24.04.2024 |
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TERREMOTO

Se acaban las esperanzas de encontrar supervivientes en Siria

En Melkis, y otras áreas opositoras de las provincias de Idlib y Alepo fuertemente golpeadas por la catástrofe, las operaciones de búsqueda continúan en marcha con la participación de los vecinos y de rescatistas de los denominados Cascos Blancos, que estiman que "cientos" de personas continúan sepultadas.
Los rescatistas siguen buscando supervivientes entre los escombros. EFE / YEHYA NEMAH
Los rescatistas siguen buscando supervivientes entre los escombros. EFE / YEHYA NEMAH
Se acaban las esperanzas de encontrar supervivientes en Siria
En la aldea de Melkis, en las áreas opositoras al gobierno de Damasco del noroeste de Siria, varias familias aguardan alrededor de una hoguera improvisada junto a los edificios destruidos por los terremotos, a la espera de que los equipos de rescate encuentren a sus seres queridos desaparecidos en la tragedia.

Transcurridos dos días y medio del primer seísmo, las esperanzas de hallar supervivientes se van apagando, pero son muchos los que aún plantan cara al frío gélido del invierno como pueden para ser los primeros en conocer las noticias, buenas o malas, que siguen emergiendo de entre los escombros.

En Melkis, y otras áreas opositoras de las provincias de Idlib y Alepo fuertemente golpeadas por la catástrofe, las operaciones de búsqueda continúan en marcha con la participación de los vecinos y de rescatistas de los denominados Cascos Blancos, que estiman que "cientos" de personas continúan sepultadas.

En otros lugares como la localidad de Harem, en Idlib, las labores están siendo lideradas hoy por residentes, voluntarios y combatientes de los grupos armados locales, con una pequeña presencia de efectivos de los Cascos Blancos, los socorristas por excelencias en las zonas sirias en manos de la oposición.

HOGARES DESTRUIDOS

Los terremotos también han dejado a cientos de familias sin hogar, que desde hace tres noches sobreviven a las bajas temperaturas en coches, a la intemperie o, más recientemente, en una serie de albergues abiertos por las autoridades para acoger a los damnificados.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó ayer de que había comenzado a distribuir paquetes con comida a estos refugios.

En la ciudad de Alepo, capital de la provincia homónima y una ciudad actualmente en manos del Gobierno de Bachar al Asad, cerca de una veintena de colegios permanecen abiertos para acoger a los vecinos cuyas casas se han venido abajo o han sufrido daños que amenazan la estabilidad del inmueble.

Así lo indican las páginas de Facebook que se utilizaban para la colaboración vecinal durante las batallas en la urbe, que fue escenario de una brutal pugna entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales entre 2012 y 2016, cuando Damasco retomó su control en el marco del conflicto armado en el país.

Estos medios de coordinación en redes sociales se han reactivado a consecuencia de los seísmos y, tras muchos años, vuelven a servir para que los vecinos compartan información sobre los albergues disponibles, adónde acudir para recibir ayuda o cómo hacer para que un taxista les haga llegar efectivo desde el Líbano.

Hasta el momento, se han contabilizado más de 2.000 muertos y 4.000 heridos en todo el territorio sirio, incluidas las zonas en manos de los diferentes actores del conflicto, que se encamina a su duodécimo año de violencia armada.

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