25.04.2024 |
El tiempo

Fin de fiesta para Íñigo

El capitán, que cumplió cien partidos con el Racing el domingo pasado, no jugará ni entrenará más esta temporada para sanar por fin su maltrecha rodilla | «Es mejor descansar para estar en condiciones en pretemporada», apunta
Íñigo Sainz-Maza durante la rueda de prensa de ayer: «El pitido final fue muy emocionante, tuve una sensación de descanso y felicidad». / RRc
Íñigo Sainz-Maza durante la rueda de prensa de ayer: «El pitido final fue muy emocionante, tuve una sensación de descanso y felicidad». / RRc
Fin de fiesta para Íñigo

Ha terminado la temporada para Íñigo. No va a volver a calzarse las botas hasta el próximo curso y, por lo tanto, va a dejar sus registros en números redondos durante unos meses, ya que en el partido del pasado domingo cumplió cien defendiendo la camiseta del primer equipo. Ha alcanzado esa cifra más rápido de lo habitual porque desde que irrumpió en el escenario principal de la mano de José María Amorrortu ha sido titular sin discusión. Sólo se ha sentado en el banquillo en los últimos tiempos debido a una lesión en la rodilla que, precisamente, es la que le ha hecho parar de manera precipitada.

El Íñigo de la segunda vuelta no ha sido el de la primera. La irrupción del canterano en Segunda División, una categoría que nunca había pisado y que, por tanto, generaba una cierta incertidumbre a su alrededor, fue tremenda y se convirtió en uno de los jugadores más destacados del campeonato liderando incluso algunas estadísticas. Sin embargo, con el nuevo año su rendimiento fue a menos y con el tiempo se descubrió que estaba arrastrando una extraña lesión en la rodilla que no le impedía pero que sí le condicionaba.

El capitán no quiso parar. Siguió al pie del cañón a pesar de los dolores, que, como él mismo explicó en una comparecencia de prensa, se multiplicaban en cada arrancada. A la vez que su rendimiento menguaba, crecía exponencialmente la figura de Aritz Aldasoro, un jugador con unas aptitudes similares con quien comenzó formando el doble pivote hasta que por fin Juergen recuperó su sitio. Es ahí cuando al capitán le tocó comenzar en el banquillo aunque, obviamente, entrando siempre en la rotación. De ahí que el contador no se haya detenido y que haya seguido sumando participaciones con la camiseta del Racing. Todo apunta a que puede marcar un hito en este sentido y que el conjunto cántabro por fin tiene capitán para mucho tiempo.

Una vez conseguido el objetivo, Íñigo ha decidido parar. El miércoles por la mañana le realizaron una nueva resonancia magnética y entre todos han tomado decisiones. “En principio, hemos concluido que lo mejor es descansar”, explicó ayer mismo el jugador de Ampuero. Tal y como sucediera el día anterior, no se ejercitó con sus compañeros porque, al igual que Germán, que también ha dicho adiós a su participación en el presente campeonato por culpa de esa fascitis plantar que le apartó del encuentro contra el Ibiza, no lo va a hacer más. Toca recuperarse

“Hemos llegado a un acuerdo con los médicos, el cuerpo técnico y toda la gente que está implicada para parar, ya que creemos que lo mejor es descansar e intentar recuperar la rodilla”, explicó el canterano. De esta manera, podrán “ganar estas dos semanas” que les ha regalado la estupenda segunda vuelta completada por el equipo, que les ha concedido una permanencia sobrada. De este modo, a partir de ahora seguirán “un plan de recuperación” con el objetivo de estar “en las mejores condiciones posibles” cuando comience una nueva pretemporada y de nuevo deba ganarse un sitio en la sala de máquinas. Es posible que incluso se encuentre una competencia más feroz.

Mientras Íñigo y Germán tienen la cabeza ya puesta en el próximo curso, el resto de compañeros han de completar el calendario. José Alberto tendrá al resto de futbolistas a su disposición porque ayer se ejercitaron todos. Lo hicieron en Los Campos de Sport, algo que es habitual. Lo que no lo es y confirma que ni mucho menos está siendo una semana como las demás es que hoy lo harán por la tarde, a partir de las seis y media, lo que hace sospechar que la fiesta continúa. Es normal. El propio Íñigo reconoce que fue “muy emocionante” lo conseguido el pasado domingo por mucho que lo vieran venir durante las últimas semanas. “Te vas imaginando que lo tienes cerca pero conseguirlo al fin transmite una sensación de descanso y felicidad”, reconoció. Entiende que fue un día especial y “muy bonito para todos” por esa posibilidad de “poder celebrarlo en casa y con la afición”. “Fue precioso”, resumió.

En las últimas temporadas, los partidos del Racing posteriores a haber cumplido su objetivo han sido para guardar bajo tierra. El mensaje siempre es el mismo, el de que no se van a dejar llevar y van a seguir peleando por terminar lo mejor posible, pero es difícil no notar ese lógico bajón de tensión. “Por supuesto que queremos ganar”, puntualiza Íñigo. Éste recuerda que cuanto más arriba quede el equipo se traduce en “beneficios para el propio club”, por lo que intentarán mantener el “nivel competitivo”. El Carlos Tartiere espera para hacer la prueba del algodón.

El de Ampuero no estará en el campo para intentar curar cuanto antes una lesión que, según le trasladan los médicos, procede de un edema óseo en el cóndilo femoral mediano de su rodilla derecha. Es, por encima de todo, una lesión dolorosa. Quizá otro futbolista hubiera parado por tener un menor aguante al dolor pero no ha sido el caso del cántabro, que no quiso bajarse del barco sabedor de que podía ser un curso importante tanto desde un punto de vista individual como colectivo. Teniendo en cuenta lo pronto que últimamente comienzan las temporadas, la pretemporada comenzará a principios de julio, dentro de mes y medio, y para entonces ya quiere estar al cien por cien el capitán. Es un todoterreno que precisa de todos sus caballos de potencia para ser él mismo.

A partir de agosto le tocará seguir escribiendo su propia historia y romper el número redondo de los cien. Para él, es “un orgullo llegar a esa cantidad de partidos”. “La verdad es que ha pasado todo muy rápido, sobre todo los dos últimos años en los que se han conseguido los dos objetivos fundamentales para el crecimiento del club y para dar estabilidad al racinguismo”. Sólo espera que la maquinaria no se detenga y siga por esa misma dinámica. Aterrizó en el primer equipo en una de las peores temporadas de su historia a nivel deportivo pero después le ha tocado disfrutar de lo bueno. Mucho ha llovido ya desde que Amorrortu le viera disputando el playoff de ascenso con el filial actuando de medio centro cuando toda la vida había sido lateral y decidió que sobre él iba a pilotar el juego del Racing el siguiente curso. Ahí se precipitó una historia que hoy ya es centenaria.

Fin de fiesta para Íñigo
Comentarios