Un ataque aéreo israelí contra un almacén de agroquímicos durante la guerra del año pasado en Gaza equivalió al “despliegue indirecto de armas químicas”, según un informe que analiza el ataque y su impacto.

Los proyectiles de artillería incendiarios disparados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alcanzaron el gran almacén de herramientas agrícolas y farmacéuticas de Khudair en el norte de la Franja de Gaza el 15 de mayo del año pasado, incendiando cientos de toneladas de pesticidas, fertilizantes, plásticos y nailon. La huelga creó una columna tóxica, que cubrió un área de 5,7 kilómetros cuadrados y ha dejado a los residentes locales luchando con problemas de salud, incluidos dos informes de abortos espontáneos e indicios de daños ambientales.

La extensa investigación, que involucró el análisis de imágenes de teléfonos móviles y drones y CCTV, docenas de entrevistas con residentes y análisis de expertos en municiones y dinámica de fluidos, utilizó modelos 3D del almacén para determinar las circunstancias del ataque.

Es la primera publicación de la recién creada unidad de investigación de arquitectura forense de la ONG palestina de derechos humanos Al-Haq, una colaboración pionera en Oriente Medio con Forensic Architecture, una agencia de investigación con sede en Goldsmiths, Universidad de Londres, que lleva análisis espacial y de medios para ONG y en casos internacionales de derechos humanos.

Los expertos legales concluyeron a partir de los hallazgos de Al-Haq que si bien se usaron armas convencionales en el bombardeo, “el bombardeo del almacén, con conocimiento de la presencia de químicos tóxicos almacenados allí, equivale a armas químicas por medios indirectos. Dichos actos están claramente prohibidos... y son perseguibles en virtud del Estatuto de Roma de la corte penal internacional”.

Se cita a Chris Cobb-Smith, un experto en municiones, diciendo: “No hay justificación militar para usar [proyectiles de humo avanzados] aquí. Es intrínsecamente inexacto e inadecuado para su uso en un entorno urbano”.

Doscientas cincuenta y seis personas en Gaza y 14 en Israel murieron en la guerra de 11 días del pasado mes de mayo entre Israel y Hamas , el grupo militante palestino que controla la franja sitiada. Al-Haq dijo que el ataque al almacén de Khudair fue el primero de una serie de ataques dirigidos deliberadamente contra la infraestructura económica e industrial de Gaza, con media docena de otras fábricas y almacenes bombardeados sistemáticamente.