23.04.2024 |
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«El partido del Dépor nos cambió»

Sostiene Cedric que la victoria ante el gran rival del Racing por el primer puesto hizo que se creyeran «de verdad» que son «un gran equipo» | Romo le ha pedido estar «más activo» y cree que eso le está «acercando al gol»

Cedric, sentado sobre el césped de Los Campos de Sport. / Hardy
Cedric, sentado sobre el césped de Los Campos de Sport. / Hardy
«El partido del Dépor nos cambió»

Riazor puede significar un antes y un después en la trayectoria del Racing esta temporada. Fernández Romo asegura que, en verdad, el equipo está siendo el de siempre y que son los demás los que se están subiendo a su barco, pero es obvio que la forma de afrontar los partidos desde ese día está siendo bien diferente. La presión tiene una verdadera intención, las líneas aparecen más adelantadas y de verdad se intuye a un equipo agresivo, intenso y con ganas de ganar desde el primer minuto. Fue así su puesta en escena en La Coruña y, como salió muy bien, aquella mediática victoria habría servido para que el grupo de jugadores que tiene entre manos el entrenador verdiblanco y, posiblemente él mismo, se hayan percatado de que de verdad la pueden liar muy gorda sin necesidad de acudir al playoff.

Es obvio que el Racing que salió a jugar contra el Real Unión es bien diferente al que empezó contra el Badajoz o contra el San Sebastián de los Reyes. ¿Y qué es lo que ha cambiado entre un día y otro? Cedric tiene su respuesta: «Desde mi punto de vista, el partido del Dépor es una cosa que creo que nos cambia a todos porque nos hace creérnoslo de verdad, creer que somos un gran equipo y que, además, somos una gran familia y hay una gran unión». Y a esto último le da una vital importancia. Ya lo hizo Fausto Tienza hace unos días y ahora lo hace él, que ya sabe lo que es conseguir ascensos.

Y ese día de Riazor también se dio un salto cualitativo en ese sentido. «Hubo una unión espectacular entre los que estábamos en el banquillo y quienes estaban en el campo», recalcó. Por esa misma dirección había ido Tienza tras el gran partido completado contra el Real Unión, cuando llamó la atención sobre las arengas en el vestuario de los que iban a ser suplentes, que eran tan intensas como las de los que iban a jugar. Al final, Cedric reconoce que ha habido un cambio «a nivel mental, de creértelo de verdad y de ser conscientes de que estamos ante una oportunidad muy bonita que queremos coger».

Reconoce el delantero de origen africano que, hasta la fecha, se veían ejerciendo un papel «un poco de secundarios» por la autoridad con la que venía caminando el Deportivo por la categoría, pero ahora se sienten «los protagonistas» y asegura que le «gusta ese rol». Le gusta a él y le gusta a todos porque percibe que no sólo dentro del vestuario han pasado a creer que es posible alcanzar el objetivo, sino también la afición. «También se lo está empezando a creer y está confiando en el trabajo de este grupo. Y todo suma», afirma. Y es que, tiene claro que es fundamental que se dé esa comunión entre «jugadores, prensa y afición» parar lograr el objetivo. «Eso hace que ahora estemos donde estamos, que es donde todos queremos estar porque es la unión lo que nos hace creer», añade.

Todo parece ser de color de rosa en el Racing y en el racinguismo. «Estamos en un muy buen momento», confirma Cedric. Percibe una «gran conexión entre afición y equipo» y eso lo están «aprovechando» para firmar «buenas actuaciones y buenos partidos». Todo eso, sumado a que «los rivales están pasando por un momento delicado, complicado o, por lo menos, diferente», ha permitido que la tortilla haya dado la vuelta con mucha rapidez. Y ahora es el conjunto cántabro el primer nombre en la clasificación a falta incluso de un partido pendiente por disputar. El viento está a favor y todos los semáforos se han puesto en verde a la vez.

Ese liderato no le va a pesar al Racing. Al menos, no a Cedric. «A mí me ilusiona y me gusta jugar siendo el líder porque eso hace que los equipos aún te tengan más miedo y respeto que antes», reconoce el delantero verdiblanco. Con todo, no sólo se queda con esa privilegiada posición que, al menos durante esta semana, ocupa el conjunto cántabro, sino que se queda con «las sensaciones» que están dejando «en cada partido o, al menos, en los últimos». La dinámica es buena y cree el ariete africano que «hay que aprovecharlo y exprimirlo al máximo» porque a buen seguro que aún habrá momentos complicados que atravesar.

más que goles. Ese positiva dinámica a nivel colectivo le ha llegado a Cedric en plena sequía goleadora. No ve puerta desde el otoño pasado pero todo el mundo ve que cada vez está más cerca porque su evolución está siendo buena. Reconoce que, «como delantero» que es, siempre quiere marcar, pero es consciente de que un ‘nueve’ también tiene otras funciones: «He aprendido que los pequeños detalles me van a hacer estar más cerca del gol». Habla, por ejemplo, de «presionar, luchar o hacerme fuerte». El sueño húmedo de todo jugador que juega en punta es «empujar, meter el gol y salir en todos lados como protagonista», pero ahora está en un momento en el que está «intentando hacer todos esos pequeños detalles que te hacen sumar y llegar al objetivo del gol, pero sin mucha preocupación». Lo bueno es que ve que el equipo tampoco está atascado de cara a puerta a pesar de su poca aportación en ese sentido.

Cedric no ve puerta pero sigue apareciendo en el once inicial de manera frecuente. Eso quiere decir algo. Y lo valora mucho. «He aprendido que, al final, lo más importante es sentir la confianza del entrenador, ya que a veces puedes jugar muchos minutos y no tener esa confianza y yo la tengo, lo que da más ganas de salir y comerte el mundo», explica el atacante africano. A su lado tiene a Manu Justo, que sí está marcando y que, de hecho, marcó el 4-1 el pasado domingo a pesar de jugar muy pocos minutos. Ni le sorprende ni, ni mucho menos, le molesta. Para empezar, porque es consciente de que «la competitividad dentro del equipo te hace crecer». Además, recuerda que meses atrás él mismo ya dijo que «el mejor Manu Justo no tiene nada que envidiar ni a Cedric, ni a Pablo, ni a ninguno». «Es un gran jugador que me está haciendo crecer», sentencia.

Considera el ‘nueve’ verdiblanco que el gallego se ha ganado jugar y que incluso lo ha merecido por estar «al cien por cien». En su opinión, «ha demostrado en muchos partidos que es un gran jugador y que merece los minutos que está teniendo y los goles que está marcando». Su objetivo es dar un paso al frente él mismo para colaborar en esa faceta goleadora, que, en el fondo, es su trabajo como delantero. Hacía tiempo que no estaba tan cerca de conseguirlo como el pasado domingo, pero se fue de vacío después de dar una al palo, de que Irazusta firmara una enorme parada para despejar uno de sus remates o de que Erik Ruiz le sacara otro bajo palos. Se le vio fino y por eso, a pesar de no mojar, se marchó ovacionado.

Él reconoce estar mejor que, por ejemplo, hace un mes. «Una de las cosas que me pedía el entrenador es que estuviera mucho más activo», asegura el delantero verdiblanco. En ese sentido, reconoce que en ocasiones ha «pecado de esperar ahí arriba» y acomodarse a esperar «a ver si llega una». Sin embargo, Fernández Romo le ha insistido en la necesidad de participar más del juego, lo que le está ayudando «a tener más ocasiones, a estar más activo y estar más rápido a la hora de girar o rematar». En el fondo, asume que las indicaciones del banquillo le están ayudando «a crecer como jugador y aportar cosas al equipo», que es siempre su prioridad.

Ve a Pablo Torre «igual que siempre»

Pablo Torre es el chico de moda. Es lo que viene pasando y parece que va a seguir pasando durante todo este tiempo después de una de sus exhibiciones. Lo bueno es que parece que a él no le afecta y así lo reconoce Cedric. «Vemos en el vestuario y sabemos todo lo que se habla, pero si te soy sincero, cuando he hablado hoy con él no hemos hablado de nada de todo esto», explicó el delantero tras el entrenamiento de ayer. Aseguró que lo tratan «con mucha normalidad» porque son cosas del fútbol. «Cuando un jugador llama la atención y hace una gran temporada, es lo que pasa, pero nosotros hablamos de otras cosas», explicó. Los profesionales y los que llevan mucho tiempo en este negocio lo llevan como una faceta más de su trabajo pero lo bueno es que él mismo ve a Pablo Torre llevándolo «con normalidad», lo que invita a «seguir tratándole igual». «Es una persona muy normal y no cambia nada a pesar de todo lo que le está pasando», resaltó.

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