Poca gente está en modo fútbol a estas alturas del verano. Lo que centra la atención es el Mundial femenino y el cansino debate sobre el futuro de Mbapé, pero hoy empieza la liga en Segunda División. A muchos les coge a pie cambiado, aún de vacaciones, fuera de Cantabria o sin ganas de pensar en lo que le va a ocupar el resto del año. El fútbol es una de esas cosas. Y no hay que engañarse: siempre apetece. Sobre todo, cuando hay un regalo por estrenar, un paquete envuelto que todavía no sabe nadie qué lleva dentro. Corren tiempos de esperanzas. Queda convertirlas en realidad.

Ese paso de calidad debe empezar esta misma tarde (19 h.), cuando por fin se abran las puertas de Los Campos de Sport para iniciar un nuevo curso. Tiene este deporte una enorme capacidad de reciclaje, de comenzar de cero y convertir la decepción en ilusión tras sólo dos meses de vacaciones. Al Racing no le ha hecho falta completar ese tránsito porque terminó la campaña pasada en lo más alto. Su segunda vuelta fue de nota, a ritmo de playoff de ascenso, y de ahí que las pilas estén cargadas desde junio. De hecho, el gran objetivo a estas horas es dar continuidad a esa dinámica que consiguió construir el equipo desde la llegada de José Alberto.

Éste sigue al frente de la nave. Está ilusionado, con la confianza de estar donde tiene que estar, a bordo de una nave que le puede llegar lejos. Es él un entrenador a quien nadie le ha regalado nada, que comenzó por lo más bajo y que se ha ido haciendo un hueco. Y es ambicioso. Como todos, le gustaría entrenar algún día en Primera División y sabe que para conseguirlo debe ser él mismo quien viaje al frente de un equipo. Podría ser el cántabro. Nunca se sabe. El equipo verdiblanco volverá a partir con el único objetivo de la permanencia pero sabiendo que esto del fútbol es muy volátil. Sueña con verse en un baile al que no está invitado.

Una cosa son los sueños y otra la realidad. La realidad se llama Eibar. Es el primer equipo al que se va a enfrentar este curso. Será una buena vara de medir porque está llamado a mirar de nuevo arriba. Acumula dos fiascos consecutivos desde que perdió su sitio en Primera División pero no se quiere dejar llevar. Mantiene un buen bloque y ha contratado a un nuevo entrenador con el que pretende caminar con paso más firme y, sobre todo, no volver a desinflarse en la última recta. Se trata de un rival que puede poner al Racing en su sitio o que incluso puede hacer que le broten chirivitas de los ojos y arranque al curso con la mirada del tigre.

El encuentro será en El Sardinero. No ha habido partido de presentación en casa y por eso hay tantas ganas de Racing. De hecho, la grada presentará un aspecto apetecible con zonas del graderío ya completas desde ayer. El ilusómetro está por las nubes a pesar de no haber habido prácticamente fichajes hasta la fecha. Se fueron muchos pero sólo han llegado tres: Morante, Ekain y Lago Junior. Lo más probable es que sólo los dos últimos sean hoy titulares.

A la tremenda dinámica con la que cerró el Racing el curso pasado hay que sumar la llegada de nuevos propietarios que tienen cara y ojos. Eso es importante. El racinguismo lo sabe bien. Quieren hacer las cosas de diferente manera y, sobre todo, poner en el centro de todo a los aficionados y abonados. Y éstos, por ahora, están respondiendo. La temporada va a comenzar con una comunión en todos los sentidos entre grada, plantilla y directiva. Que dure mucho será una señal inmejorable.

Racing y Eibar se conocen bien. No sólo porque ninguna de las dos plantillas ha sufrido un descalabro respecto al curso pasado, sino porque incluso disputaron un partido amistoso hace sólo siete días. Entonces ya se anunció lo que se puede ver esta tarde en Los Campos de Sport. Ganaron las defensas. El encuentro terminó cero a cero porque ambos conjuntos han priorizado durante la pretemporada construir sólidos cimientos atrás. Ninguno de los dos ha encajado apenas goles y ninguno de los dos ha marcado demasiados. Quien hoy golpee primero puede tener mucho ganado.

Ambos entrenadores están a la espera de los últimos refuerzos que les permitan elevar el nivel de su equipo. Teniendo en cuenta el potencial del Eibar, esto quiere decir que es una buena idea medirse a él en la primera jornada liguera, cuando aún está a medio hacer. Para colmo, se va a presentar en Santander con algunas bajas importantes como la de Jon Bautista, Corpas y, sobre todo, Stoichkov, un tipo que le tiene bien tomada la medida al Racing. Además, Konrad de la Fuente o Unai Vencedor, incorporados la última semana, apenas han tenido tiempo de adaptarse y acoplarse con sus compañeros. Hay que aprovecharlo.

Sobre todo, teniendo en cuenta que buena parte de los que formarán el once inicial del Racing ya jugaron juntos el curso pasado. Eso debe ser un aval. No podrá contar José Alberto con los lesionados Pombo, Camus y Dani Fernández mientras que una de las grandes incógnitas estará en conocer quién ocupará la portería. Parera fue quien más jugó el curso pasado pero Ezkieta fue quien lo hizo el último mes y medio. Ambos actuaron a gran nivel cuando les tocó. Por lo demás, se antoja difícil que el resto del equipo no esté formado por Mantilla, Germán, Alves y Saúl en defensa; íñigo y Aldasoro en la sala de máquinas, Vicente y Lago Junior en las bandas y Peque y Ekain arriba.