Ministerio de Sanidad

El comunismo sanitario: Sanidad cambia el protocolo y preguntará a los pacientes su nivel de renta y ocupación

La ministra de Sanidad, Mónica García. / AEE

El Ministerio de Sanidad recomienda incluir en la historia clínica las condiciones económicas del paciente para combatir la "desigualdad" en la salud.

El Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, ha acordado con las comunidades autónomas incorporar en la historia clínica del paciente datos socioeconómicos y familiares. Este cambio en la llamada Historia de Salud Digital busca identificar los "condicionantes" socioeconómicos que influyen en la salud de la población, permitiendo un enfoque más holístico y biopsicosocial del tratamiento médico.

El documento del Ministerio señala la importancia de reconocer los factores sociales, culturales, políticos y económicos en la salud, subrayando que la desigual distribución de estos determinantes conduce a desigualdades en la salud de la población. La incorporación de estos datos en la historia clínica tiene como fin permitir a los profesionales sanitarios comprender y considerar las condiciones de vida de los pacientes al diagnosticar y proponer tratamientos o cuidados.

Los servicios de Atención Primaria solicitarán a los pacientes una serie de datos a través de un cuestionario específico, incluyendo edad, sexo, identidad de género, orientación sexual, migración y origen, clase social, lugar de residencia, discapacidad, dependencia, y contexto social y familiar. Dentro de "clase social", se recogerán datos sobre el nivel de renta, situación laboral actual y clase social ocupacional.

Los tramos de renta se basarán en los establecidos por el Ministerio de Hacienda para el cálculo del IRPF, y se incluirán categorías específicas para la situación laboral y clase social ocupacional. Además, se realizará un cribado de pobreza preguntando a los pacientes sobre sus dificultades económicas.

La recopilación de estos datos debe contar con el consentimiento del paciente, quien también decidirá qué profesional sanitario puede acceder a esta información. Además, el personal sanitario encargado de la encuesta deberá explicar el objetivo de la recopilación de datos y cómo se utilizarán.

Sanidad aclara que estos datos no incluirán la etnia o pertenencia a grupos minoritarios, ni otros datos que puedan exponer a la persona a prejuicios. Este nuevo enfoque busca proporcionar una atención más personalizada y efectiva, considerando todos los aspectos que pueden influir en la salud de una persona.