Al fondo está la playa, pero antes hay que cruzar las pesadas y agotadoras dunas. Ese último esfuerzo antes de tomar un respiro y pegarse un baño comienza hoy. El Racing juega en Leganés, el martes en casa contra el Alavés y dentro de siete días en Andorra. Se vienen curvas y puertos de montaña, un duro camino que puede marcar el fin de año verdiblanco con la promesa por delante de contar después con un fin de semana sin competición que se ganó gracias a quedar campeón de la categoría de bronce el curso pasado. De jugar tres partidos en siete días a no jugar ninguno en quince. Será entonces el momento oportuno de llevar el coche al taller y recuperar las piezas que le queden. Seguramente, la situación de la plantilla cuando reciba al Burgos en Los Campos de Sport sea bien diferente a la que tenga hoy en Butarque, pero hay que llegar a boxes como sea. Aunque sea con las dos ruedas pinchadas y la punta de la trócoloa estropeada.

El Racing quiere llegar vivo y, al menos, hacerlo con la misma salud clasificatoria de la que disfruta hoy en día a ese parón del que se podrá beneficiar mientras todos los demás estén disputando la primera ronda de la Copa del Rey. Y para eso deberá hacer frente, en primer lugar, a un Leganés a quien parece sonreírle la suerte últimamente, ya que ha ganado tres de los últimos cuatro partidos que ha disputado. Ha cogido la ola buena y quiere aprovechar un partido en casa ante un recién ascendido al que le cuesta ver puerta y con una plaga de bajas para dispararse de verdad en la tabla. Está salivando ante la posibilidad que se le ha planteado pero intuye que, a pesar de todas las dificultades que está teniendo que sobrellevar el conjunto cántabro, no se va a encontrar ninguna alfombra roja.

Fernández Romo ha conseguido armar un equipo difícil de ganar. Hoy tendrá menos cartas pero, al menos, mantiene intacta su retaguardia. Incluso ha recuperado a Unai Medina aunque lo más probable es que espere al martes para reaparecer. Viene de estar mucho tiempo parado e incluso de haber recaído y, aunque ha entrenado toda la semana con normalidad, el técnico tendrá en cuenta que está ante una semana con tres partidos y que no hay por qué tener prisa. De este modo, tendrá Dani Fernández una nueva oportunidad.

De todas maneras, no contar con bajas en defensa no quiere decir que el entramado defensivo se mantenga. Eso es cosa de todos y un papel importante en el Racing de Fernández Romo lo realizan los medio centros. Y Juergen no podrá estar por culpa de un doloroso edema óseo que a saber cuándo le permite volver a jugar e Íñigo, que hasta la fecha ha jugado todos los minutos y que es un auténtico pilar para este equipo, debe cumplir un partido de sanción. Toca ver cómo se desenvuelve el conjunto cántabro sin su capitán y, sobre todo, ver cómo se amoldan y mecanizan Fausto Tienza y Aldasoro, que serán quienes lleven las riendas en la zona ancha.

He ahí la principal duda que puede tener el equipo porque es una parcela del campo capaz de dar personalidad a todo el colectivo. Sin embargo, aunque parezca mentira, no es en el doble pivote donde se centra el gran agujero verdiblanco para acudir hoy a Leganés, sino en arriba del todo. Fernández Romo cuenta con especialistas del puesto en los que, además, tiene confianza para cubrir las bajas de los dos habituales, pero es algo que no sucede con la delantera. Sigue sin contar con Sekou ni Matheus además de Cedric. Los dos últimos encuentros ha ocupado su sitio, sin demasiada fortuna, Peque, pero éste tampoco está al cien por cien. Ha sido víctima de una sobrecarga que no le ha dejado entrenar en condiciones en toda la semana y es probable que hoy no juegue de inicio y que lo reserve el técnico para el segundo tiempo. Lo cierto es que es saliendo del banquillo como más ha aportado con la casaca verdiblanca.

Si no juega Peque, el entrenador se tendrá que inventar un delantero. En la convocatoria ha incluido a Ayoub pero es poco probable que le vaya a poner de inicio. No es un goleador pero sí tiene una tremenda capacidad de trabajo que le vendría bien al técnico para que el grupo mantuviera su identidad. De hecho, tras el partido ante la Ponferradina, éste envió un pequeño mensaje a los de arriba afirmando que no habían aportado en la presión inicial lo que les demandaba. El jugador marroquí, al que habría que añadir la especial motivación que tendría, sí lo daría.

OPCIÓN ALFON. Con todo, motivación de sobra debería tener también Alfon porque es un jugador que el entrenador ha mantenido guardado en el cajón desde prácticamente el primer día. El pasado domingo ya le colocó unos minutos en punta y lo ha estado trabajando entre semana. Es quizá la alternativa más probable y, al cambiarle de posición, ha convocado también a Delisson, el extremo derecho del Rayo Cantabria. Lo que tiene muy claro Fernández Romo es que Pombo no es una alternativa porque ha quedado acreditado que cuando le aparta de su sitio pierde a su mejor media punta para ganar un delantero mediocre. No merece la pena. No compensa. El maño es una pieza básica para generar peligro y hacer jugar a todos los de arriba.

El Racing se va a tener que revelar ante todas sus limitaciones para hacer frente a un Leganés con una trayectoria muy similar a la suya propia. Aunque, según afirma el técnico verdiblanco, es un equipo hecho para estar más arriba, su inicio de curso fue casi tan malo como el del conjunto cántabro. No comenzó perdiendo cuatro partidos seguidos pero sí tres. Y llegó hasta la octava jornada habiendo ganado sólo un encuentro. Ahora ya vuela y, de hecho, aunque los dos contendientes que se van a ver las caras hoy a partir de las seis y media llegaron a ser último y penúltimo, hoy se cruzarán fuera de los puestos de descenso y empatados a puntos. Toca desempatar. O no.

No tiene tantas como el Racing y, sobre todo, no están tan centradas en los mismos puestos, pero el equipo pilotado por Imanol Idiakez también sufrirá ausencias. Éste no podrá echar mano de Omeruo ni Dani Jiménez y cuenta con la duda de Durmisi. No es lo mismo. El Leganés sí que está en disposición de seguir subiendo hacia arriba con las botas de siete leguas pero el conjunto cántabro tampoco se resiste a ello. No se resigna, sino que se amolda a las circunstancias. Y hay veces que uno se crece ante las adversidades. Es lo que le tocaría hacer hoy para volver con una sonrisa de Butarque.

Con Dalisson, Ayoub y Dani González

Ante la plaga de lesiones y, sobre todo, importantes bajas que acumula Fernández Romo para el partido de hoy en Leganés (Mantilla, Íñigo, Juergen, Sekou, Matheus y Cedric), el técnico subió en la mañana de ayer al autobús a tres futbolistas del Rayo Cantabria. En concreto, fueron el delantero Ayoub, que se ha convertido en habitual desde que cayera en desgracia Gassama, además de Dani González, que también acumula ya un buen número de horas de viaje con el primer equipo aunque aún no ha jugado en el presente curso. La gran novedad es Dalisson, quien comenzara la pretemporada con el primer equipo rindiendo, además, a un gran nivel. Conforme fueron llegando los refuerzos pasó a centrarse en su labor con el Rayo pero a principios de semana fue de nuevo reclutado por Fernández Romo. Y no fue porque se haya lesionado algún jugador de banda, ya que él se suele desenvolver por la derecha, sino porque tiene pensado desplazar a uno de los que ya tiene para jugar ahí. Alfon juega como extremo pero hoy tendrá que actuar de delantero, por lo que se abrió una vacante que ha llenado el futbolista llegado el pasado verano del filial del Valladolid. A la lista se sumó finalmente Peque y también, por fin, después de muchas semanas, Unai Medina. La expedición partió a las diez y media y se hospedó en el hotel AC La Finca de Pozuelo.