La Liga, que envía observadores a todos los campos, ha decidido denunciar al Comité de Competición de la Federación y a la Comisión Antiviolencia algunos de los cánticos que se pudieron escuchar en el partido que el Racing disputó en Vitoria hace semana y media, donde hubo un cierto ambiente de tensión entre ambas hinchadas.

Así, la denuncia recoge términos en dichos cánticos lanzados como artefactos entre una afición y otra como «puto vasco el que no bote», «españoles hijos de puta», «que sí, joder, que puta Santander», «puta Alavés, puta Euskal Herria», «puto vasco el que no bote», «españoles, hijos de puta» y «a chuparla, oé». Como se puede apreciar, hubo para todos y en ambas direcciones.

Entiende La Liga que son cánticos que incitan a la violencia y que son motivo de sanción al tener términos insultantes e intolerantes.