25.04.2024 |
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El defensa goleador

Con su gol del domingo, Germán ha logrado anotar en sus últimas once temporadas - Reconoce que, tras tantos córners botados en Lugo, en el último y decisivo ya se movieron cada uno “por intuición”

Germán, en el centro de la imagen, junto con varios compañeros, en un entrenamiento del Racing. / RRC
Germán, en el centro de la imagen, junto con varios compañeros, en un entrenamiento del Racing. / RRC
El defensa goleador

El Racing llevaba tiempo esperando disfrutar de una de las facetas más características de Germán Sánchez: el gol. Él es central, pero se lleva bien con las porterías contrarias. Marca con cierta frecuencia y, de hecho, con el tanto que anotó el pasado domingo, se ha garantizado terminar una undécima temporada consecutiva marcando y sumando goles a sus estadísticas. Aunque asume que su obligación fundamental como central es defender, es bien consciente de que esa capacidad para resultar también peligroso en las áreas rivales multiplica su valor. De entrada, al conjunto cántabro ya le ha concedido un punto ciertamente valioso. Libró a sus compañeros de meterse en terrenos pantanosos.

La racha goleadora del defensor andaluz comenzó en el curso 2012-2013, el de su despegue definitivo como futbolista. Y comenzó a lo grande porque aquella campaña en el equipo de su pueblo, en el San Fernando, anotó cuatro goles. Estaba entonces en Segunda B y, ya con 26 años y después de no poder asentarse en el Cádiz, que también estaba en la categoría de bronce, se afianzó ya como jugador importante en todos los equipos por los que ha pasado. Fueron tiempos en los que vio puerta con asiduidad porque el curso siguiente anotó tres goles y al siguiente, ya en el Olot en la campaña 14-15, otros cuatro.

Llamó la atención y por eso fue reclutado por el Tenerife para jugar en Segunda División. Estuvo dos campañas en las que anotó un gol en cada una de ellas, lo mismo que hizo en las dos primeras que pasó en Granada. En las tres siguientes, anotó dos, tres y dos, respectivamente. Con ese bagaje llegó al Racing.

En Santander le ha costado enseñar su poderío aéreo porque, de hecho, se pasó toda la primera vuelta en el banquillo. Así es complicado marcar. También se vio dentro de un Racing inoperante a balón parado, ya que, hasta el que anotó en Lugo, su único gol en jugada de estrategia había sido el que marcó Jorge Pombo al Zaragoza el día del Pilar. Afirma el propio Germán que trabajan “muchísimo y bien” este tipo de acciones pero, por lo que sea, apenas han sacado valor a las mismas. Al final, como reconoció el propio José Alberto al terminar el encuentro, el secreto no está tanto en la pizarra, sino en “poner un buen balón a un buen rematador”. No hay más. Yeray botó el saque de esquina y el defensor que baila con los goles marcó.

Era el décimo tercer córner que botaba el Racing. “Habíamos sacado tantos que, al final, por estadística, tienes que marcar alguno”, se sincera Germán. “Ya no sabíamos ni qué jugada había que hacer, así que nos movimos cada uno por intuición. El centro fue bueno, los movimientos de los compañeros también y, al final, yo andaba por ahí solo y sólo tuve que empujar”, explica el defensor de San Fernando. El gol significó solamente un punto, pero todos saben que fue mucho más. No marcaba el conjunto cántabro tan tarde, rondando ya el minuto cien, desde hacía veinte años.

Germán se lleva bien con el gol pero tiene las ideas claras. La celebración no le nubla la vista: “Yo sé que estoy aquí para defender, luego para defender y después para defender”, apunta de manera muy gráfica. A partir de ahí, es consciente de su poderío aéreo y de que se puede utilizar tanto para custodiar sus dominios como para atacar y sacar provecho de él “a balón parado”, una faceta fundamental del juego y que “vale para todo, tanto para iniciar un marcador como para cerrarlo”. En su caso, fue para esto último porque ya no hubo tiempo para más.

Puede saber a poco en casa del colista, pero Germán cree que hay que valorar el punto conseguido en el Anxo Carro, ya que entiende que es “importante sumar sea donde sea”. Más aún en la fase de la temporada en la que ya están inmersos, que es la decisiva y en la que “nadie da su brazo a torcer”. De ahí que todo lo que sea avanzar y acercarse al objetivo es vital. Es un tramo en el que se empiezan a dar resultados raros y en el que los de abajo aceleran la velocidad de crucero que venían marcando siempre que todavía se vean con vida.

Al Racing se le complicó el partido por un error garrafal de Rubén Alves que recordó a otros que ha cometido el propio Germán, como el que

cometió contra el Alavés. Recalca el andaluz que “el fútbol es un juego de errores” y precisa que ese fallo “lo cometió el equipo entero, no sólo un jugador”. Entiende que sucede lo mismo cuando alguien marca. Los deportes de equipo es lo que tienen. Todos dependen del que está al lado. Y nadie tiene por qué ir a por un pañuelo a consolar a quien falla porque compiten a “nivel profesional y no hace falta levantar la moral a nadie” porque, sobre todo, “no hace falta individualizar”.

En Lugo eran conscientes de que podía suceder algo así porque la retaguardia estaba condenada a quedar más “expuesta” por estar obligado el equipo a “llevar un poco más el control del partido a partir de la posesión”. Esto hizo que descolgaran a “mucha gente”, lo que también “supone unos riesgos en la parte de atrás”. Con todo, considera que se hicieron “bien las vigilancias”, pero daban por hecho que el equipo gallego iba a tener sus oportunidades en alguna rápida transición. Es una idea de partido que se potenció tras el gol tempranero del bando local.

A nadie le sorprendió el planteamiento que puso en práctica el Lugo. Sabían que era muy probable que se encontraran con un equipo “muy encerrado porque confían mucho en sus transiciones”. Es una situación de partido que no se le da nada bien a un Racing que no está hecho para tener la pelota. Ahí tiene un importante margen de mejora porque entiende Germán que han de “controlar todos los registros”. “Hay que saber atacar una defensa de cinco porque se hace complicado por la acumulación de defensas que supone” afirma.

El encuentro del Levante a buen seguro que va a ser otra historia porque es un equipo con un libro de estilo casi opuesto. “Es un conjunto de buenas individualidades, con buenos jugadores que a buen seguro propondrán más que el Lugo o el Huesca. Es verdad que está pasando un bache de resultados pero con la plantilla que tiene está claro que lo van a poner difícil”, asume Germán, un tipo con un juego aéreo que el Racing estaba esperando.

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