Si al Racing no le gustan los equipos muy sólidos defensivamente, aquellos que no quieren el balón más que para correr y que, ante todo, viven de mantenerse bien armados atrás, hoy va a tener ración doble. Si no quieres café, toma cuatro tazas. Se mide (16.15 h.) al Burgos en El Plantío. Que nadie espere grandes alegrías, una fiesta de fútbol ofensivo.

Se anuncia un partido de pocas balas que vivirá, ante todo, de la puntería. Hoy más que nunca, aunque como casi siempre en Segunda División, se llevará todo el botín quien domine las áreas.

Se enfrentan dos de los equipos menos goleadores de todo el campeonato. Sólo el Oviedo y el Lugo han marcado menos goles.

El Burgos ha celebrado 25 en 33 partidos y el Racing 24.

La diferencia está en lo bien que ha sabido rentabilizar los suyos el conjunto castellano.

🤔 ¿Mañana a quién veremos por Burgos? A descansar, racinguistas, que tenemos una cita importante 🔥💚 #BurgosCFRacing pic.twitter.com/T1VYBPUz43

— Real Racing Club (@realracingclub) March 31, 2023

Le ha dado para haberse convertido en el equipo revelación durante toda la primera vuelta y para dar rienda suelta a los sueños de pelear por el ascenso, pero da la sensación de que la maquinaria ya no funciona tan bien. Le ha entrado pelo al motor. «Trata de arrancarlo», le dicen desde la grada a Juan Calero, el obrador del milagro burgalés, pero le está costando.

El Burgos va a recibir al Racing tras seis jornadas sin ganar y tres sin marcar. Ojo a esto último porque así llegó también el Levante a El Sardinero, pero rompió la sequía a balón parado y se llevó los tres puntos.

Fue gracias a que el equipo verdiblanco también anda reñido con la portería contraria. Se le ha acabado esa capacidad goleadora que mostró en los primeros diez encuentros con José Alberto al frente. De hecho, en esas tres mismas jornadas que llevan los hombres de Calero sin marcar, el conjunto cántabro sólo lo ha hecho de penalti y sobre la bocina en Lugo. Y menos mal.

Ninguno de los dos, por lo tanto, llega en su mejor momento. Y puede ser un partido que les deje marcados para lo que resta de curso.

Si el Burgos no gana, podrá dar la temporada por terminada porque se le escapará definitivamente el playoff, que hoy tiene a seis puntos.

El conjunto cántabro, por su parte, precisa demostrarse a sí mismo que no se ha metido en ningún agujero y que está dispuesto a impedir que alguno de los que está por debajo le arruine el plácido fin de curso que se había prometido a sí mismo. Al conjunto cántabro se le atragantan los buenos entramados defensivos y los equipos que no quieren el balón. El Levante podría haberlo querido más hace siete días, pero como se adelantó tan pronto, se vio forzado el conjunto cántabro a llevar la iniciativa.

Y no le sale bien. Le cuesta. José Alberto ha estado buscando alternativas a lo largo de la semana y la primera quizá debería ser la de colocar a Juergen en el once inicial ya sea para jugar junto a Íñigo o junto a Aldasoro. Que estos dos últimos jueguen juntos da una gran presencia al centro del campo y son capaces de tapar cualquier agujero, pero no ayudan a que la pelota se mueva con cierta fluidez para llevarla a zonas de peligro.

El fin de semana pasado, de hecho, se notó de manera notable la entrada del colombiano.

Hoy tendrá delante el Racing a un equipo sin casi fisuras en campo propio, que ha venido alternando defensas de cuatro o de cinco. En la última jornada, cuando encajó una dolorosa derrota en Ibiza, Calero apostó por tres centrales, pero no tendría por qué repetirse.

Lo importante es que se trata de un bloque de futbolistas tremendamente trabajado, que juega de memoria, que está atento a cada movimiento y que apenas deja espacios. Es, en definitiva, lo que peor le viene al conjunto cántabro.

Es su criptonita. Y ha de encontrar la manera de superar sus propias limitaciones para tratar de ganar. Por segunda semana consecutiva, José Alberto no podrá contar con Mboula para intentar derribar la muralla burgalesa.

Es probable que repita Yeray en la derecha mientras que la principal novedad, por lo intuido entre semana, podría ser que Íñigo Vicente juegue por el centro. Su capacidad de pase y de buscar huecos entre pobladas retaguardias, su talento, en definitiva, puede ser clave para tratar de encontrar lo que parece que no hay.

Lo que queda por saber es qué pasa con Pombo si el técnico se decide por esta maniobra.

Es necesario reunir a los peloteros para poder cavar y dejar al jugador maño en el banquillo no parecería una buena idea, por lo que el entrenador incluso ha estado probando con él por banda izquierda. La gran duda que puede encontrar el técnico es la escasa capacidad defensiva que muestra Pombo, lo que podría dejar a Saúl colgado.

En ese sentido, Sangalli le ofrece mucho más. No hay duda. Donde no hay dudas es en defensa, ya que el sitio del sancionado Rubén Alves lo ocupará Pol Moreno.

Finalmente, Germán parece que llegará y ambos formarán pareja, algo que no hacen desde el partido de Tenerife en la cuarta jornada liguera.

Por su parte, el Burgos recupera a los atacantes Mourad y Álex Bermejo pero sufre una buena colección de bajas.

No está en su mejor momento y suelen venir las desgracias juntas. Por eso el Racing ha de escapar de la amenaza que se cierne sobre él.