En el marco de un conflicto que ha perdurado por más de cien días en la Franja de Gaza, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado la conclusión de la "fase intensiva" de la ofensiva terrestre, destacando que esta etapa está llegando a su fin en la zona norte y pronto en Jan Yunis, al sur, donde se presume que se encuentran los líderes principales de Hamás, la organización islamista palestina.

A pesar de la afirmación de Gallant, la falta de detalles sobre los plazos y la incertidumbre persistente son factores clave en el conflicto. Mientras tanto, la tragedia en Gaza se manifiesta en un aumento continuo del número de víctimas, superando trágicamente las 24,000 vidas perdidas, según datos del Ministerio de Salud del enclave, bajo el control de Hamás.

La retirada de la 36ª División del Ejército israelí, anunciada recientemente, ha marcado un hito en la adaptación estratégica ante la reducción de la intensidad de los combates en la zona norte del enclave. Este movimiento se presenta como un preámbulo a la "tercera fase" de operaciones, que implica establecer una zona de contención en el norte de la Franja y realizar incursiones selectivas contra objetivos específicos.

En declaraciones recientes, Gallant reafirmó su posición sosteniendo que, desde el inicio del conflicto en octubre, había previsto que la "etapa intensiva" duraría aproximadamente tres meses, con la conclusión de la misma en el norte de Gaza y la promesa de lograr un cese pronto en el sur.

La presión militar en la ciudad de Jan Yunis, identificada como el bastión de Hamás, sigue siendo intensa, ya que Israel busca desmantelar las estructuras de liderazgo de la organización palestina, con especial atención a Yahya Sinwar y Mohamed Deif, líderes políticos y militares respectivamente.

La aviación israelí ha reanudado ataques en varias áreas de Gaza, especialmente en Jan Yunis, provocando 64 muertes y numerosos heridos, según informes de la agencia de noticias palestina WAFA. Hamás, a su vez, ha respondido con más de 50 cohetes dirigidos hacia la ciudad israelí de Netivot.

El enfoque militar israelí se diversifica en distintas regiones de la Franja. En el centro, se busca neutralizar la "industria militar" de Hamás, mientras que en el sur, las FDI se centran en los líderes de la organización. Gallant ha afirmado con contundencia que al final de la guerra, Hamás no podrá operar como una fuerza militar en Gaza, garantizando la seguridad de los ciudadanos de Israel.

En medio de este conflicto, la situación de los rehenes israelíes en Gaza añade una capa adicional de complejidad. Se estima que 136 rehenes se encuentran en cautiverio, y el gobierno israelí sostiene que la presión militar es la única vía para su liberación. Sin embargo, la incertidumbre se agudiza con la reciente publicación de un video por parte de las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamás, donde se muestra a tres rehenes seguido de una amenaza sobre su destino.

En un giro desgarrador, una nueva grabación revela la presunta muerte de dos de los rehenes, Yossi Sharabi e Itay Svirsky, mientras que una tercera rehén, Noa Argamani, narra las circunstancias de sus fallecimientos en medio de un ataque aéreo. La autenticidad de estas afirmaciones aún no ha sido confirmada por Israel.

Los familiares de los rehenes continúan presionando al gobierno de Benjamin Netanyahu para alcanzar un acuerdo de alto el fuego, similar al del pasado noviembre, que pueda facilitar la liberación de los cautivos. A pesar de estos llamados, Israel ha rechazado la última propuesta que sugiere la deportación de los líderes de Hamás como parte del acuerdo de cese de hostilidades. La preocupación por la escalada del conflicto persiste, agravada por eventos como el reciente atropello múltiple en Raanana, al norte de Tel Aviv, catalogado por Israel como un "atentado terrorista".

Mientras el conflicto en Gaza persiste, eventos en otras partes del mundo, como los ataques de los rebeldes hutíes en Yemen contra un carguero estadounidense, añaden una dimensión global a las tensiones geopolíticas. Las respuestas a estos eventos están entrelazadas con las dinámicas internacionales y las acciones de las principales potencias involucradas.

En este complejo escenario, la incertidumbre sobre el desenlace del conflicto en Gaza y sus repercusiones continúa siendo una preocupación palpable tanto a nivel regional como internacional.