Se barruntaba, se olía, se percibía. Y lo ha confirmado el propio entrenador: “Va a haber cambios”. Normal. El equipo estaba atascado y necesitaba que alguien le diera un meneo, un volantazo para que deje de estrellarse continuamente contra el mismo muro. Porque es cierto que en las últimas semanas ha tenido que medirse a bloques bajos y retaguardias bien pobladas, pero lo mismo se va a encontrar el sábado, cuando reciba al Albacete. Y ha de encontrar una alternativa porque lo que ha venido haciendo no le da. Eso es evidente.

“Hay jugadores que no están en su mejor momento y queremos recuperar su mejor versión y, a la vez, los hay que están entrenando muy bien, que vienen apretando y que merecen su oportunidad”. Así explicó ayer el entrenador verdiblanco la apuesta que va a lanzar pasado mañana. No detalló si van a ser dos, tres o cinco cambios pero hay muchos nominados. Sólo espera que esos futbolistas que, al menos con él al frente, han estado en un segundo plano se aferren a este tren que va a pasar frente a ellos “y estén en el equipo de aquí hasta el final porque será señal de que el equipo rinde”.

Reconoció el técnico ovetense que no acostumbra a mover mucho el manzano. “No me gusta hacer demasiados cambios porque creo que, a base de continuidad, se acaba consiguiendo rendimiento”, explicó. Sin embargo, hay situaciones que se hacen demasiado evidentes. Y eso que considera que el equipo sigue estando “bien” y que los jugadores están “súper enchufados”. Sin embargo, cree que ha dejado de hacer cosas que ha de hacer, lo que se ha notado también en la cosecha de puntos del último mes. “Los resultados han cambiado por la falta de eficacia en las áreas, que marca mucho, y por la intensidad, por no ir a los espacios…”, apuntó. Es consciente de que tiene buenos futbolistas a su disposición pero demasiados que la piden al pie. Admite, por lo tanto, que el Racing es “un equipo más asociativo que de ir al espacio pero hay que conseguir que esos jugadores asociativos vayan al espacio porque, si no, es imposible”. Da la sensación de que Marco Camus podría tener ahora su momento de haberse quedado en Santander.

Lo cierto es que da la impresión de que los propios jugadores verdiblancos han olido desde el martes que José Alberto iba a abrir la puerta a sangre nueva porque está siendo una semana de trabajo especialmente intensa en todos los sentidos. Al técnico le ha gustado: “He disfrutado porque he visto a la gente dar un paso adelante. Es lo que queremos porque tenemos por delante un objetivo complicado y necesitamos la mejor versión de todos para poder conseguirlo”. 

Tanto él como los propios jugadores parecen estar sacando “la rabia” que les produjo haberse vuelto de vacío de Burgos tras un partido repleto de carencias. José Alberto insiste en que siguen haciendo “muchas cosas bien” pero también recalca que sigue habiendo “desconexiones, desajustes que impiden sumar”. Eso está provocando caer en “muchos errores”. Tras un buen inicio en El Plantío, el encuentro pasó a una fase en la que “no estaba pasando nada”, algo que a él no le gusta. “Hay rivales que es lo que buscan pero no es nuestro caso. Pasó que perdimos el control de lo que estábamos haciendo bien y teníamos planteado para abrir la opción al Burgos de poder hacer daño en cualquier opción”, explicó.

Recordó el entrenador asturiano que aún están lejos de haber conseguido algo, por lo que hay que recuperar “la mejor versión de todo el mundo, ser muy intensos y agresivos y no perder eso nunca”. De hecho, considera que es “momento de sacar la rabia” porque quedan “ocho jornadas por delante y, por lo tanto, queda “lo definitivo y lo más importante, el momento en el que cada uno debemos dar lo mejor”.

Se encontrará el Racing el sábado por la noche con un Albacete que, como recuerda José Alberto, está consiguiendo “un gran rendimiento en las áreas”. Se trata, según resume, de un “equipo ordenado con dos jugadores que llevan una cifra importante de goles”, como son los casos de Dubasin e Higinio, que suman nueve cada uno. Considera que, tanto ellos dos como otros, están jugando “con mucha confianza porque están en su año”. “Son gente que está dando mucho nivel, que están ofreciendo un gran rendimiento, que juegan a un alto ritmo en la recuperación, que tienen piernas para apretar y que forman un equipo muy eficaz”. “

De partida, se va a encontrar el conjunto cántabro con otra retaguardia de cinco hombres porque, como recordó el entrenador verdiblanco, el Albacete se mueve de manera fluida dibujando un 4-3-3 o un 4-1-4-1 en ataque y un 5-4-1 en defensa porque Olaetxea se coloca entre los centrales. “Conozco a Rubén (Albés), lo lleva haciendo mucho tiempo y le funciona bien, por lo que no lo va a variar”. Para hacerle frente, incluso se está planteando colocar a Juergen como media punta, algo que cree que puede hacer bien: “Es un jugador exquisito y los buenos pueden jugar en cualquier posición. Él puede hacerlo incluso en banda derecha”.

Donde se puede dar uno de los cambios que puede traer el partido es en punta de ataque, ya que Baturina parece haberse desinflado. Con todo, José Alberto entiende que es “difícil analizar” el rendimiento del punta tras haber tenido que jugar contra “bloques muy bajos”. Con todo, reconoce que “Cedric está muy enchufado y Sekou y Matheus están mejor”. Asume que en Segunda División es difícil evaluar a un delantero por los goles que marca y por eso les pide otras cosas. “Nunca sabes si gastándote dinero vas a conseguir goles, por lo que hay que insistir en el juego. Y no estoy contento con lo visto en los últimos partidos de la gente ofensiva. Necesito más de todos también a nivel defensivo porque son los primeros que han de activarse tras una pérdida”, concluyó. Por si alguien aún piensa que el anuncio de cambios es un farol.