25.04.2024 |
El tiempo

ATLETISMO

Fernando Borrajo: «Cuando empecé a ver a gente correr por los montes me parecían unos chalados»

ESTE CORREDOR CÁNTABRO PASÓ DE SER UN AFICIONADO A LA MONTAÑA A COMPETIR EN LA MONTAÑA, LO QUE LE HA PERMITIDO VIAJAR POR TODO EL MUNDO PARA CORRER CON RAQUETAS O SIN ELLAS, PERO PRÁCTICAMENTE SIEMPRE EN LAS ALTURAS. SUS ÚLTIMOS TÍTULOS, EN CAMBIO, LOS HA CONSEGUIDO EN MARATÓN. LE DA A TODO

FERNANDO BORRAJO / ATLETA
FERNANDO BORRAJO / ATLETA
Fernando Borrajo: «Cuando empecé a ver a gente correr por los montes me parecían unos chalados»

En un primero momento le parecían unos chalados, pero hoy es uno de ellos. Fernando Borrajo comenzó dando largos paseos por la montaña pero ahora va corriendo. Esos locos que pasaban a su lado a un elevado número de revoluciones le fueron contagiando las prisas y poco a poco se fue subiendo a su tren. Se dejó dominar por la adrenalina y los atractivos de la competición y, casi sin darse cuenta, comprobó que se le daba bien y que incluso ganaba carreras y campeonatos. Comenzó tarde pero ya no sabe ni dónde meter las medallas y los trofeos que ha conseguido. De su última aventura volvió con dos metales colgados al cuello: bronce individual y oro por equipos. Fue en el Europeo Máster de maratón y fue hace poco más de diez días. Asume que es probable que su cuerpo aún no se haya recuperado, pero pasado mañana va a correr otra maratón. Al final, el chalado va a ser él. 

PREGUNTA.- ¿Qué hacía un tipo como tú corriendo en asfalto?

RESPUESTA.- Es verdad que yo suelo hacer carreras de nieve y de montaña, pero este año lo suspendieron todo. A finales de noviembre vi que no habían elegido sedes para los mundiales ni los europeos y por eso decidí inscribirme en diciembre al maratón de Madeira para intentar hacerlo. Ya llegué forzado porque es difícil preparar una maratón en mes y medio, pero yo me dije: ‘a lo que salga’.

P- Y salió bien.

R.- Sí, oro por equipos y bronce individual, que es lo que más me satisface. Era el Europeo Máster y antes de ir investigué cuántos cántabros habían ganado antes una medalla en algún campeonato de maratón y vi que ninguno, por lo que para mí fue un aliciente. Eso sí, también sabía que de eso a que luego salga bien hay un trecho, pero hete aquí que salió.

P.- Volviste con dos metales.

R.- Sí, en la competición por equipos se suman los tres mejores tiempos. Vi que estaban José Luis Bernabé, de Madrid, con quien ya había corrido en su día el Europeo de media maratón y me ganó, por lo que sabía que con él iba a ir la cosa bien. El tercero fue otro atleta de Málaga que también lo hacía muy bien, por lo que sabíamos que teníamos un buen equipo para poder ganar. Los italianos, los alemanes y los rumanos tienen siempre buenos equipos, pero les ganamos.

P.- ¿Cuándo habías corrido tu última maratón?

R.- Pues en 2016 en Sevilla. Desde entonces, no había corrido otra.

P.- Porque lo tuyo es la montaña, ¿verdad? El trail, las raquetas, las carreras verticales…

R.- Sí, es donde habitualmente hago los campeonatos, pero este año no había nieve. Ha sido un pequeño desastre porque este año teníamos el Campeonato de España en Alto Campoo o el de raquetas de nieve en Fuente Dé, pero han quitado todos los campeonatos a Cantabria, que también iba a organizar el de clubes del Desafío Cantabria y el de kilómetro vertical en Castro Valnera. Iba a organizar cuatro y se los han quitado creo que por un tema económico. Dicen que buscarán otros emplazamientos pero a estas alturas ya me parece complicado.

P.- Entonces, ¿qué perspectivas tienes ahora?

R.- Pues ahora mismo voy a hacer una pequeña imprudencia desde todos los puntos de vista, que es hacer otra maratón este domingo en Murcia. Es el Campeonato de España Máster y me he inscrito.

P.- Pero sólo habrán pasado dos semanas desde el anterior. ¿No es una locura?

R.- Sí, es posible. Me matan. El entrenador me dice que no quiere saber nada, que no se responsabiliza de ninguna lesión que pueda tener. Admito que es imprudente desde todos los cánones que se puedan tener porque en 15 días no se recupera el cuerpo de una maratón. Como mucho, la gente suele hacer dos al año, pero ahí estaremos.

P- ¿Cuánto tardas en poder hacer un poco de vida normal tras una maratón?

R.- La verdad es que no he tenido secuelas de esta última. Sólo los cuádriceps un poco cargados, pero sé que una cosa es no tener secuelas y otra que por dentro el cuerpo pueda hacer otra vez ese esfuerzo. Pero bueno, voy a intentarlo. Luego afrontaré la temporada de trail, de raquetas de nieve y kilómetros verticales.

P.- ¿Con qué disciplina disfrutas más?

R.- A mí me gusta más todo lo que esté relacionado con la montaña. Y la verdad es que cualquier modalidad relacionada con ella me gusta. Disfruto mucho con las raquetas, que las he hecho bastante y ya he participado en cuatro Campeonatos del Mundo y de Europa. En carreras por la nieve llevo varios años haciendo la Copa de España pero este año, por ahora, ya han suspendido las que había previstas en Belagua, en el Pirineo navarro, y en Urbión, en Soria. Han reducido al máximo el calendario de nieve pero hay también muchas pruebas de carreras verticales. La verdad es que el monte me gusta más que el asfalto.

P.- ¿Hiciste atletismo de toda la vida o fue por la crisis de los cuarenta?

R.- Pues mira, empecé con 42 años.

P.- ¿Y cómo fue?

R.- Yo llevo más de veinte años como presidente de un club de montaña que se llama Peñas Arriba, que está en Tetuán. Habitualmente, organizamos un viaje al mes y ponemos un autobús que va recogiendo a la gente y hacemos una marcha.  A principios de los dos miles, mientras nosotros hacíamos senderismo, empezó a aparecer en el monte gente corriendo y nosotros mismos decíamos que estaban chalados porque así es imposible enterarse de dónde estás ni percibes ni disfrutas de la montaña como cuando vas andando. Sin embargo, cada vez veías más afición a ir corriendo hasta que yo mismo empecé a hacerlo. Y eso me ha llevado hasta hoy.

P.- ¿Y son compatibles esas dos maneras de ir a la montaña?

R.- El senderismo apenas lo hago ya porque a todo no llegas.

P.- ¿Y dónde quedó aquello de que esa gente estaba chalada y no disfrutaba de la naturaleza?

R.- Lo que ocurre es que lo que antes hacía durante una marcha senderista que salía a las nueve y llegaba a las seis de la tarde, ahora lo hago en un par de horas. Y bueno, le acabas cogiendo el gusto, te empiezas a meter en temas de competiciones y, al final, tienes que ir abandonando alguna cosa.

P.- ¿No son modelos opuestos? Uno fomenta el individualismo y el otro el sentimiento colectivo, saber que formas parte de ese grupo de montaña. Uno va rápido y el otro despacio.

R.- Sí, no tiene nada que ver, pero admito que el tema competitivo me gusta. Cuando haces senderismo vas hablando con la gente, cambiando impresiones, socializando, te paras a disfrutar de una vista espectacular que encuentres… En una competición es diferente porque dejas de estar en el monte con amigos para estar con otros que, en ese momento, luego ya no, son rivales.

P.- ¿Se hacen amistades?

R.- Sí, claro, porque en muchos sitios coincidimos los mismos. También te permite viajar a lugares inesperados porque aparecen en los calendarios y sé que si no fuera para competir no habría ido nunca. A Madeira fui por vez primera en el 2020 y tengo claro que no habría ido por mi cuenta. Lo ves en fotos por la tele y dices qué bonito, pero después no vas.

P.- ¿Hasta dónde has llegado?

R.- Con las raquetas he competido en Japón o Estados Unidos. Haciendo trail, hace poco he estado en Suiza, en septiembre vuelvo a Madeira al Campeonato del Mundo... El año pasado estuve en Irlanda, Austria, Eslovenia, Italia… Sí, la verdad que la competición te lleva de un sitio para otro y es algo que suma a la hora de valorar la experiencia de haberte dedicado a ello.

P.- ¿En qué lugar de todos esos por los que has pasado has pensado ‘aquí me vendría yo a vivir’?

R.- En Madeira me quedaba . Hemos corrido ahora en enero y hacía 19 o 20 grados. Tras correr la maratón, me bañé en el Atlántico y el agua estaba como en el Mediterráneo. Y era invierno. Para mí, lo tiene casi todo porque tiene mucha montaña, verde, las playas y un clima tropical. Es el paraíso de las carreras de trail. Hay, de hecho, muchas competiciones allí. Están haciendo un poco como en Canarias, que también se ha convertido en sede de muchas carreras porque ha pasado a ser un nicho económico importante y un potente polo de atracción para el turismo.

P.- ¿Y de dónde sale el dinero para pagar todos esos viajes?

R.- Pues, en mi caso, única y exclusivamente de mi bolsillo. A nivel máster, la Federación Española te da la equipación y poco más. Si después te hace una reseña en la web, ya te das por satisfecho. Y nada más porque las subvenciones del Gobierno de Cantabria son para gente joven de menos de cuarenta años. Yo, en mi caso, lo entiendo como un hobby y ya está.

P.-. Un hobby muy caro.

R.- Sí, pero como miramos siempre los viajes con mucha antelación, solemos conseguir buenos precios. El alojamiento, como lo cogemos en grupo, también suele salir más económico. Hay que currárselo y mirar mucho porque si lo dejas todo para última hora te sale por un pico.

P.- ¿Y el tiempo para prepararlo?

R.- Pues como hace todo el mundo. Lo primero es el trabajo, después tienes que dejar tiempo para la familia y el que te queda libre, pues lo aprovechas. Un día puedo entrenar a las nueve de la noche y otro antes de venir al trabajo. Son los sábados y domingos cuando sacas un poco más. Y eso, siendo constante, ya te deja en un estado de forma más o menos latente que puedes intensificar o relajar un poco en función del calendario.

P.- Imagino que habrá una ardua negociación en casa, ¿no?

R.- No me quejo en ese sentido. Cuando conocí a mi mujer ya sabía que hacía senderismo y lo que antes hacía saliendo por la mañana y volviendo por la tarde, ahora lo hago en un par de horas. Ahora no se me ocurriría hacer lo de antes y por eso ya no hago tanto senderismo.

P.- ¿Por dónde entrenas?

R.- Entre semana suelo ir por Mataleñas, el faro y hasta la Capilla del Inglés y por toda esa zona de la costa. Los fines de semana ya me junto con compañeros y vamos a los pinares de Liencres,, a la Picota, a Peña Cabarga…

Fernando Borrajo: «Cuando empecé a ver a gente correr por los montes me parecían unos chalados»
Comentarios