El Racing está atascado. Es un hecho. Le está costando generar fútbol, terminar jugadas y hacer frente a defensas bien armadas. La era José Alberto comenzó con alegría goleadora pero ahora cuesta ver puerta. De hecho, el equipo cántabro sólo ha anotado uno desde el punto de penalti y otro en el 97, cuando todo estaba perdido, en las últimas tres semanas. Con todo, lo peor son las sensaciones, la profundización en la crisis con balón que ha marcado al equipo verdiblanco desde principio de curso. Por eso José Alberto busca soluciones y una de ellas es asentar a Íñigo Vicente en la media punta.

El técnico asturiano da la sensación de que está probándolo esta semana. El de Derio ha funcionado muy bien en ese puesto cuando le ha tocado asentarse ahí en la segunda vuelta y, de hecho, incluso ha llegado a dejar a Jorge Pombo en el banquillo para profundizar en esa apuesta. El pasado sábado, en la recta final del encuentro, Vicente volvió a situarse por detrás del punta y es cuando más cerca estuvo de marcar el Racing, ya que conectó con Cedric y Sangalli facilitándoles unos desmarques en ruptura que tanto le está costando fabricar al Racing. Es una fórmula en la que quiere profundizar.

Lo que no quiere José Alberto es prescindir de un jugador valioso como Jorge Pombo. El maño es un tipo capaz de dotar al ataque verdiblanco de la mordiente que da la sensación que le está faltando. Pero para que quepa en el terreno de juego con Íñigo Vicente jugando entre líneas ha de escorarse a un costado, algo que siempre ha dado la sensación de que no le gusta demasiado. Sin embargo, el entrenador verdiblanco lo está probando y podría ser una alternativa para el partido de Burgos, ya sea de partida o en función del desarrollo del encuentro.

Ante el atasco, no se puede separar a los buenos. Menos aún cuando el objetivo es buscar espacios. “Nosotros tratamos de hacer lo que el míster plantea, que es tener la posesión de la pelota”, recuerda el atacante aragonés. Con todo, también destaca que cuando lo consiguen, los jugadores rivales también “se van cerrado más”, por lo que el objetivo se complica. Y más difícil aún es ver luz arriba tras la lesión de Mboula. Admite Pombo que sin él les cuesta “un poco más porque no hay en plantilla tantos jugadores que puedan romper a la espalda”. Por eso hay que buscar soluciones.

“Tenemos que intentar hacerlo de otra manera”, asume Pombo. Si no hay futbolistas con los perfiles adecuados, habrá que encontrarlos. “Si los jugadores que estamos no tenemos características para romper a la espalda, tendremos que empezar a hacerlo”, sostiene. Y él será el primero en el caso de que le toque jugar en banda. Aún así, ni siquiera él se fía de las pruebas que pueda estar haciendo el entrenador porque es amigo de hacerlas. De hecho, permite siempre la presencia de los periodistas porque suele resultar complicado adivinar qué pasa por su cabeza. “Suele variar mucho en ese aspecto, va probando porque somos muchos y nos suele tocar ocupar sitios en los que quizá no hayamos estado antes”, asume.

Si Vicente se coloca en el centro y no es Pombo el elegido para jugar en banda, sólo queda el recurso de Sangalli, que todavía tiene menos aptitudes para buscar la espalda de las defensas. Y lo cierto es que el Burgos va a exigir rupturas y profundidad porque es otra defensa correosa que va a demandar mucho trabajo. Lo bueno es que allí se van a topar con “un aliciente” en forma de afición. “Es un orgullo que debemos agradecer que haya tanta gente que quiera ir a animarnos a Burgos. Esperemos dar la talla y conseguir los tres puntos, por ellos más que nada”, apunta.

Fue Pombo quien venía de marcar los dos únicos penaltis que ha anotado el equipo pero falló el del pasado sábado ante el Levante. “Es una jugada más”, apunta el maño. “Me fastidia porque llevaba toda la semana practicando para meterlo, pero sabes que el portero también está siempre viéndote”, añade. De hecho, le ‘chivaron’ que, en este caso, quien se lo paró había hecho los deberes y había estado “toda la semana viendo cómo los lanzaba, la forma en que corría”. Él entiende que lo lanzó bien: “Fuerte y a un lado”, pero el meta lo adivinó. Aún así, deja claro que no va a dejar de seguir intentándolo y que el siguiente también lo tirará él.

Afirma Pombo que a pesar de sumar tres semanas sin ganar y de la derrota del pasado sábado, “no hay nerviosismo” en el vestuario. “Sabemos lo que tenemos que hacer cada fin de semana y por eso intentamos no mirar la clasificación, ya que igual sólo sirve para ponerte más nervioso y el míster nos pide que estemos tranquilos porque estamos bien y hay que seguir en la misma dinámica”, subraya el atacante del Racing. Es una dinámica de, cuando menos, “empatar si no se gana porque hay que seguir sumando”. Ese es el camino, que diría un mandaloriano.

600 entradas para Zaragoza. 

El Zaragoza ha enviado un total de 600 entradas para el partido que disputará el Racing en su campo el próximo sábado día quince a las seis y media de la tarde. Aún quedan más de dos semanas por delante y antes aún hay que afrontar el desplazamiento de pasado mañana en Burgos pero el club maño ha querido actuar con tiempo. De esta manera, quien esté interesado podrá acercarse desde hoy mismo a las taquillas de Los Campos de Sport entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde para hacerse con alguna de las localidades disponibles. Cada una de ellas costará veinte euros y, como ya es costumbre, son para sentarse en la zona reservada para aficionados visitantes y son nominativas, por lo que habrá que aportar el DNI y el teléfono. Todas no saldrán a la venta porque la mitad se han entregado a la APR para que las distribuyan entre sus aficionados. También están ya a la venta las entradas para el partido del próximo día ocho a las nueve de la noche en Los Campos de Sport contr al Albacete a los precios habituales.