El Ministerio de Defensa británico ha confirmado la activación de cazas Typhoons en respuesta a un reciente ataque con drones provenientes del espacio aéreo de Irak y Siria, perpetrado por Irán. En un comunicado oficial, el Gobierno advirtió sobre la disposición de sus fuerzas aéreas, integradas en la Operación Shader contra el Estado Islámico, para actuar ante posibles nuevos ataques dentro del alcance de sus misiones actuales.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó que aviones de la Real Fuerza Aérea (RAF) derribaron "varios drones" iraníes en la mencionada operación, aunque no especificó el número exacto. En un llamado a la calma, Sunak señaló la intención de Irán de "sembrar el descontento y desestabilizar la región", mientras subrayaba la necesidad de mantener la compostura en medio de las consultas con los miembros del G-7 para evaluar la situación en Oriente Próximo.

El Ministro de Defensa, Grant Shapps, condenó firmemente el "ataque sin sentido" de Irán y aseguró la solidaridad del Reino Unido con sus aliados regionales, especialmente Israel, en la preservación de la seguridad en la zona.

"Estos ataques corren el riesgo de inflamar las tensiones y desestabilizar la región", advirtió Sunak, enfatizando la urgencia de trabajar junto a los aliados para evitar una escalada que resulte en un derramamiento de sangre.

La oposición laborista, representada por Keir Starmer, respaldó la acción del Gobierno pero instó a la restauración de la calma y a prevenir una guerra regional. "La comunidad internacional ha pedido contención, pero Irán ha optado por un camino peligroso", afirmó Starmer.

En respuesta a la preocupación por una posible escalada bélica, la diputada laborista Yvette Cooper solicitó la comparecencia urgente de Sunak en el Parlamento, mientras que Tobias Ellwood, presidente del Comité Parlamentario de Defensa, subrayó la determinación del Reino Unido para defender la seguridad de Israel, abogando por una respuesta cautelosa para evitar una guerra regional más amplia.