Pablo Bobadilla, que desde que entró por vez primera al equipo tras superar la lesión parece que se ha hecho fuerte en el once, asegura que el equipo está «con ganas» de disputar y disfrutar el partido del domingo contra el Deportivo. Sobre todo, tras cosechar la victoria en Badajoz, lo que «sentó muy bien al equipo a nivel anímico». De este modo, considera que llegan en un buen momento a un encuentro marcado en rojo.

«Es uno de los mejores partidos que se puede ver en la categoría», recalca el central riojano. En ese sentido, se espera un encuentro «muy duro» en el que los dos contendientes intentarán «ser protagonistas». Con todo, advierte de que no sólo se consigue eso con balón, sino que también se puede dominar un partido sin él o «hacer daño jugando a la contra o a balón parado». «Veremos qué tipo de partido se da, pero les podemos hacer daño de muchas maneras», explica.

Considera Bobadilla que el Deportivo será «una piedra de toque para que el equipo sepa dónde puede estar». Por ahora, cree que puede mirar alto porque en los últimos encuentros considera que los rivales ni siquiera  les han generado ocasiones, lo que considera fundamental En ese sentido, el domingo el peligro será Miku, un delantero en forma y al que deberán vigilar de cerca.

El riojano se viene alternando en el perfil zurdo con Pol Moreno. A veces uno juega en un puesto de la defensa y en otros partidos en otro. Da igual porque entiende Bobadilla que ambos se adaptan «bien» a jugar en el central zurdo cuando hace falta. «Lo elegimos un poco en función del rival o los extremos que tengan», explica. Entiende que Fernández romo «cuenta con esa ventaja» y que lo importante es que ambos se entienden «muy bien».

El Deportivo empezó lanzado sumando doce puntos en cuatro partidos en los que el Racing sumó seis pero el domingo llegarán empatados a 16. Recuerda Bobadilla que «esto es muy largo y todo lleva un proceso». Por eso no se pusieron nerviosos cuando dio la sensación de que el equipo gallego se iba a pasear por la categoría y espera que tampoco lo hagan ellos mismos cuando consigan «ganar tres o cuatro partidos seguidos». «Nosotros tenemos que seguir nuestro camino, a lo nuestro y sin que nos importe nada lo que digan fuera», apunta.