El París Saint-Germain está a punto de cerrar un acuerdo para fichar a Lionel Messi tras avanzar en las negociaciones con los representantes del delantero. El club ha estado presionando por el internacional argentino desde el jueves, cuando el Barcelona anunció su salida. Se espera que el padre y agente de Messi, Jorge, esté en París para hablar directamente sobre un contrato que será válido hasta junio de 2023 con una opción para ampliar el acuerdo. El PSG confía ahora en poder traer al jugador de 34 años a París.

Las conversaciones se centran en asegurar que cualquier acuerdo se mantenga dentro de los límites del juego limpio financiero, y en acordar la duración del contrato y el salario. Messi había aceptado una importante rebaja salarial, de unos 20 millones de euros por temporada, para seguir en el Barcelona, pero su contrato tenía una duración de cinco años, y terminaba justo después de cumplir 39 años.

El PSG espera que las conversaciones continúen al menos hasta el final del sábado. Esperan que la presencia en el club de un entrenador argentino, Mauricio Pochettino, y del ex compañero de Messi en el Barcelona, Neymar, ayude a allanar un acuerdo. Messi ha hablado con Pochettino desde que el Barcelona le comunicó que su etapa allí tenía que terminar y Neymar está trabajando para convencer a Messi de que venga a París. El vestuario del PSG está ahora "convencido" de que Messi jugará en el equipo de Pochettino.

Messi rechazó al PSG y al Manchester City hace unos meses, pero el Barcelona dijo que las restricciones financieras les han impedido renovar el contrato de un jugador que es oficialmente agente libre desde finales de junio. El PSG cree que fichar a Messi -y asociarlo con Neymar- aumentaría sus ingresos comerciales, y eso se tendrá en cuenta en las consideraciones del fair play financiero.

La posibilidad de que el City se mueva de nuevo por Messi no fue descartada completamente por Pep Guardiola, a pesar de que el club compró a Jack Grealish por 100 millones de libras y quería a Harry Kane, del Tottenham. "Ahora mismo no está en nuestros pensamientos, absolutamente no", dijo el técnico. Preguntado sobre si podría cambiar la mirada hacia Messi en caso de que Kane resultara un imposible, respondió: "No lo he reflexionado, sinceramente, porque fue ayer. Tenemos una estrategia en el club desde hace mucho tiempo y la vamos a seguir. Lo que va a pasar, nadie lo sabe... Ahora mismo parece difícil. No lo sé, sinceramente".

El presidente del Barcelona, Joan Laporta, dijo que Messi no quería irse, pero que no habían logrado acordar un contrato que cumpliera con las normas de La Liga sobre límites salariales. Ni siquiera la marcha de Messi solucionaría la crisis financiera del Barcelona, ya que Laporta reveló pérdidas de 487 millones de euros la pasada temporada, más del doble de las previstas. "La situación es peor de lo que pensábamos y ya era mala", dijo.

Laporta dijo que Messi había acordado en principio un acuerdo de dos años con pagos durante cinco años y luego un acuerdo de cinco años, aunque la expectativa era que probablemente jugaría sólo dos. En ambas ocasiones, dijo Laporta, el Barcelona pensó que se ajustaría al límite salarial de la Liga.

Admitió que había albergado esperanzas de "flexibilidad" por parte de la Liga, pero no disimuló la gravedad de la situación ni atacó abiertamente a las autoridades futbolísticas españolas, reservando la mayor parte de la culpa a la junta directiva de la que heredó lo que calificó de situación "calamitosa" hace seis meses.

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