Era un fin de semana importante para Astillero, pero no salió bien. Partió con tres puntos de ventaja y ahora tiene uno de desventaja. Pinta regular. Tanto en la regata de Ondarroa como en la de Hondarribia se repitieron exactamente las mismas posiciones entre los cuatro primeros y al representante cántabro le tocó el peor de ellos. A Donostiarra B, su gran rival, le correspondió, en cambio, el segundo. Sumó dos puntos más cada uno de los días y eso le permitió protagonizar el ‘sorpasso’ que andaba buscando.

No todo está perdido porque aún quedan dos regatas. Además, toca cambiar de tercio. Si el pasado fin de semana hubo que remar en la mar, lo que queda del calendario se centrará en la ría. El próximo sábado a la una tocará hacerlo en aguas de Pasaia bajo la organización de Hibaika y después sólo quedará disputar la regata de Bilbao el domingo día veinte a las cuatro y media. Serán sendas contrarrelojes sin trampa ni cartón. Quien más rápido navegue se llevará el premio gordo.

La ‘San José’ aún está viva. Está viviendo de sus tres primeras regatas y, a su vez, está en una situación tan delicada por lo que sucedió en la quinta, cuando fue última en Portugalete. Si en las dos fechas que quedan para que termine la liga acaba por delante de Donostiarra B, tendrá derecho a disputar el playoff. Las cuentas son claras. Lo difícil es cumplir con ellas porque la dinámica no permite albergar grandes esperanzas. La embarcación de la capital guipuzcoana cotiza al alza, está enseñando una gran fortaleza y mira directamente hacia arriba. El estado moral de la embarcación cántabra, en cambio, no debe contar con tanta salud.

Astillero confiaba en revertir la situación tras el parón y, cuando menos, meterse de lleno en la pelea con Portugalete y Donostiarra B. Lo ha intentado. El domingo incluso fue por delante de ambas en la primera mitad de la regata, pero terminó sucumbiendo al mejor estado de forma que presentan actualmente las mencionadas traineras vascas. Sobre todo la guipuzcoana, que en ambas jornadas ha mostrado una proyección semejante, yendo de menos a más y firmando un gran último largo que incluso le ha acercado al intratable líder. En Ondarroa se quedó cerca de darle una sorpresa.

Donostiarra B ha ocupado la segunda plaza en las cuatro últimas jornadas. Eso quiere decir algo. La última vez que quedó más abajo fue en la regata de Orio, que fue la última ocasión en la que Astillero terminó por delante. De casa del líder salió la embarcación de la capital guipuzcoana a once puntos de la ‘San José’, pero hoy, cuatro jornadas más tarde, ya tiene un punto más. La remontada ha sido rápida y evidente. No es fruto de la casualidad. ‘Garru’ confesó la semana pasada en estas páginas que esperaba una evolución del equipo de San Sebastián conforme avanzara el campeonato y así está sucediendo. Va directa al playoff y, si continúa así, también al ascenso. Si no lo logró el curso pasado tras marcar una trayectoria similar fue sólo por una torpeza administrativa en forma de alineación indebida.

En Portugalete también se ha producido una mejoría. Tienen hambre e incluso se han reforzado con vistas a este mes de agosto, cuando quieren certificar su clasificación para el playoff y ascender. El club jarrillero mantiene una relación de colaboración con el Club Labradores de Sevilla y esto ha facilitado la incorporación a la plantilla de un remero procedente de la capital andaluza. Y allí no rema cualquiera. Para colmo, Jaime Ríos, su entrenador, logró convencer al astillerense Mario Hernando, un tipo de calidad incuestionable, para que echara un cable. Y también estuvo ya en el agua este pasado fin de semana. Es algo que en una categoría como la ARC 2 se nota mucho.

Astillero va con lo que tiene, sabedor de que, aunque este verano comenzó con aspiraciones de pelear por el playoff, sus objetivos miran a largo plazo. No tiene prisa porque no ha de tenerla si quiere conseguir levantar esos cimientos que le permitan avanzar sustentándose en su propia gente. De hecho, en el caso de que finalmente quede fuera de la pelea final por el ascenso, al menos podrá defender que se ha producido una evolución respecto al 2022. Eso es lo importante: dar pasos e ir mejorando año a año. Así es como, de hecho, lo hizo Camargo, la trainera de moda este año en Cantabria, tras haber comenzado de cero. La ‘San José’ no se ha llegado a quedar nunca en la balda pero ha estado a punto. En cierta medida, también le tocó empezar de cero.

Aún así, son valoraciones que habrá que hacer a partir de septiembre. Ahora aún hay partido. Además, la regata que se disputó el pasado domingo en Hondarribia sirvió para confirmar que las traineras de la ARC 2 que se clasifiquen para disputar el playoff tendrán opciones de pelear con las de la ARC 1 que deban participar también en él. Todas ellas remaron en el mismo campo de regatas y con apenas un cuarto de hora de diferencia, por lo que la tarde se convirtió en una buena oportunidad para comparar los tiempos.

Pocas (o ninguna) dudas hay de que serán Deusto y Busturialdea los representantes de la categoría de plata que disputen el playoff de la ARC. La embarcación de Elantxobe marcó el mejor tiempo con 21.44,97 mientras que la bilbaína quedó mucho más atrás tras completar una de sus peores actuaciones. Su tiempo fue de 22.05,25. Por ejemplo, la marca de la ‘Tomatera’ fue peor que la de Astillero, que fue de 21.57,10. Donsotiarra B, con 21.46,83, y Portugalete, con 21.47,29, fueron más lentos que Busturialdea pero confirmaron que están capacitados para pelear con él. Y ahí pretende meterse la ‘San José’. Le quedan dos regatas para conseguirlo y lo va a intentar. No hay razón para no hacerlo. Al final, continúa siendo la única baza cántabra para conseguir una alegría de verdad en liga.