20.04.2024 |
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Bobadilla, el único pendiente

Fernández Romo ha utilizado ya a todos sus futbolistas de campo (24) excepto al central riojano | Sólo Íñigo, Pol Moreno y Juergen han sido titulares en los cinco partidos

Bobadilla, en el amistoso contra el Oviedo disputado una semana antes de iniciarse la liga. / RRC
Bobadilla, en el amistoso contra el Oviedo disputado una semana antes de iniciarse la liga. / RRC
Bobadilla, el único pendiente

Es todavía la quinta jornada liguera y el Racing ha utilizado ya a 24 futbolistas. Además de Jokin Ezkieta, que es portero y que, si todo transcurre con normalidad, es posible que no asome la cabeza hasta que llegue la Copa del Rey, el único jugador que todavía no ha saltado a escena es Pablo Bobadilla. Es, de hecho, el único futbolista de campo que todavía no se ha estrenado. Fue un fijo para Fernández Romo el curso pasado cada vez que estuvo disponible y sin ningún problema físico pero, a día de hoy, es el último de la fila en la retaguardia.

Pol Moreno, uno de los centrales que tiene el equipo, es también uno de los únicos tres futbolistas que han sido titulares en los cinco partidos disputados junto a Íñigo y Juergen. Este último es el único de los tres que no ha disputado todos los minutos porque ha sido sustituido en diferentes encuentros, por lo que, teniendo en cuenta el sistema habitual que diseña el técnico madrileño, sólo queda hueco para otro central más en sus alineaciones. Y en ese puesto han alternado tanto Rubén Alves como Germán Sánchez. Por ahora, no ha habido espacio para otra alternativa, que es donde podría haber cabido Bobadilla.

La pareja que mejor ha funcionado es la que forman Pol Moreno y Rubén. Con sus errores puntuales, el primero tiene la total confianza del técnico y se antoja improbable que vaya a perder su estatus. Ni siquiera lo perdió el curso pasado, cuando tuvo dos o tres semanas para olvidar de las que después se recuperó a lo grande. En el caso del jugador llegado este verano del Ibiza, cada vez que ha entrado en acción ha cumplido bien, ya que se ha mostrado como un defensor veloz, contundente cuando hace falta y sin llamar la atención de manera negativa con el balón. Sin embargo, no ha podido encadenar dos partidos consecutivos.

Y no lo ha hecho porque Fernández Romo tiene decidido apostar por Germán, un jugador al que el club fichó para dar «peso» al grupo. El entrenador ve un futuro con el andaluz liderando la retaguardia y aportando esa experiencia, presencia y supuesto saber estar que aportan los años y, sobre todo, las trayectorias. Por esa razón, a pesar de que Rubén completó buenas actuaciones contra Villarreal B y Oviedo, tanto en Granada como en Tenerife partió de inicio el zaguero llegado de Primera División. Y lo hizo fuera de forma. Quedó evidente porque completó malos partidos y no terminó ninguno de los dos, ya que el primero lo terminó lesionado y el segundo expulsado.

Dicha lesión le impidió jugar contra el Oviedo y dicha expulsión le privó de estar disponible en El Molinón. Volvió a aparecer Rubén y volvió a hacerlo bien, pero queda por saber qué decidirá el técnico madrileño con Germán, a quien quiere meter en ritmo de competición cuanto antes. Con un atacante es más sencillo hacerlo poco a poco porque las rotaciones durante los partidos son más sencillas y es habitual darle entrada en los segundos tiempos, pero con un central es más delicado. Si un entrenador quiere que juegue, ha de ser de inicio. Y eso tiene sus peligros.

Un central siempre deja expuesto su estado de forma. Germán llegó apenas dos semanas antes de su primera titularidad y lo hizo sin hacer pretemporada con el grupo. Es un futbolista que, además, es veterano, lo que exige un periodo de tiempo más prolongado para coger ritmo. Mantilla, que tiene 20 años, pareció viajar en moto el pasado domingo sin necesidad de haber jugado ni un minuto desde mayo, pero es algo que a buen seguro no podrá hacer con 35. Así, el central de San Fernando ha quedado retratado e incluso su confianza ha podido quedar dañada por haber jugado quizá antes de tiempo mientras Rubén, sin saber por qué, era llevado al banquillo.

Allí coincidió con Pablo Bobadilla, que aguarda su momento porque sabe bien que en su posición se mueve mucho el cotarro. Hay lesiones y en seguida aparecerán las sanciones y es consciente de que terminará teniendo que asomar la cabeza para confirmar que puede ser útil para el equipo. Es, además, uno de los hombres que continúa desde el curso pasado que ya tenía experiencia en Segunda División, ya que fue titular en la misma la última campaña en la que defendió los colores de la UD Logroñés. Sabe lo que hay y sabe que ahora le toca esperar su momento.

Por su parte, Fausto Tienza era otro jugador que había sido titular en todos los partidos junto a Íñigo, Pol Moreno y Juergen pero Fernández Romo lo sacrificó para retrasar la posición del colombiano. A su vez, el citado Mantilla era el hombre que quedaba, junto a Bobadilla, sin haber participado ni un minuto pero completó todo el encuentro dejando claro que es un tipo con el que se puede contar. Jugó en el lateral derecho, el puesto natural de Unai Medina y de Dani Fernández, dos hombres de la total confianza del técnico. El primero está lesionado y el segundo está siendo más usado de extremo que de lateral. Con todo, es uno de los jugadores que ha participado en todos los partidos aunque, como Marco Camus, sólo haya sido titular en dos de ellos.

Quien ha ido perdiendo presencia porque apenas ha tenido posibilidad de mostrarse ha sido Aritz Aldasoro, que entró en acción unos minutos de cada uno de los tres primeros encuentros para después quedarse a la espera. Como Bobadilla, también deberá esperar acontecimientos con la nueva posición de Juergen, ya que tiene por delante a un futbolista de la total confianza del entrenador como Fausto Tienza. Aún así, el guipuzcoano ofrece unas características similares al colombiano que, por ahora, parece que no le han entrado por el ojo al técnico.

Quien está apareciendo también de manera frecuente es Peque por mucho que pareciera que lo iba a tener complicado. La baja de Cedric le permite ganar posiciones en la lista de espera aunque lo cierto es que habitualmente ha salido para jugar como media punta o incluso arrancar por banda. Ha participado en cuatro de los cinco partidos y, por ejemplo, en el envite contra el Oviedo dejó buenas y peligrosas sensaciones. Es un futbolista que gusta al técnico, que confía en que pueda explotar. En una situación bien diferente está Alfon, que sólo acumula 33 minutos de juego repartidos en dos partidos. Fernández Romo prefiere colocar por banda derecha a Dani Fernández antes que a él y, por ahora, se mantiene a la espera. Como Bobadilla. Ambos saben que una plantilla es como un ser vivo en continuo movimiento.

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