«Siempre queremos ganar todos los partidos y hoy nos hemos encontrado otra vez con una derrota». No ocultó Fernández Romo su frustración por ver que pasan las semanas y la máquina no termina de ponerse en marcha. Por esa razón, ante la falta de resultados, prefiere hacer «valoraciones sobre otras cosas». Es algo que, a decir verdad, también repetía cuando su equipo sumaba una victoria detrás de otra. «Y cada vez hacemos más cosas y mejor», resumió el técnico madrileño. Por ello cree que, desde ese punto de partida, ahora lo principal es «ajustar lo que es importante en un partido de fútbol, lo que pasa en tu área y también en la contraria pero también en esos procesos que pasen en otros lugares del campo para que el equipo los haga cada vez mejor».

Puso en valor el entrenador del Racing el «increíble esfuerzo» que habían realizado sus hombres. En ese sentido, la lectura que le dejó el partido fue «positiva» pero también reconoció que con eso «no es suficiente». «Y cuando no es suficiente hay que insistir», apuntó. De este modo, ya advirtió de que no van a «decaer» por haber perdido por tercera jornada consecutiva y que su intención es «seguir mejorando en todo lo que se pueda mejorar». De entre lo que escapa a su control, al menos pide que se corten «las circunstancias que aparecen en todo partido y que en los tres han beneficiado al contrario». Y se refería a que «el rival siempre se ha puesto por delante, a que aparece el VAR y a una posible expulsión que el colegiado no ve».

«No veo problemas», aseguró el técnico verdiblanco. «Podemos hablar de resultados negativos, pero no de problemas más allá de que las circunstancias parecen ir siempre en nuestra contra y de que en los detalles individuales los rivales están acertando por encima de nosotros», explicó Fernández Romo. Con todo, la sequía de puntos no le «cambia la perspectiva», sino que, como máximo responsable de la plantilla, su apuesta va a ser por «trabajar, analizar, desarrollar e insistir». «Poco más», añadió. Recordó entonces que quedan «un par de días de mercado» en los que intentarán mejorar la plantilla «con algún jugador».

Se quedó el técnico madrileño con «la sensación de avanzar aunque sea frustrante». La palabra que más le definió tras el encuentro fue frustración por lo sucedido ayer porque, además, ni siquiera salió cara la primera aparición del VAR de la temporada. «Si hay una intervención no es por culpa del árbitro, sino por quien está en el VAR y le llama», recordó el entrenador del Racing. A partir de ahí, reconoció que es «difícil que cambien de opinión» y que «en el 98% de los casos, si van a verlo, lo pitan». «Si hablamos de que no se van a pitar penaltitos, no los pitamos», se quejó Romo, que cree que sólo hay que hacerlo en «una situación grave e importante», ya que, como recalcó, la jugada de ayer incluso terminó.

A esto hay que sumar la expulsión de Borja Sánchez con la que el trencilla no se atrevió. Cree el técnico madrileño que contra diez habría «cambiado el partido» pero ahí también salió cruz. Como en la lesión de Satrústegui. Afirmó que si llega a pasar un minuto antes, cuando Alfon había agotado el último cambio, podría haber entrado Saúl y que podría haber aportado mucho por banda, pero el cántabro se volvió a quedar con las ganas. Al menos, se queda con que «el equipo ha terminado con sensación de orgullo en los últimos minutos al terminar en su campo». Ha habido «pasos hacia delante» pero está claro que no son suficientes.

Recordó Fernández Romo que el segundo tiempo comenzó con los tres cambios del Oviedo y una generación de faltas por parte de éste. Y de una de ellas llegó el gol, lo que ya lo condicionó todo. A partir de ahí, cree que el Racing se «volcó en campo contrario intentando generar situaciones de envío», pero no terminaron de rematar la faena. «Nuestro equipo estuvo muy proactivo sacando ventaja del robo para lleva el balón a los últimos porque se trata de marcar un gol en algún momento porque es lo que verdaderamente lo cambia todo», señaló. Y ese gol no llega.

Puso en valor Fernández Romo que Iñigo y Fausto Tienza llevaron a cabo en la primera parte «situaciones de robo y contrataque con calidad» mientras que en el segundo tiempo, con el capitán y Juergen, lograron «embotellar y meter al Oviedo a su campo». Sin embargo, fue difícil generar y más aún ante un equipo con una sólida retaguardia sin apenas fisuras que, hasta ahora, «sólo ha recibido un gol en una jugada puntual el primer día». Según afirmó, están aún en un proceso de ajustarse «muchísimo más» y eso tiene que ver también «con el nivel individual de los jugadores y con nuestro propio nivel».

Durante un buen puñado de minutos jugaron Cedric y Matheus juntos. Era «algo estipulado» y preparado, lo que sucede es que, al hacerlo con 1-0, «parece que es una alternativa». El resultado de lo hecho le gustó y, además, vio a Juergen «muy cómodo jugando más retrasado aunque por delante también fue capaz de llevar balones por fuera». «Son cosas positivas y pasos hacia delante que para mí son importantes, pero no es suficiente y hay que seguir creciendo», concluyó.