23.04.2024 |
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REMO

Pedreña remó con rabia y corazón y Camargo lo hizo con cabeza

La ‘Virgen del Carmen’ realizó una regata muy inteligente, manteniéndose entera a pesar del fuerte impulso inicial de Pedreña, que se puso seis segundos por delante en el primer largo, y dando un recital en los decisivos metros finales para llevarse la Bandera Bansander

Camargo celebra con los aficionados el triunfo. / ALERTA
Camargo celebra con los aficionados el triunfo. / ALERTA
Pedreña remó con rabia y corazón y Camargo lo hizo con cabeza

La Bandera Bansander la comenzó a ganar Camargo el pasado domingo, cuando ganó la Sotileza. Fue ahí cuando empezó la batalla piscológica en la que se convirtió la regata de ayer, en la que mandó más la cabeza que las piernas o los brazos. El remo también es un estado de ánimo y en Pedreña hay dudas. Las cosas no marchan bien y la cita con la bahía santanderina parecía una buena oportunidad para poner las cosas claras y solucionar sus problemas sin dejarse la pasta en horas de psicólogo y diván. Salió con el cuchillo entre los dientes para dejar las cosas claras pero no le salió bien. Se quedó a medias, no terminó el trabajo que había empezado y tuvo que ver cómo los de Punta Parayas ondeaban su segundo ‘trapo’ en cinco días.

Pedreña remó con rabia y corazón y Camargo lo hizo con cabeza. La trainera negra fue de más a menos y la verde de menos a más, administrando esfuerzos y utilizando la confianza y la moral que le ha brindado su primavera triunfal. Es posible que supiera que los trasmeranos iban a salir a romper, a poner las cosas en su sitio desde el primer largo, por lo que intuían que el secreto estaba en aguantar, en no soltarse, porque a veces los excesos se pegan. Y los trasmeranos los pagaron. Consiguieron una renta de seis segundos sólo en el primer largo pero terminaron llegando cuatro y medio por detrás.

Los entrenados por Carlos García se desfondaron. El último cuarto de regata lo hizo Camargo ocho segundos más rápido. El bote camargués esperó al momento adecuado para asestar su golpe con la certeza de que, en cuanto pusiera su proa a la altura de la de Pedreña, éste se iba a venir abajo. Porque no pasa sus mejores días desde el punto de vista anímico. Los trasmeranos comenzaron a entrenar con el firme ánimo de volver a estar con los mejores y situarse en la tanda de honor de la ARC 1 pero, ahora mismo, no son capaces de seguir el ritmo de Camargo.

Los del Camargo celebrando la victoria en plena mar.
Los del Camargo celebrando la victoria en plena mar.

Lo sucedido esta semana marca un cambio de tendencia. Se acabó la hegemonía pedreñera. Ahora se abre un tiempo nuevo en el que, cuando menos, va a haber pelea. Y a los aficionados de Pedreña no les gustará, pero falta hacía volver a vivir regatas en Cantabria que levantaran pasiones. Como la de ayer. Si hay algo que ha de tener el deporte para ganar incondicionales es incertidumbre, acudir a una regata sin tener muy claro quién va a ganar. Y en la última década no hacía falta ni apostar. Durante muchos años fue Astillero quien sacaba un mundo a los demás y en los últimos tiempos fue la embarcación del este de la bahía. Ayer, en cambio, por fin volvió a haber gritos en los muelles.

Sobre todo, por la sorpresa que generó en los presentes intuir que era Camargo quien había dado la vuelta a la situación, que, tras toda una regata chupando rueda y comiéndose el tubo de escape de Pedreña, estaba llegando por delante. Desde tierra uno nunca se puede fiar de su punto de vista pero sí, conforme pasaba el tiempo y los botes se acercaban a las balizas de salida y meta, se confirmó que la ‘Virgen del Carmen’ no sólo iba a ganar, sin que le iba a sacar una trainera de ventaja.

Nadie habría apostado por un final así tras los cuatro minutos y medio iniciales de la regata. A Camargo le correspondió la calle uno, la más cercana a tierra, y a Pedreña la tres. En medio de ambos estaba Astillero, que sabía que su guerra no estaba con ellos, sino con Castro. Pero no la hubo. Le sacó prácticamente medio minuto a ‘La Marinera’, que es posible que a día de hoy aceptara un intercambio de papeles con la ‘San José’: déjame tu sitio en la ARC 2 y vete tú a la ARC 1.

El cielo estaba encapotado pero no llovió. La temperatura era idónea para remar, con un ligero viento del nordeste que, por lo tanto, mantenía la misma dirección que la marea, que estaba subiendo. Por eso volver costaba un poco más. Así funciona este deporte. Hay que adaptarse a lo que la naturaleza pone en el plato y jugar con los elementos. Por eso dio la sensación de que, sobre todo en el segundo largo, Pedreña se metía ligeramente por la calle cuatro huyendo de la canal de la bahía. Conocer el terreno es un punto a favor.

La potente salida de Pedreña le concedió una rápida y contundente ventaja que no creció en los últimos largos. Eso pudo generar un cierto mosqueo a bordo. Los hombres entrenados por Carlos García y Edu Carriles lo habían dado todo en el primer viaje de ida pero, a partir de ahí, vieron cómo Camargo le seguía el ritmo, lo que ya le hizo dibujar el signo de interrogación en la proa. Camargo se aferró a la vida haciendo lo que Manel Comas llamó la ‘táctica del conejo’: mantenerse ligeramente por detrás en el marcador a la espera de consumar la remontada en el momento adecuado, cuando ya no hay margen para la reacción. Eso hizo Camargo.

La última ciaboga la hizo Pedreña a los 14.29 y Camargo a los 14.34. Fue prácticamente la misma distancia que había existido entre ambos en los dos cambios de dirección anteriores. Ambos botes avanzaban con un ritmo de paladas muy parejo y eminentemente alto, de unas 38 por minuto. Es ritmo de verano pero pocas dudas hay de que las de la ‘Virgen del Carmen’ llevaban más confianza y, sobre todo, una mejor salud mental en el momento de la verdad. A bordo de la trainera verde todo son certezas, van como un tiro, y sólo les queda disfrutar de su mejor momento en mucho tiempo. En meta, pararon el reloj en 19.30,29 por los 19.34,81 de su gran rival. Muy atrás quedó Astillero (20.06,14) y más atrás todavía Castro (20.33,74).

La tarde comenzó con una tanda a dos largos entre los botes de la liga combinada que ganó con autoridad AN Castro (10.35,79) por delante de Suances (11.18,06) y Colindres (11.49,49). A continuación, Astillero femenino (11.46,80) y Pontejos (11.10,50) completaron sólo dos largos en un acto que compartieron con Laredo (21.29,62) y Astillero B (21.32,02), que sí recorrieron las tres millas náuticas de rigor.

Pedreña remó con rabia y corazón y Camargo lo hizo con cabeza
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