23.04.2024 |
El tiempo

SEGUNDA DIVISION

La APR estudia denunciar la actuación de la Ertzaintza en Ipurua

Piden que todo el que ha recibido una propuesta de sanción o fuera agredido por la policía vasca en Ipurua se ponga en contacto con ellos

Los agentes de la Ertzaintza y los aficionados del Racing en Ipurua. / TWITTER
Los agentes de la Ertzaintza y los aficionados del Racing en Ipurua. / TWITTER
La APR estudia denunciar la actuación de la Ertzaintza en Ipurua

La Asociación de Peñas Racinguistas (APR) está estudiando la posibilidad de presentar una denuncia colectiva por la actuación de la Ertzaintza el pasado domingo en la zona donde se reunió la afición verdiblanca para animar a los suyos en Ipurua. De este modo, ha pedido que todo aquel que haya recibido una propuesta de sanción o fuera agredido durante la intervención policial se ponga en contacto con los responsables de la agrupación, que reaccionó a los incidentes con un comunicado en el que denunció la, en su opinión, desproporcionada intervención policial.

El encuentro se interrumpió durante unos minutos debido a la repentina aparición de hasta 36 agentes antidisturbio de la Ertzaintza que se presentaron con su casco y su porra correspondiente. Lo fácil fue pensar en ese mismo momento que había habido algún tipo de enfrentamiento entre seguidores de ambas hinchadas o algún tipo e encontronazo que obligara a intervenir a los agentes. Sin embargo, esa versión quedó invalidada con la rápida reacción que tuvo el club local, que en el descanso escribió el siguiente tuit para descartar este extremo: «No ha habido incidentes entre aficionados. Se ha avisado en varias ocasiones a unos pocos aficionados visitantes de que dejaran libre las vías de evacuación y, al hacer caso omiso, se ha procedido a su desalojo. La afición racinguista se está mostrando espectacular, de diez».

El conflicto se habría generado por el caso omiso que un grupo de racinguistas estaban haciendo a la petición de que despejaran el vomitorio que da acceso a una de las salidas y que, por seguridad, ha de estar siempre disponible para cualquier urgencia que pueda suceder. Además, también habrían pedido repetidamente que cada uno ocupara su butaca y que tampoco hubiera nadie de pie en el pasillo que se forma entre la primera fila de asientos y la barandilla. En la memoria de los responsables de seguridad del club armero a buen seguro que estaba lo sucedido en el 2018, cuando algunos aficionados del Sevilla se cayeron terminando varios de ellos con diferentes fracturas y contusiones.

Como los seguidores verdiblancos afectados no habrían hecho caso a los avisos realizados por megafonía y por algunos responsables de la seguridad privada, el siguiente paso, sin encontrar otro intermedio, fue enviar a 36 agentes equipados con casco y con porras, lo cual ya calentó la situación. De hecho, cualquiera ha podido ver en las últimas horas los porrazos que soltaron para indignación de muchos de los presentes, que respondieron con pitadas.

No tardó en reaccionar la APR a lo vivido con un comunicado que comenzaba recordando cuál es el cometido de la policía y cuál es también su «código ético». En ese sentido, echan mano del de la Policía Nacional porque entienden que el de la Ertzaintza será similar, que dice que sólo se puede usar la fuerza «en caso de absoluta necesidad y únicamente en la medida en que se requiera para conseguir un objetivo legítimo». Debe, según el documento, «justificarse» en todo momento, algo con lo que los peñistas creen que «no fue acatado por las unidades de la Ertzaintza».

«Con dureza». Según denuncia la APR, los agentes de la policía vasca «cargaron con dureza y extrema violencia contra los aficionados racinguistas por la simple razón de estar viviendo el partido como la hinchada del Eibar que estaba en el fondo contrario». Y es que, los presentes aseguran que en la grada que estaba detrás de la otra portería también había aficionados de pie y apoyados en la valla. Pero ahí no se fijó nadie.

Ya en dicho comunicado, la asociación de peñistas recomendaba a quienes hubieran estado en la zona donde se produjeron los incidentes que no tiraran la entrada y a quienes fueron víctimas de «cualquier tipo de abuso de autoridad» o «sufrieron lesiones por la actuación policial» que acudieran a urgencias para obtener un parte de lesiones» con el que poder acudir después a «dependencias policiales» a interponer una denuncia. Del mismo modo, también solicitaron a los «testigos de los hechos» que «ayuden a todas estas personas para que declaren con ellos» y puedan «conseguir contactos» que puedan ser de ayuda en caso de que «se abran investigaciones policiales». Y es que, su objetivo es el de que «se depuren responsabilidades» porque entienden que «esta actuación policial no puede quedar así».

«Fue una acción necesaria y proporcionada». El coordinador de seguridad de Ipurua aseguró ayer, en una intervención en la cadena Ser en Cantabria, que los más de treinta ertzaintzas que acudieron con porras y cascos a donde estaban los aficionados del Racing recibieron «insultos, golpes y empujones». De hecho, afirmó que la «actuación policial fue consecuencia de un proceso que no dio sus frutos y que había que solventar». De este modo, la calificó como «necesaria y totalmente proporcionada». El coordinador, que no tenía nombre, destacó que «en ningún momento hubo peleas o enfrentamientos» y que el ambiente «en las calles fue fenomenal». Respecto al origen de la intervención policial, recordó que Ipurua es «un campo pequeño» que, obviamente, tiene menos espacios que otros grandes estadios de la liga. De este modo, «lo que pueden parecer pocas personas», lo son más teniendo en cuenta las limitaciones de espacio. De este modo, él vio «a un grupo de cuarenta o cincuenta espectadores que estaban fuera de la localidad, en la parte inferior de la vía de evacuación, copando un espacio e impidiendo el acceso y salida del vomitorio de la puerta nueve». Entendió entonces que había que «liberarlo» porque lo que en otro gran estadio no habría generado ningún conflicto, en Ipurua sí podría crear «grandes problemas de seguridad». Destacó que en la media hora anterior a la intervención policial, ya se había advertido por parte de «personal auxiliar y de seguridad» de que cada aficionado debía «ocupar la localidad que le corresponde». También, según afirmó, bajó una representante de las peñas a pedir lo mismo y, finalmente, también se dijo por megafonía con un mismo resultado: «respuesta negativa». Fue a partir de ahí cuando ya acudieron los ertzaintzas a dar esa «respuesta necesaria y totalmente proporcionada».

La APR estudia denunciar la actuación de la Ertzaintza en Ipurua
Comentarios