En una Valencia marcada por la tragedia del incendio que arrebató nueve vidas, Antonio García Ferreras, el rostro de “Al rojo vivo”, se encontraba cubriendo el suceso para ofrecer la crónica de un dolor colectivo. Sin embargo, su labor periodística tomó un rumbo inesperado cuando un ciudadano valenciano lo abordó en una confrontación nocturna que rápidamente captó la atención de las redes sociales. Este encuentro no solo giró en torno a las presuntas declaraciones de Ferreras sobre Valencia, sino que también añadió un elemento de crítica hacia su relación con figuras poderosas del deporte y la política.

“No te da vergüenza Ferreras, llamar a una ciudad entera como Valencia racista. No tienes vergüenza, todo por quedar bien con el papi de Florentino,” expresó el ciudadano, insinuando una complicidad mediática que favorecería la imagen de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, por encima de la verdad y la imparcialidad. Este reproche se enmarca en el contexto de un incidente específico que Ferreras trató en su programa, relacionado con Vinícius Jr., delantero brasileño del Real Madrid, quien fue víctima de cánticos racistas durante un partido contra el Valencia en el estadio de Mestalla, según reportó Carlo Ancelotti, entrenador del club.

El incidente, que tuvo lugar el 21 de mayo de 2023, escaló cuando Vinícius Jr. señaló a un aficionado por supuestos insultos racistas, lo que llevó a una interrupción del juego y a la activación del protocolo de racismo en el estadio. La situación culminó con la expulsión de Vinícius en los últimos minutos tras un altercado con Hugo Duro, jugador del Valencia. Este suceso, debatido y analizado en “Al rojo vivo”, refleja la tensión subyacente entre la responsabilidad de los medios de comunicación en la cobertura de incidentes de racismo y la percepción de parcialidad o favoritismo hacia ciertas figuras o entidades.

La crítica del ciudadano hacia Ferreras pone de relieve la complejidad de la relación entre el periodismo, la ética y el poder, especialmente en momentos donde la sociedad busca consuelo y justicia en la cobertura mediática. La noche valenciana, testigo de este enfrentamiento, se convierte en escenario de un debate más amplio sobre la libertad de expresión, la responsabilidad periodística y el impacto de las narrativas mediáticas en la construcción de la imagen pública de comunidades y eventos.

Mientras Valencia sigue procesando el duelo por las víctimas del incendio, el intercambio entre el ciudadano y Ferreras invita a una reflexión sobre el papel de los medios en momentos de crisis y sobre cómo las acusaciones de racismo, el deporte y las relaciones de poder se entrelazan en la narrativa mediática, influyendo en la percepción pública y en la búsqueda de la verdad y la justicia.

Un hombre se encuentra a Ferreras caminando sólo por Valencia y le reprocha que llamara racistas a los valencianos. pic.twitter.com/X2wPFbKVO0

— Sr.Liberal (@SrLiberal) February 24, 2024