No esconde Marco Sangalli, que ya no es el último en llegar, sino el penúltimo, la importancia que tiene para el Racing el partido del próximo domingo en Ponferrada. «Es vital para el futuro del equipo», resume el extremo donostiarra, que asegura que los jugadores están responsabilizados y «mentalizados» para estar a la altura de la cita y conseguir un triunfo que les permitiría, de partida, abrir un colchón de tres puntos con el descenso, ya que los dos contendientes están empatados en la tabla.

Advierte Sangalli, que conoce bien la Segunda División, que El Toralín «es un campo de la categoría donde los partidos son muy competidos». Lo bueno es que percibe que el conjunto cántabro está «trabajando muy bien y con mucha intensidad en los entrenamientos» y eso a él le parece una garantía a la hora de afrontar el encuentro.

Llegará el duelo de Ponferrada después de un empate contra otro rival directo como el Tenerife que dejó en el vestuario «un sabor agridulce». Él se mostró «contento de poder debutar en El Sardinero con un equipo como el Racing» pero también con la sensación de haber dejado pasar la oportunidad de haber conseguido una victoria que hubiera sido muy valiosa «después de la derrota de Vitoria». Con todo, entiende que siempre es «bueno no perder y seguir sumando». 

No fue, ni mucho menos, la primera vez que pisó El Sardinero ni la primera vez que jugó sobre su césped. Recuerda que como aficionado ya lo visitó en un par de ocasiones siguiendo a la Real Sociedad y que como futbolista ya había pasado más veces para jugar contra el Racing. Y, en general, tenía «buenos recuerdos». Para él es importante sentir al aficionado «cerca» y, de hecho, es consciente de que en Ponferrada no van a estar solos y que se sentirán «arropados».

Tras más de una semana ya a las órdenes de José Alberto, insiste en que considera que el equipo tiene «mimbres para salvarse porque, de lo contrario, no habría venido». «Cuando uno analiza la plantilla, ve que hay jugadores con mucho potencial», añade. A esto hay que sumar algo que ya destacó en su presentación oficial, que fue que le había «sorprendido la intensidad con la que se trabaja». Entiende que si a eso se suma la «calidad» de los futbolistas y la «buena complicidad» que hay con el cuerpo técnico, hay razones para ser optimista.