Julián Ruiz vuelve a hacer las maletas. Va a dejar a medias su trabajo en el Balonmano Santoña para volver a tierras árabes. Si en su día ya pasó por Emiratos y por Qatar, ahora le toca Arabia Saudí, desde donde le realizaron una de esas ofertas que se califican de irrechazables para dirigir el organigrama técnico de la Federación. En el club cántabro entienden que no haya querido dejar escapar ese tren y en las últimas semanas han trabajado a destajo para intentar que su entrenador y director deportivo pudiera completar el curso actual, que no puede pintar de mejor manera porque ha alcanzado el ecuador del mismo en primera posición. Y en lo más alto querrán seguir los santoñeses, pero a partir de ahora será sin Julián Ruiz.

Fue ayer cuando se hizo efectiva la salida del laureado entrenador cántabro y cuando el Club Balonmano Santoña lo hizo oficial. Éste agradeció al técnico «todo lo que ha hecho» durante el año y medio en el que se ha responsabilizado de la marcha deportiva del club y comprendió su decisión de marcharse. «Somos conscientes de que los tiempos que corren no permiten a un profesional como Julián desdeñar una oferta tan importante, por eso entendemos la decisión que ha tenido que tomar muy a su pesar en la parte sentimental y deportiva», explicó la entidad trasmerana.

«Sabemos que lo siente tanto o más que nosotros, pues los que hemos trabajado codo con codo con él conocemos de su profesionalidad y de su implicación en nuestro proyecto desde un primer momento», explicó la entidad. Éste mostró su especial pesar por la marcha del capitán del barco por el momento en el que se produce, ya que el equipo está pasando por uno «extraordinario» en el que ha terminado la primera vuelta en cabeza de la clasificación de su grupo. Ahora lo que les toca es encontrar un sustituto y en el club aseguran que ya llevan varias semanas buscándolo y que lo han hecho de manera paralela a ese trabajo que han desarrollado para buscar la manera de que Julián Ruiz pudiera compaginar durante unos meses su nueva labor en la Federación saudí con el que ha venido desarrollando en Santoña desde el verano del 2020.

Pocas horas después de conocerse la noticia, fue la plantilla la que también emitió un comunicado público con el que los jugadores quisieron transmitir todo su «apoyo a Julián Ruiz y desearle la mejor de las suertes en su nueva andadura». «Todos y cada uno de los jugadores estamos y estaremos agradecidos por todo lo que ha hecho por el club y somos conocedores de que, si estamos donde estamos, en gran parte es gracias a él», explicaron. El problema es que él ya no estará y deberán ahora confirmar que la maquinaria no se tiene por qué detener.

Quiso el vestuario enviar un mensaje de unidad en unos momentos que, al parecer, hay quien ha querido aprovechar para provocar lo contrario. «No dejaremos que nada ni nadie nos separe en este momento difícil para la plantilla», apuntaron. Por eso quisieron transmitir a la afición que el equipo «permanece más unido que nunca» con vistas a afrontar de la mejor manera posible todos los retos que se les vienen por delante, que no pueden ser más ilusionantes ya que el objetivo no es otro que el salto de categoría. «Tenemos que empezar este mismo sábado con un partido muy importante y que estamos seguros de que pelearemos por conseguir nuestro objetivo y el que todos queremos lograr», concluyó el plantel santoñés. En concreto, dicho encuentro enfrentará al Santoña con el Gijón a partir de las seis y media en el Tomás de Teresa. Será el primer encuentro de la segunda vuelta. En la primera estuvo Julián Ruiz al mando pero a partir de ahora ya no lo estará.

Fue en julio del 2020 cuando se anunció la llegada de Julián Ruiz al Santoña. Un fichaje así fue la confirmación de que el club había superado ya sus peores momentos, ya que se colocó al borde de la desaparición tras su descenso de Honor Plata. El proyecto ha ido reflotando con Ruiz al mando. Se trata de una figura reputada a nivel cántabro, español e incluso internacional, como confirma su marcha a Arabia Saudí. Antes, también había pasado por banquillos alemanes, además de por el Bidasoa, Arrate, Toledo, Puente Genil y, por supuesto, el Teka, con quien incluso se proclamó campeón de Europa. Lo ha sido todo como jugador y después como entrenador y en Santoña estaba escribiendo una gran historia que ahora ha quedado interrumpida por una llamada de esas a las que es difícil decir que no.