Diego Ceballos fue, cómo no, uno de los cinco canteranos que jugaron de inicio el partido del pasado domingo contra el Leioa, que, como todo los que quedan por delante, era un partido que había que ganar. No era una jornada de transición, sino que los puntos eran fundamentales para poder soñar con la remontada clasificatoria que pretende llevar a cabo el Racing. Y él estaba en el once inicial como también lo estaban Mantilla, Iñigo Sainz Maza, Marco Camus y Pablo Torres. A éstos hay que sumar a Lucas Díaz, que no se formó en La Albericia pero que era el portero del Rayo Cantabria la pasada campaña. Y más tarde aún entraría Martín Solar, otro de los jóvenes valores en quienes decidió confiar el club durante e pasado verano. La media de edad no llegaba a 24 años y uno de los que más la bajaba era el lateral derecho, que se ha convertido en un fijo para el equipo tanto con el anterior entrenador como con el actual.

El defensor verdiblanco ni siquiera estuvo entre los elegidos que comenzaron la pasada pretemporada a las órdenes de Javi Rozada, sino que subió unos días después, al igual que Pablo Torre. Y los dos se quedaron y se han convertido en jugadores clave para el colectivo. El Racing decidió no salir a buscar lateral derecho alguno porque confiaba en los que ya tenía por mucho que ambos fueran de la casa y sin experiencia en Segunda B. Ceballos fue titular desde el primer día y ha ido sorprendiendo a todos de tal manera que ya parece imposible imaginarse una alineación verdiblanca sin él en la posición de quien suele vestir el número dos.

Ceballos no ha cambiado. Sigue siendo el mismo. «Yo siempre he dicho que estaba centrado en trabajar en mí mismo para dar mi mejor versión tanto en los entrenamientos como los fines de semana», explica el joven jugador cántabro. Lo que es innegable, y así lo percibe él, es que, «según van pasando las jornadas», ha ido «ganando confianza». «Y eso es muy importante para un jugador», asegura. Dice sentirse «cómodo dentro del equipo» y eso quiere decir que está disfrutando de la experiencia. Sólo hace falta que la clasificación coloque al equipo verdiblanco en un lugar más cercano a sus aspiraciones iniciales.

Considera Ceballos «un orgullo poder defender la camiseta del primer equipo del Racing». No es algo que le haya sido regalado. No es gratis. Y así lo dejó claro el mismo Aritz Solabarrieta la semana pasada, cuando dejó bien claro que la puerta está abierta para los canteranos que demuestren que pueden estar ahí, pero también advirtió de que se lo tienen que ganar. Y Ceballos, como sus compañeros de viaje, considera que ha estado «trabajando mucho para tener esta oportunidad». «El otro día fuimos cinco o seis los que jugamos de inicio y estamos muy contentos y con ganas de seguir trabajando para tener más oportunidades y seguir así hasta final de temporada», apunta.

Tan bien está haciendo las cosas el jugador santanderino que en el club no han sentido ninguna necesidad de traer refuerzos en el mercado invernal para reforzar el lateral derecho. Confían en que Ceballos esté a la altura incluso cuando lleguen los partidos a vida o muerte, si es que llegan. Lo cierto es que los actuales ya lo son porque el Racing no tiene ya margen de error. Una derrota le dejaría condenado. La presión es máxima pero la ilusión también. El canterano es optimista porque considera que les ha quedado «una plantilla muy competitiva» que, además, tiene «mucha competencia en todos los puestos», ya que, en su opinión, el entrenador dispone de «muchos perfiles de jugadores» para poder elegir en función de lo que demande el rival o de lo que considere más valioso e interesante para conseguir los puntos. Percibe, de hecho, que a Solabarrieta «le va a resultar difícil hacer el once de cada semana» por el nivel que hay.

La dinámica se ha corregido y suma el equipo diez de los últimos doce puntos que ha disputado. Eso ha cambiado a mejor el estado de ánimo y afirma Ceballos que el vestuario está «con mucha confianza». «Estas últimas victorias han venido muy bien porque las necesitábamos», precisa. Y las necesitaban desde un punto de vista anímico como también material, ya que no sólo llegó a escaparse la cabeza de la clasificación, sino que el Racing llegó a sentir el calor del pozo en su trasero.

Esto es lo que ha hecho que el margen de error sea nulo. Tanto es así, que Ceballos no duda de que los seis partidos que restan para acabar la primera fase son «finales» en los que, viendo el ritmo que llevan los de arriba, no podrán dejar escapar nada. Este fin de semana no hay partido y el siguiente será dentro de ocho días contra el Laredo, que jugará dos partidos al mismo tiempo que el Racing descansa. No cree que el defensor cántabro que eso vaya a ser un hándicap en su contra porque el equipo pejino «va a salir con todo». «Es un derbi en Segunda B», resalta el lateral verdiblanco. Prevé un encuentro, como el de la primera vuelta, «bastante complicado» pero esperan dar la cara y seguir mostrando una evolución, ya que los jugadores que han llegado en las últimas semanas están teniendo estos días para «acoplarse mejor al equipo, trabajar y preparar bien ese partido».