El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha lanzado una advertencia contundente este domingo, enfatizando que la "presión internacional" no será un obstáculo para una eventual ofensiva en Rafah, ciudad del sur de la Franja de Gaza con una población de cerca de 1,5 millones de palestinos, según datos de la ONU.

"Ninguna presión internacional nos detendrá en la consecución de nuestros objetivos en esta guerra", afirmó Netanyahu al inicio de la reunión de su gabinete, según un comunicado emitido por su oficina. "Actuaremos en Rafah, y lo haremos en un plazo de semanas", agregó.

Estas declaraciones surgen en el contexto de la próxima visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Israel, seguida de una convocatoria al gabinete de seguridad para discutir la postura de la delegación israelí que se desplazará a Qatar para negociar una posible tregua de seis semanas y un intercambio de rehenes por prisioneros palestinos.

La posibilidad de una ofensiva en Rafah ha generado preocupación a nivel internacional, especialmente en un momento en el que el número de víctimas mortales supera los 31.500 en la Franja de Gaza, según cifras de las autoridades de Hamás, mientras que la crisis humanitaria se agudiza.

Washington ha expresado su preocupación por el riesgo que enfrenta la población civil en Rafah, instando a Israel a presentar los detalles de sus planes para la operación.

La escalada de tensiones en la Franja de Gaza se desató a raíz de un ataque perpetrado por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, el cual provocó la muerte de al menos 1.160 personas, en su mayoría civiles, según datos recabados por AFP basados en fuentes oficiales israelíes.