En un discurso impactante emitido este martes, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, instó a la nación a adoptar una postura "preparada para la guerra a nivel estratégico y mental" en respuesta al creciente "apetito y actividad de Occidente". Durante una reunión con los altos cargos del país, el mandatario alertó sobre las consecuencias potencialmente catastróficas de los errores militares y abordó la necesidad imperante de estar en alerta.

Lukashenko cuestionó de manera enfática las acciones de Europa Occidental, planteando interrogantes acerca de las motivaciones detrás de la ampliación de coaliciones y alianzas político-militares. Además, expresó su inquietud por las sanciones que calificó como "ilegales y absurdas", así como por la militarización a gran escala y la demostración de fuerza, incluyendo actividades militares en las proximidades de las fronteras bielorrusas.

En este contexto, el líder bielorruso subrayó que el país se encuentra en un momento crítico, donde cada error por parte de las fuerzas de seguridad podría acarrear consecuencias costosas, poniendo en riesgo la paz y la seguridad de la población. Lukashenko, en su calidad de Presidente, revisó de manera exhaustiva y crítica el trabajo del bloque de seguridad, enfatizando la importancia de abordar las opiniones de expertos en el proceso de toma de decisiones.

Al discutir las motivaciones detrás del interés de Occidente en las tierras bielorrusas, Lukashenko destacó que la diplomacia y el derecho internacional no ofrecen soluciones realistas para el conflicto mundial actual. Lamentó la "vergonzosa" actitud de Occidente, señalando que aquellos que no están alineados con sus intereses son sometidos por la fuerza, y advirtió que los temores de una tercera guerra mundial no carecen de fundamento.

En un llamado a la acción urgente, el presidente de Bielorrusia exhortó a evaluar la situación con realismo y actuar proactivamente. Dirigiéndose a los presentes, señaló la importancia de comprender las maniobras de la OTAN y Estados Unidos en los países bálticos, Alemania y Polonia, indicando la presencia esperada de alrededor de 90.000 militares de 32 países miembros y socios de la Alianza cerca de las fronteras bielorrusas.

Lukashenko hizo hincapié en la necesidad de que Bielorrusia esté preparada para neutralizar los riesgos y amenazas, asegurando que el país cuenta con las medidas necesarias para infligir daño al enemigo si fuera necesario. Concluyó su discurso reiterando la urgencia de la situación y la importancia de la acción proactiva para salvaguardar la seguridad nacional.

Esta llamada a la preparación integral ante las crecientes tensiones geopolíticas sitúa a Bielorrusia en una posición de alerta máxima, marcando un capítulo crucial en el escenario internacional y generando preguntas acerca del futuro desarrollo de los acontecimientos en la región.