Es una auténtica pena que equipos históricos, y con masa social, se peleen por el lodo y el barro de la Primera RFEF y que luego haya escuadras dependientes de una entidad de primera división y de alto valor económico.

En ese sentido, se podría ejemplificar este hecho con filas como las del Deportivo, Hercules, Murcia o incluso el Racing, que perdió una fase de ascenso a Segunda División contra el Barcelona B, en un partido de vuelta en el que la afición catalana tuvo una actitud bastante indigna con el equipo cántabro y la parroquia verdiblanca que se desplazó a la ciudad condal.

Esta situación, criticable por muchos, genera grandes debates para los seguidores del fútbol, porque unos defienden que haya una liga exclusiva para equipos filiales y otros que están a favor de su inclusión, porque lo ganado en el campo es lo más justo. Una polémica, que sin duda, daría para horas de tertulias en las radios y televisiones o para rellenar multitud de hojas en los periódicos. Es lo que tiene el fútbol y su formato, un eterno debate que no deja a nadie indiferente ni contento.

Aunque sinceramente eso es lo bonito, porque como dice el refranero español, para gustos se hicieron los colores. Y esos colores, son defendidos por cada aficionado bajo su amparo y su beneficio, de ahí las mil y una opiniones y argumentos.

Estreno de la roja. Volviendo de nuevo al tapete de juego, otro factor a destacar sería el estreno de la camiseta roja de la marca cántabra, Austral. Una elástica roja, acompañada de un pantalón blanco, que simula a la bandera regional y a los colores con los que el Racing, el 23 de febrero de 1913, jugó su primer partido contra el Strong.

110 años ahí sigue el inmortal cuadro montañés, que la semana que viene celebrará su cumpleaños soplando las velas contra un Andorra que es otro rival directo de los cántabros para la permanencia en Segunda División. Esperemos que el resultado no arruine el aniversario, para el que las peñas del club ya han organizado diversos actos. 

Pasados los quince minutos reglamentarios del descanso, comienza la segunda parte en La Cerámica y los once jugadores de cada equipo están con la misma imagen que en el primer tiempo del partido. 

Estadio ‘vacío’. En el 48, los amarillos tuvoern una ocasión de peligro en la que Haissem Hassan se fue de manera fácil de los jugadores verdinlancos, pero que no fue a más, porque lanzó el balón por encima del larguero.

Diez minutos más tarde, José Alberto mueve ficha y saca al campo a Matheus. El que va al banco es Roko Baturina, el jugador de moda del Racing que en el día de ayer estuvo totalmente desaparecido y no ha tenido mucho protagonismo en la pasada noche.

Pasado el minuto 62, un pase de Sangalli teledirigido al 10 del Racing, Íñigo Vicente, provoca una contra perfecta en la que el mago de Derio corre al campo rival para después de ser presionado por la zaga amarilla, dar un pase de gol a Jordi Mboula.

El catalán, con mucha clase y delicadeza, pica el cuero y logra abrir la lata del partido y poner por delante en el videomarcador a los cántabros. Los jugadores fueron a celebrar el gol con los aficionados desplazados y la alegría era enorme en la bancada verdiblanca.

Pero, también otro refrán, la alegría dura poco en casa del pobre. 180 segundos más tarde, en el minuto 65, Sergio Lozano mete gol para el filial amarillo. 

Un tanto que engañó al portero del Racing, que adivinó la dirección del disparo, pero que se desvió al rebotar contra Germán. Varapalo para el conjunto de José Alberto, que ya se veia con los tres puntos para Santander.

El técnico asturiano remueve en su banquillo y cambia a Fausto Tienza y Yeray por Aldasoro y Sangalli, respectivamente, para darle una nueva visión al juego y poder así igualar la contienda.

El Villarreal B, con el subidón del gol, se anima al ataque y el Racing, tocado anímicamente, intenta esquivar los golpes que está recibiendo. Tantos golpes que ya en el minuto 87, con tres minutos también, los amarillos sentencian el partido.

Un gol de Millan, tras una gran jugada de sus compañeros, hace terminar el encuentro. El tanto es uno de esos goles colectivos, en el que un jugador la pica por encima de la defensa, el otro la controla y llega hasta línea de fondo, para después pasarla y que el killer remate a puerta.

Germán, que rompe el fuera de juego por un metro, habilitó legalmente al rival. El gaditano ha sido protagonista, voluntaria e involuntariamente, de los dos goles del Villarreal B en la noche de ayer. Segunda derrota de la era José Alberto, nadie dijo que esto sería fácil. 

Toca seguir peleando. El partido que viene, con un año más a las espaldas del viejo Racing, será otra final.

Tres puntos que se quedan en el camino
Comentarios